sábado, 14 de septiembre de 2024

Dormir

Abrió los ojos. Sus sentidos estaban alertas indicándole que algo, no sabía qué, no estaba bien, que quizá estuviera en peligro, que tal vez sería mejor levantarse. Se mantuvo quieto hasta que se calmó su corazón dejando libres de su retumbar a sus oídos. Lo que lo hiciera despertar, y que seguía sin saber qué era, le erizaba la piel y el cabello. Un instante antes dormía pacíficamente hundiéndose en la oscuridad de los párpados cerrados y la habitación solitaria como cada noche, dormía sin moverse, casi estático en una misma posición. Lo sabía porque era la única forma en la que lograba descansar y necesitaba de todo el descanso posible luego de tan agotadora jornada. Dormía sin miedo a despertar, sin miedo a no hacerlo, dormía y ya.
    Su deseo era dormir para siempre, la excepción era ese momento en el que algo lo había arrojado a la vigilia, algo de lo que no era consciente. Pensó en levantarse, pero eso haría que su cuerpo se activara y luego, volver a dormir, sería más complejo; si lo hacía, si se levantaba, su pensamiento comenzaría a fluir sin orden ni objetivo, recordando los días por venir, aquello que aún no había logrado, todo en lo que ya había fracasado. Sabía que lo mejor era no levantarse, por lo que no lo hizo.
    Pensó en cerrar los ojos para que la oscuridad ganara sobre ese resplandor nocturno que se filtraba por las cortinas mal cerradas. Respirar acompasadamente para guiarse hacia el sueño; pensar en eso, en dormir y no querer permanecer despierto, lo ayudaría. Cerrar los ojos y pensar en dormir, no pensar y dormir. Dormir y ya. Pero no lo lograba, no dormía, permanecía despierto y pensando.
    Es irónico saber que cuánto más se quiere dejar de pensar, más se piensa. No se puede pensar en no pensar sin lograr lo contrario, porque eso mismo es lo único que se obtiene. No quería pensar y pensaba, no quería moverse y se movía, quería cerrar los ojos y los mantenía abiertos, quería dormir y continuaba despierto. Todo lo contrario y solo lo contrario, el suyo era un mundo del revés.
    Miró hacia la ventana, el resplandor en el exterior aumentaba, otra señal de que nada salía como lo quería. Aunque quería era dormir, continuar durmiendo, tal vez para siempre, por los siglos de los siglos, hasta el final de los tiempos, la resurrección de los cuerpos, la vida eterna y el perdón de los fracasos, vería otro amanecer.
    Apenas comenzó a sonar extendió la mano y apagó la alarma.

29 comentarios:

José A. García dijo...

Con lo hermoso que es dormir y lo difícil que es despertar...

Saludos,
J.

Coŋejo pestilente dijo...

Desde ayer en México ha habido celebraciones por el 15 y 16 de septiembre, se agarraron desde el viernes hasta el lunes (día feriado) no se dejan de escuchar bocinas de autos, música a todo volumen borrachos y demás escándalos en la calle, A TODA MALDITA HORA DE LA NOCHE, dormir ya no es una opción, ojalá y todos esos borrachos celebrando durmieran... para siempre y nos dejen dormir a nosotros... por lo menos 8 horas.

Gabiliante dijo...

La responsabilidad torturadores. ¿ y si no sonará el despertador? ¿ si llegara tarde al trabajo?
A esa mierda de trabajo agotador.
Lo echarían y no tendría ni donde echarse a dormir. No tendría ni un trabajo de mierda.
Abrazooo

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Tener una motivación para despertarse. Puede ser difícil.
Saludos, colega demiurgo

Hola, me llamo Julio David dijo...

Me gusta cómo juegas con la idea de que la vida eterna prometida por el cristianismo, podría ser TENER que levantarse, cada día a cierta hora para hacer lo mismo de siempre. El infierno, si es dormir, se presenta como un espacio tentador. También es curioso que si bien los rituales le dan orden y significado a la vida, también la llevan al hastío y al sinsentido. Va un abrazo, José.

gla. dijo...

Lo mejor, si no puedes dormir
Soñar despierto y cuando te das cuenta, suena la alarma
Abrazos

J.P. Alexander dijo...

Uy yo tambien tengo ese deseo dormir y dormir. Lastima que no se pueda. Te mando un beso.

DULCINEA DEL ATLANTICO dijo...

Dormir es un acto que muchas veces cuesta conseguir y lo de dormir para siempre todos lo vamos a conseguir algún día, lo malo es que en ese caso no se despierta nunca más
Un saludo Jose A.
Puri

Jose Casagrande dijo...

No poder dormir parece que es un arte que se va perfeccionando conforme tenemos mas y mas noches de buen insomio.

Jose Casagrande dijo...

PD: Un truco que uso cuando no puedo dormir, es imaginar una situacion que me sirva para escribir alguno de mis cuentos.... a veces me duermo al ratito, otras veces logro pensar y repensar tanto la escena que nada mas hace falta escribirla, pero ya todo el trabajo de hacer la trama/argumento/final etc, ya esta listo.

Beauséant dijo...

Yo también he pensado en la vida eterna, alguien atrapado en ella. Alguien que sólo quiere cerrar los ojos y dejarse llevar a esa promesa de oscuridad en la que no hay nada, pero que, cada vez, es empujado por una alarma a seguir viviendo.

