domingo, 12 de febrero de 2017

Un mínimo grado de dificultad

La teoría es sencilla; diría que casi demasiado. Cualquiera podría entenderla y, por qué no, ponerla en práctica si se toma la decisión correcta, si se deja de lado la inercia cotidiana para darle inicio al movimiento. Un leve empujoncito, una primera acción, como un efecto domino, para una avalancha de cambios.
            Una serie de asesinatos selectivos, disfrazados como actos azarosos, pueden, estadísticamente hablando, ser más que suficientes para cambiar al mundo, para mejorar la sociedad, para darle un respiro a la tierra. Es verdad que esto que lees sonará como la proposición de un desquiciado; pero nadie dice que deberá matarse indiscriminadamente. Al menos no al principio.
Fíjense bien, hablo de asesinatos selectivos, eso quiere decir que, al igual que los asesinos filántropos de antaño, las acciones deberán estar sumamente planificadas, bien organizadas y llevadas a cabo con sumo cuidado para no dañar a nadie más que a la víctima propiciatoria.
            Vean éstos ejemplos:
Un abusador de menores aquí.
            Un industrial que contamina algún río allí.
            Un político por allá.
            Un actor mediocre en otro lugar.
            Líderes y fanáticos (mediáticos, religiosos, tecnológicos, it girls, entusiastas de la violencia contra los animales, xenófobos, los que señalan los errores en los otros), allí donde se encuentren.
            Todos ellos caídos con un único y certero disparo, nada más. Porque la violencia es patrimonio de los salvajes. Y nosotros no lo somos.
            Se hará poco a poco, levantando las mínimas sospechas, con el único fin de salvar al mundo, no al sistema que funciona porque nadie se decide a cuestionarlo, sino al mundo que lo sustenta. Paso a paso veremos como el miedo, el pavor, el terror de las posibles víctimas se transforma en resignación de quien sabe que sus propias acciones los han condenado; y que por más que el millonario en cuestión done su enorme fortuna para ayudar a la conservación de los últimos kilómetros del ártico, en la búsqueda de la vacuna contra la estupidez humana o en construir un bunker privado lo suficientemente oculto para que nadie lo encuentre, no es lo que haga con ese dinero lo que lo condena, sino el cómo obtuvo, él mismo o su familia, en el caso de ser una herencia.
            Cierto, la sangre fluirá, el mundo se cubrirá de muerte; pero, cosa poco sabida por lo que nos encerramos a vivir nuestros pálidos reflejos de vida en los suburbios, la sangre es uno de lo mejores abonos naturales (y no agroquímico) para la tierra hambrienta. Por algo, el césped siempre es verde en los más antiguos cementerios, esos que nadie quiere visitar en vida.
            Será lento, difícil, doloroso. Ellos utilizarán sus mejores armas para desacreditar nuestras acciones cuando se percaten que nada puede detenernos. Los medios de comunicación, las colmenas sociales, la publicidad viral y las fuerzas del (des)orden, atacarán con todos sus recursos. Pero nunca nadie dijo que sería fácil llevar adelante éste proceso; una cosa es comenzar y dejar que la fuerza de los acontecimientos crezca, como una bola de nieve que crece mientras la gravedad la empuja hacia su destino al final de la loma, otra diferente es mantenerse en movimiento.
            Aunque, si bien lo parece, lo más complicado de todo este proceso sería una cuestión de logística, como el encontrar un depósito lo suficientemente grande en el cual acumular las más de siete mil millones de municiones necesarias para concluir con nuestro plan de asesinatos selectivos de la completa población humana.
            Luego de lo cual, sin dudas, alguien más heredará la tierra.

16 comentarios:

José A. García dijo...

Continúa la búsqueda.

Saludos,

J.

jfbmurcia dijo...

