Esto no lo viví, estoy seguro. Tampoco lo soñé, mis sueños nunca se parecen a esto. Mucho menos pude haberlo imaginado, porque no sé cómo se hace eso, cómo se inventan cosas en la cabeza y se cree en ellas con fe, anhelo, disciplina y desesperación. No sé qué es esto aunque está en mi cabeza, sé que no es mío, no lo reconozco. Lo siento, lo percibo, está allí, pero no es mío, no soy yo, es algo más, es otra cosa, es algo que no identifico, que no se define, que no quiere mostrarse. Está allí, sé que lo está porque aun con todo su esfuerzo es incapaz de ocultarse por completo. Esto no lo viví, estoy viviéndolo ahora. Esto no lo soñé, lo sueño en este momento. Esto no lo imaginé, lo que veo es más sólido que la simple creación sin sentido de cualquier cerebro, incluso del mío.
Alguien está hablando, miro y estoy solo. Alguien está hablando, lo que dice es para alguien más. Alguien está hablando, yo solo escucho. Apenas entiendo lo que escucho, como una canción en otro idioma que oímos por primera vez, tal vez en neocriollo o esperanto, algo de eso. Además, la recepción es bastante mala, como si la antena de la fm se moviera con el viento en medio de una tormenta. La estática se multiplica, se expande, me aturde. Alguien está hablando, habla para mí ahora sin decirme que es para mí. Quiero ignorarlo. Sus instrucciones me confunden, sus palabras se mezclan, suenan diferentes, como dichas por alguien que ignora el idioma pero que de todas formas quiere hablarlo.
La oscuridad se vuelve completa, miro sin ver nada. Tendría que asegurarme de tener los ojos abiertos. No hay diferencias en la oscuridad, luce como una tela uniforme que se extiende y me rodea. La miro y no me devuelve la mirada, tal vez porque no puede verme en su propia oscuridad. Si hay oscuridad será porque es de noche, si es de noche será que he de dormir, aunque no estoy cansado; podría aprovechar el momento ahora que la voz que me hablaba sin que le entendiera guarda silencio.
La quietud, el silencio, la oscuridad son tales que llegan a incomodarme. Me sentiría mejor de estar solo, pero permanece la sensación de que hay alguien más, alguien cercano, un poco más débil quizá, como el recuerdo de una mano apoyada sobre nuestro brazo que ha sido retirada y su calor, su humedad, su presencia se vuelve pasado poco a poco. Esa es la sensación, estas son mis palabras, ojalá tuviera otras, las necesito, sin dudas me servirían de mucho en este momento.
Falta algo aquí. Sé que es así. Tengo esa certeza aunque desconozco qué es eso que falta. Pensaré un poco más, me esforzaré y quizá lo descubra, tal vez eso sea la razón de porqué estoy aquí y ahora. Aunque sin saber cuándo es ese aquí ni dónde ese ahora. Debe ser una prueba. Seguro que sí. Me estoy probando. Por qué o para qué sin dudas lo sabré al finalizar. En cualquier momento lo entenderé y todo tendrá (algún) sentido.
Esto no lo viví, esto no lo soñé, esto no lo imaginé, esto soy yo.