Aunque no hiciera falta cortaba y arreglaba su cabello una vez al mes, pero no dijo nada.
sábado, 27 de mayo de 2023
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Por alguna razón que sólo el dueño de blogger tal vez conozca, todos los textos y comentarios que publiqué desde el inicio de Proyecto Azúcar hasta principios del 2011 hoy figuran como si los hubiera realizado un Anónimo. Sepan pues, dos cosas, Uno: todos los textos publicados son de mi autoría. Dos: los mensajes firmados como J., son respuestas a los comentarios de quienes me leyeron. Los otros comentarios anónimos seguirán de esa manera. Gracias
Si no dice "esta foto es mía", es porque la saqué de la red. No son de mi autoría, ni de ningún conocido mío, no las utilizo con fines de lucro sino para ilustrar para el contenido de mis textos. Y si alguien se ofende o se molesta, problema de ese alguien.
Gracias.
José A. García
28 comentarios:
La ficción del contrato social siempre pesa más.
Saludos,
J.
Nunca es suficiente arreglar el cabello para que esté sano, así no necesitara -aparentemente- arreglo
Costumbre. Saludos. Carlos
Tal vez porque siempre se cortaba el pelo de la misma manera, sino tendría que especificar cuál corte quería.
Saludos.
Contacto... Se siente solo, oh
Es triste trata de arreglarse para otra persona y que este no sé de cuenta. Te mando un beso.
Acostumbrada higiene.
Sigo leyendo...no digo nada.
Vivimos en sociedad, las normas hay que cumplirlas ¡faltaría más!
SAludos.
Una persona cuidadosa de su apariencia.
Buen domingo.
A veces las rutinas se transforman en nuestra forma de vida.
Saludos!
Una de las primeras muestras de que te has rendido es que descuidas tu higiene, esa barricada hay que pelearla hasta la última bala.
Tu personaje tal vez esté a punto de rebelarse...
Abrazo hasta allá.
No es por higiene, porque no hacía falta. No es por costumbre porque va más allá de un hábito. Pienso que lo hace por alguien e, intenta de alguna forma atraer su atención.
Abrazos José
Hay decenas de hábitos en millones de personas que se hacen por eso, por la costumbre pero no por la necesidad. Si aprendiéramos a saber por qué hacemos lo que hacemos, a detenernos a reflexionar sobre nuestros actos, nos esforzaríamos en asuntos verdaderamente constructivos. Saludos
Tal vez no hay necesidad de cambiar los hábitos de toda una vida, aún cuando no haya nada que peinar
Abrazos
Lo superficial no hace a la esencia, tiene que hacernos sentir cómodos. No conozco a ningún peluquero.
Si, parece se puede vivir en "piloto automatico",
no hay que decir NADA, porque todo va por inercia.
Mejor así, ya hay quien habla hasta lo innecesario.
Salud
ya lo dijo ROUSEAU ..."La libertad consiste menos en hacer su voluntad que en no estar SOMETIDO a la de otro; consiste, también, en no someter la voluntad de otro a la nuestra. Quienquiera que sea amo no puede ser libre, pues reinar es obedecer"
Pero tienes razón, pesan más los convencionalismos y las normas sociales que nuestra propia voluntad. Por eso, aunque no haga falta nos cortamos el pelo ; )
Me resulta curioso que siempre termines tua frases con ... pero no dijo nada, pareces un moje zen ; )
Un abrazo y gracias!
Persona ideal para cualquier peluquero. Negocio asegurado y no tener necesidad de actuar de psicólogo de su cliente para duplicando su trabajo.
Saludos
Para qué hablar si todo está dicho. Magnífico. Un abrazo
Antes muerta que sencilla.
Chafardero
El micro me dejó algo perpleja.
Por lo menos se cuida, y no se deja al abandono.
Besos.
Y hay tantas rutinas inútiles.
Rutina mensual que intenta suplir algún vacío existencial, quizás.
Yo soy de cortarme las puntas en el baño de mi casa, ¿es de rata hacer eso? Sí.
Saludos
José: Y no va a dejar de pesar, porque no deja de ser útil para alguien más.
Maia: Son rutinas que se mantienen muchas veces solo porque sí.
Carlos Augusto: Costumbre, rutina, acomodamiento…
Demiurgo: Pero para eso tendría que haber hablado.
Maia: Todos estamos más o menos solos.
J. P. Alexander: Estamos rodeados de tristeza casi todo el tiempo.
Tot Barcelona: Sin sentido en muchos casos, pero necesaria, siempre.
Alfred: Yo tampoco digo nada.
Manuela Fernández: Faltaría más, claro.
María Rosa: Sin dudas, lo que se ve siempre es lo que más importa.
Luna Roja: Vivimos inmersos en la rutina.
Beauséant: Entonces, ¿no me dejo la barba?
Carlos Perrotti: O se rebeló y nadie se dio cuenta aún.
Tatiana Aguilera: Quizá quiera llamar su propia atención.
Sergio: Son cosas que hemos aprendidos, algunas veces por la fuerza, y que nos negamos a abandonar. Claramente. Es más fácil así que pensar en algo diferente.
Gla: Tal vez exista la necesidad de cambiar toda la vida.
Etienne: Por mi zona están de moda las “barberías” en las que por lo general solo conocen dos cortes de pelos diferentes, y no les pidas nada que no sea eso porque no lo saben hacer.
José Casagrande: Inercia en el caso de que alguna vez hayamos tenido una dirección definida.
Erik: El silencio es un bien escasamente sagrado.
María: Últimamente estamos yendo en la dirección contraria a la propuesta por Rouseau, ya no me quedan dudas.
Dr. Krapp: ¿Le harán descuento por permanecer en silencio?
Nuria de Espinosa: Exacto.
Julio David: Tal vez el peluquero estaba pasando por una situación similar. Nunca lo sabremos.
Chafardrero/Anónimo: Muchos deberían estar entonces…
Amapola Azzul: ¿Por qué se le teme tanto al abandono? Tal vez allí estén las respuestas a las preguntas que nunca hacemos.
Gildarlo López: Casi todas.
Egle Nazarena: Claramente, todos somos un poco ratas en esta vida.
Gracias a tod@s por sus visitas y comentarios.
Nos leemos,
J.
No diré nada acerca de cabelleras
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