Gabiliante dijo...

Pues mi lo qie me pasa en esos cados es que por la mañana sé que tenía algo pensado pero solo recuerdo detalles muy vagos. Y es peor. Echas a perder una idea
Abrazoo

lunaroja dijo...

Hoy tu relato fue como un espejo ...
Prefiero no comer a no dormir.
Muy buen relato!
Saludos

Buscador dijo...

Como un gato sigiloso Morfeo lo llevaba a las profundidades del sueño. No quería dormir por sentirse indefenso; luchaba por quedarse despierto pero nunca lo lograba. Llevaba años en la cama por culpa de aquel accidente pero últimamente tenía sueños premonitorios. Ser tetrapléjico no era fácil y saber qué sucedería al día siguiente por medio de los sueños, era un peso difícil de soportar. La medicación para tranquilizarlo era cada vez mas fuerte; imposible de vencer para no quedarse dormido. La ventana de su habitación mostraba el horizonte con tonos rojos y anaranjados y el otoño venía con olor a tierra mojada. Después llegaba la oscuridad y con ella los malditos sueños. Sabía de guerras, de personas queridas que morirían pronto, de cómo cambiaría su ciudad con el paso del tiempo mas allá de su muerte...Un avalancha de sucesos estaban por venir y no podía hacer nada. Sabía que la asistenta le robaba, que su hermano moriría de cáncer y que pronto se quedaría solo por no tener mas familia. El silencio era una continua tensión que hacía escalada como las dosis de somníferos y tranquilizantes.
Pero aquella noche era especial porque salió de su cuerpo. Viajó a lugares insospechados y estuvo cerca de personas que hacía años no vía; podía hablar, podía usar sus piernas y sus brazos y podía sentir la libertad sin que nada le entorpeciera. Visitó escenarios del futuro y del pasado. Todo era maravilloso hasta el amanecer cuando tenía que volver a su cuarto. Atravesó el tejado y el techo de su habitación para descubrir que le habían desconectado de la máquina que lo mantenía vivo y que el médico y la enfermera, ya lo daban por muerto. Un pozo sin fondo lo atraía con fuerza de gravedad hacia su centro y una luz lo llamaba.
El día 15-9-2024, volvió a despertar en su cama. Fue testigo de su muerte y tampoco a nadie se lo dijo.

Buscador.

Frodo dijo...

Ay Ay A....y ¿Y este imsomnio de quién es? Luzbelito pregunta una y otra vez.

Se que le debo una respuesta aún. Usted descanse tranquilo, ya llegará.

Abrazos, herr

Cabrónidas dijo...

Irse a dormir —y dormirse— es uno de los mayores placeres a experimentar, si luego es tu reloj circadiano el que te despierta y no un puto despertador, emita el sonido que emita. Estoy convencido de ello.

Campirela_ dijo...

Gracias por tu visita.
El dormir es un placer, los que tenemos dificultad es jodido. Un saludo.

Nuria de Espinosa dijo...

El insomnio es terrible. El deseo de dormir y no poder puede ser agobiante, más si vives en calles centrales de alguna ciudad donde el ruido puede ser demoledora. Y te lo digo yo que parezco de insomnio crónico y apenas logro dormir un par de horas. Un abrazo

Chafardero dijo...

Es duro tener problemas de sueño, dar vueltas y vueltas pensando bobadas sin conciliar el sueño. Has descrito muy bien esas vigilias eternas, solo rotas por el reloj

stella dijo...

A veces cuando llega la noche y ansiamos descansar en un bonito sueño, nos es imposible porque morfeo juega con nosotros y nos mantiene despiertos, aunque no lo deseemos...
bueno...al menos nos sirve para soñar
Me ha gustado leerte
Un abrazo

lichazul dijo...

Dormir y soñar no siempre se dan juntos , es como todo en la vida y en las personas

Saludos 👍

Etienne dijo...

Hay días en que abro los ojos un ratito antes de que suene el despertador, hay un motivo y no lo conozco.
Hay días en que cierro los ojos y me duermo tan rápido que juro que soy capaz de escucharme roncar.
En el medio, hordas de sueños irrelevantes, imágenes bailando tras mis párpados que al segundo olvidaré.
Me gusta mucho dormir, aunque al final siento que me pierdo tiempo de vigilia, siento incomodidad.
Lo veo desde el punto práctico de recargar energía, un repostaje.

BEATRIZ dijo...

Hay epidemia de insomnio, a veces me pasa. Lo más deseado es el sueño y punto.

Saludos,

Fackel dijo...

La vida depara muchos insomnios; no todos son nocturnos.

Dyhego dijo...

José:
cuando tengo insomnio, no muy a menudo, es una auténtica "pesadilla"...
Salu2.

María dijo...

Yo hay noches que no pego ojo, qué mal se pasa, dan ganas de levantarse y seguir como si fuera día.

Un abrazo.

Amapola Azzul dijo...

El insomnio deja huella...
Besos.

Carlos augusto pereyra martinez dijo...

Creo que es el mejor elogio al sueño. Un abrazo. Carlos

BEATRIZ dijo...

Qué traición de uno mismo es querer y no poder...dormir, o dejar de pensar...dormir, dormir para siempre, quizá. Y todo por pensar en no pensar.
Saluditos.