Recuerda que yo soy tu amigo...Un saludo.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Parece el plan de un villano de historieta, de esos que no reconoce que es un villano, de un villano de película de espionaje o de un demiurgo mal llevado.
Dejando de lado la ética, el plan puede tener aspectos tentadores.
No sé exactamente que es un it girl, si es que alguien sabe. Pero dejaría de lado a las mujeres de las ejecuciones. A lo sumo alguna pena como corresponder a alguien común y corriente, alguien no necesariamente mediocre pero sin fama.
¿Los veganos entrarían entre los potenciales blancos? Suelen ser gente bastante molesta.

José A. García dijo...

JfbMurcia: Lo tendré en cuenta si decir hacerlo.

Demiurgo: Los veganos entran en la categoría de fanáticos. Y qué suerte que no sepas lo que es una it girl, por cierto que nada se pierde por ello.

Saludos a ambos,

J.

Geraldine, dijo...

me pregunto mas por los que quedarían que por los caídos....seleccionar es dificil,,,ma si!que paguen justos por pecadores!

BEATRIZ dijo...

Espero no estar en la lista de los seleccionados!

Feliz Domingo con todo y todo.

ოᕱᏒᎥꂅ dijo...

cuando comience la veda yo quiero estar en primera línea... paso de estar pasando penurias aquí....
vamos que me ofrezco voluntaria
besos.

Recomenzar dijo...

piensas cuando escribes
meditas tus letras
las largas al abismo
me han gustado

Frodo dijo...

¡Tremendo! Me pareció estar leyendo al "Astrólogo" de Arlt.
Me hizo mucha gracia lo del actor mediocre, ya que venía subiendo la apuesta y ese escalón como que pareció de otra altura.
Muy buen relato, ¡con las pizcas de humor perfectas!
(No he señalado ningún error)

Abrazo!

Nino dijo...

Buenas tardes, José:
Leerte me lleva a reflexionar sobre la dificultad de lo sencillo, sobre cómo por suerte esa dificultad nos impide cometer acciones de las que nos arrepintiríamos toda la vida.
Un abrazo, José.

José A. García dijo...

Geraldine: Es que, en teoría, no quedaría nadie...

Beatriz: Eso no lo decido yo, sino quien comience el juego.

Juana: Habrá que hacer una lista de los primeros que quieren caer; así sería más sencillo aún llevarlo todo a delante.

Recomenzar: Si la pregunta es si pienso en lo que escribo, la respuesta es no, tomo una pluma y comienzan a fluir las palabras, cuanto más oscuras, mejor.

Frodo: Gracias por la comparación con Artl, no me la esperaba.

Nino Ortea: Siempre es más fácil encontrar un problema y no hacer lo que se pretende que solucionar esa dificultad y hacer lo que queremos hacer. Es la ley del mínimo esfuerzo, ¿no?

Saludos,

J.

Dyhego dijo...

Un plan maquiavélicamente perfecto, pero... ¿quién lo pondrá en marcha? ¿Y por qué matar a un actor mediocre? ¡Pobrecito!
Salu2

Amapola Azzul dijo...

Tal vez la hereden otras especies.
Besos.

taty dijo...

Siempre me he cuestionado el tema de la pena capital. Ciertaemente hay crímenes tan feos que no merecen otra cosa, ¿pero qué diferencia al asesino criminal del verdugo? ¿la licencia entregada por la sociedad para hacer lo que hacen? ¿al final no es un acto igualmente bárbaro el cometido por el verdugo?

Lo de las it girls es más triste que otra cosa. Hoy pasé por una librería y en la sección de biografías estaba Georgia O'Keefe al lado de la Kardashian. Entre los gobernantes que tenemos y visitas deprimentes a la librería...

Abrazos!

José A. García dijo...

Dyjego: Cierto, los actores mediocres, en su mayoría, ni siquiera saben hacerse los muertos.

Amapola Azzul: Tal vez eso sea para mejor.

Taty:La tristeza de la It Girl, como la de los niños ricos que sólo tienen dinero, es producto de la sociedad, no otra cosa. Y nadie habla de pena capital, sino de sincericidio, tal vez...

Saludos,
Nos leemos.

J.

Xindansvinto dijo...

El futuro es de las cucarachas.