Las últimas semanas el aparato
había funcionado pésimamente mal. No encendía, o lo hacía en cualquier momento,
se tambaleaba y derramaba el agua y el jabón, hacía ruidos extraños y su
interior emanaba olor a quemado; por lo que se podía hacer cualquier cosa con
él menos la que era su función, es decir, lavar la ropa. O podías hacerlo si no
te importaba usar ropa manchada y agujereada, cuando no quemada.
Por ello había
quedado semi-olvidado en un rincón del sótano, cerca de un enchufe y una toma
de agua, pero alejado de los demás, listo a que algún desprevenido quisiera
usarlo. En el caso en que la herrumbre y el polvillo que se enseñoreaba con él
no fuera suficiente para desanimarlo.
Tal eran las
cosas que el incauto desprevenido encontró un día de abril, con una pila de
ropa sucia y una caja de jabón en polvo. Como las otras lavadoras estaba
ocupadas, sus ojos se posaron en el viejo aparato al final de la luz.
Caminó hasta
él, lo llenó de agua, jabón y sus ropas (incluidas las zapatillas que llevaba
puestas) y, sin otra cosa que hacer, quedó esperando a que el proceso terminara
leyendo una vieja revista del corazón que encontrara abandonada allí abajo.
No lo notó,
porque uno nunca nota a la tragedia acercándose. El agua comenzó a desbordar del
roto aparato, humedeciendo el suelo, mojándole los pies y, cuando por fin se
percató de esto, extendió la mano hacia el enchufe para el aparato apagar…
Lo
encontraron, sin vida, medio carbonizado y semidesnudo, varios días después,
junto a aquel lavarropas que no funcionaba del todo bien…
14 comentarios:
No quedé muy conforme con este texto, pero aún así me parece bueno darlo a conocer para que vean que no siempre me salen bien las cosas.
Saludos
Obviamente, sería muy ingenuo creer que todo lo hacemos bien o muy bien. De todos modos leeré en otro momento el texto, ahora debo irme, suerte, pues, y gracias por el provervio, debe ser indio, yo considero a la muerte como una forma de inmortalidad de la que no llegamos a ser parte. Suerte.
Me gustaria saber que fue de su ropa..!!!
En fin…la conclusión…seria… ((no siempre las cosas resultan como uno quisiera))
saludos ¡!
me muero por partida doble si me muero en una tarea domestica del hogar!
Evidentemente estamos peleados con la tecnología...te deseo lo mejor para éstas fiestas y no se pierda!!!beso
me recuerda a narraciones más paroximadas a la comedia, como "vicios ancestrales".
Saludos G!
jajjaj me causó gracia tu aclaración final.
La pregunta es, son:
¿Por qué no te gusta este texto?
¿Y por qué no lo llamas "cuento"?
A mí me gustó, unas pocas oraciones obstaculizan la lectura (ej: "extendió la mano hacia el enchufe para el aparato apagar…") pero el encare, la historia y la forma en que se encara me encantó!
Ja,ja,ja,ja, yo no lo veo mal, ah, es entretenido, será por la crítica al estilo. En fin, no hay problemas, suerte.
Hola D:
Yo quedo conforme; me remite a las tragedias cotidianas que reseñan con morbo y frivolidad en la malquerida nota roja.
Ahora que, por otra parte, le veo continuidad con los demenciales objetos que nos circundan y que tan puntualmente nos recuerdas.
Saludos.
Me gustó mucho. Final inesperado y todo. Pequeñas delicias de la vida cotidiana.
Besos
A mi me gusto, es raro..no sé.
Saludos azucarados para usted
Zeta: La muerte puede ser muchas cosas y ninguna. He ahí su misterio y su grandeza.
Cioran: La ropa se la quedó una vecina de la planta baja, quien el fin de semana siguiente la llevó a una feria americana para conseguir a cambio una fea lámpara de porcelana (eso creía ella), que le recordaba a su infancia.
Dani: Me imagino que si. ¡Mira si te vas a poner ha hacer algo de la casa!
Geraldine: ¿Yo peleado con la tecnología? ¿Entonces que hago en un blog? No, Geraldine, yo sólo pongo en evidencia la estupidez humana, que es mucha y lo innecesaria que es mucha de la tecnología del día de hoy.
Gast7: voy a buscar qué es eso, gracias por el dato.
Patto: No me gusta porque no está bien estructurado, porque se lee mal, es dificil entrarle, y, como decis, no cierra bien. Tendría que reescribirlo, pero en la reeescritura el texto pierde su frescura. No lo llamo cuento porque desde mi perspectuiva no lo es.
JLVasconelos: Era la idea, pero no encuentro ya aparatos que se hagan acreedores de mi desprecio (no tengo muchos en casa, tendré que salir a ver qué hay en los negocios)
Luna: Gracias. Pero para pequeñas delicias prefiero las masas secas, o las galletitas pepas.
Saludos
"Tendría que reescribirlo, pero en la reeescritura el texto pierde su frescura."
Acordate que para el lector siempre va a estar "fresco".
La reescritura es, para mi, absolutamente necesaria, es pulir, sacarle brillo a la pieza.
Je!: No dije que no iba a gustarle a quien lo leyera, sólo aclaré que yo no estaba totalmente conforme con él. Gracias por tus palabras.
Saludos
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