Algo que no puede faltar en mi autobiografía no autorizara es el análisis sobre mi capacidad para hacerlo todo mal. Cierto que todavía no termino de decidir en qué capítulo incluir este tema, además de que estoy seguro de que cuando lo decida, y finalmente lo incluya, alguien más lo leerá y dirá que también es un error haberlo agregado en ese tramo del relato y no en otro capítulo, ya sea uno anterior o tal vez alguno posterior. La cuestión es, pues, saber que todo lo que hago lo hago mal.
Me es imposible saber cuál fue mi primer error, aunque posiblemente haya sido nacer; pero nadie elige nacer, eso simplemente sucede, un día no estamos aquí, al día siguiente sí lo estamos, y luego, algún otro día futuro, volvemos a no estar aquí. Por lo que si mi nacimiento fue un error, alguien más lo cometió, por lo tanto no puede ser mi responsabilidad. Lo que vino después, estando ya vivo, es otro cantar. El haber nacido en éste siglo, ésta familia, éste país, con éste género, éste color de piel, éstos ojos y el resto de mis características, tampoco puede ser culpa mía. Tampoco recuerdo el momento en que elegí algo de esto, ninguna de estas cualidades sería elegida por nadie, porque nadie quiere ser el feo de la familia, pero en cada generación a alguien tiene que tocarle y bueno, aquí me tienen.
Mucho menos tuve que ver con la elección de mi nombre, aunque ahora están de moda los nombres antiguos y el ir al registro civil a cambiarse el apellido del padre por el apellido de la madre, que es el apellido del abuelo, en clara señal de respeto de la tradición masculina familiar y cuestiones similares. No fueron muy originales con mi nombre, como ya dije, lo supe cuando quise registrarme en una red asocial a la moda, luego de hacerme un correo electrónico, y debí agregar varios números a mi nombre para que este fuera aceptado ya que mi nombre original, mi nombre del mundo real, estaba ocupado. Eso es el 555 que uso, lo que me lleva a suponer que existen otras 554 personas con mi mismo exacto nombre. Esto tampoco es mi culpa, como pueden ver.
Podría continuar con la lista de cosas en las que, aunque no tuve nada que ver, igualmente que salieron mal en mi vida, pero entonces aparecería la duda de en qué cosas sí tuve que ver, es decir, cuáles son las cosas que me llevaron a decir que lo único que hago bien es hacer todo mal. Pues verán, es complejo decidir por dónde comenzar, tendría antes que definir algún tipo de criterio que me permita ordenar aunque más no fuera algo de todo ese caos, pero elija el orden que elija, siempre algo quedará afuera, algo que también hice mal y que no puedo agregar en esa lista determinada, lo que serviría para hacer que incluso esa misma lista esté mal elaborada. Teniendo esto en cuenta, y sin pretender orden alguno de prelación o cronológico, mencionaré algunas pocas cosas que puedo confirmar haber hecho mal:
*Mudarme fuera de la ciudad,
*Creer que esa inversión no era una estafa piramidal,
*Permitir que te vayas sin hacer nada para que te quedes,
*Elegir los títulos de mis libros,
*No haber aprendido a bailar,
*Mudarme de regreso a la ciudad,
*Mis últimos diez cortes de pelo (tal vez algunos más),
*Cenar frito sabiendo cómo me cae,
*Volver a escribirte,
*Comprar libros que no sé si llagaré a leer algún día,
*Ir a ver esa película (sí, esa),
*Elegir mi color favorito,
*Esperar a que me respondieras,
*Comprar más libros,
*Llegar tarde aquella vez,
*Esta lista,
*No poder dejar de pensarte,
*Los libros que compré ayer,
*La lista que hice la semana pasada,
*Huevos, jabón, papel higiénico, ah, no, eso no va acá,
*Confundir esta lista con la del supermercado.
16 comentarios:
Seguramente mañana intente hacer otra lista porque ésta me salió mal...
Saludos,
J.
Tal vez sean justificables algunos motivos de esa lista.
¿Cuáles serían los mios? Mejor no me lo pregunto.
Saludos.
Hay tantas cosas que nos arrepentimos pero a veces es mejor vivir con culpa que no vivir. Te mando un beso.
Murphy era muy sabio y ya nos lo dijo. Ya no se trata de que todo o algo vaya a salir mal, ahora se trata de que no nos importe.
Yo creo que la idea de que estamos mal o en una serie continua de errores, es algo que viene circulando enla humanidad desde Sumeria:
Ya desde el relato de la "caida" del hombre con Pandora y Eva, se metio el tema de estar haciendo algo mal.
Entonces yo diria que todo eso que haces mal no es tu culpa sino es culpa de Sumeria.
El tema es que pues segun todos esos relatos religiosos estamos en una prision en donde forzozamente sufrimos y todo lo hacemos mal.
Y morir no es la escapatoria: como aqui todo se hizo mal, entonces al morir viene el castigo por los errores.
pfffff
bajo esos esquemas teologicos basicamente estamos bien tostados.... existimos para cometer errores y ser castigados...
no se como hace el vecino para irle tan bien en un mundo de horror.
Una lista que me hace pensar. Un abrazo
Diría que "llegar tarde aquella tarde, a las clases de baile, cuando ya se acababa" engloba y fagicita a todas las demás, dejandolas del tamaño del plancton.
Abrazooo
pues, en toda esa lista, yo sólo veo azar, ¿de verdad elegiste? ¿qué es salir mal? porque, como suelen decir, nunca sabes de que mala suerte aún peor te ha librado tu mala suerte.
Imagina, decides no mudarte de ciudad, y al día siguiente te apuñala el mendigo que pide en la puerta del súper, ya sabes, el que siempre saludaba...
Es tan grande mi lista de errores que de "lista" tiene poco. Yo la llamo " mi tonta de los errores", aunque seguramente el tonto sea yo. Un abrazo.
Sólo está mal si te disgusta, por lo demás, esto está bien narrado, eso, ya ves, no todo está perdido.
Saludos, José A.
Ay, no sé si es dejadez, su karma, su ineptitud,o tal vez esa perenne distracción para evadir la realidad...tal vez quizás un niño no deseado que arrastra todo ese rastro de pérdidas y errores.
Muy buen relato!
"Un niño no deseado que arrastra todo ese rastro de pérdidas y errores"
Hermosa definición.
Gracias Luna Roja!
Una madre y un padre querían con locura a su único hijo; darían su vida por el. Tal era el amor que le profesaban que hicieron del chico un inútil...Le prohibían cosas que ellos no consideraban que fueran correctas y apuntando a su corazón, le inculcaban cómo y de qué manera debía de pensar. En todo ello su padre puso voluntad hercúlea y el niño se pensaba que vivía en la mejor familia del mundo. Lo obligaban a estudiar y para ello le castigaban, le pegaban, le prohibían y le comparaban con otros chicos que sacaban buenas notas. No le dejaban que hiciera algo de propia iniciativa porque para eso estaban ellos en hacérselo. Le pelaban la fruta haciéndosela trocitos pequeños y hasta las manualidades que le mandaban en la escuela, su madre se las hacía...Nunca lo dejaban ir a excursiones con otros chicos porque por miedo, temían que su hijo se fracturara un pie o un brazo. De esa manera y con un acoso continuo, su hijo fue creciendo en la abundancia de ser un inútil...
La frustración de no saber hacer nada, el complejo de inferioridad, la amargura de tener que hacer cosas que no quería así como pensar de otra manera según su padre...El tener que estudiar la carrera de abogado pues su padre soñaba con ver a su hijo con un traje y una cartera llena de pleitos pero, su padre se daba cuenta de que su hijo no sabía hacer nada ¿cómo podía ser aquello si le enseño cómo era el mundo?.
Este chico llegó a la introversión creando un mundo lleno de fantasías. Sufría de altibajos emocionales y el sentido de la realidad se fue perdiendo poco a poco cuando la locura fue ocupando su lugar. " Este niño no está bien"- pensaba su padre- y hasta le llego a decir que la daba asco de verlo por las cosas que decía o hacía.
Cuando por fin perdió la cordura, lo llevaron a un psiquiatra y lo primero que dijo su padre era que estaba dispuesto a vender sus vienes con tal de ver a su hijo curado.
Pasaron los meses y el mismo médico llamó a su padre para decirle que su hijo estaba así por la educación que le había inculcado desde que nació.
Te invito a que entres en mi blog y escuches la canción que acompaña a este texto.
Un saludo de Buscador
ya es un avance reconocer los errores propios, ahora la tarea es no repetirlos...
saludos
Usted es un conejito Zavala hecho y derecho, la torpeza es nuestro motor de vida y todo nos sale raro, diría que mal pero a veces ni eso.
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