sábado, 6 de mayo de 2023

Un océano de soledades # 1

El café tenía sabor a quemado, pero no dijo nada.

10 comentarios:

José A. García dijo...

Para peor, seguro que era demasiado caro.

Saludos,
J.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Por lo menos no estaba demasiado caliente. De haberlo estado habría gritado Ay, de haberlo probado apurado. O de haberlo volcado sobre si mismo.

Saludos.

Guillermo Castillo dijo...

¿?

Frodo dijo...

Cuando uno siente olor a café quemado, ya no hay vuelta atrás

Etienne dijo...

El café quemado es causal de revolución.

mariarosa dijo...

No me gusta el café quemado, ese tipo es un santo.

José A. García dijo...

José: Seguro que sí, para que la cafetería parezca más “pro”. Sea lo que sea lo que signifique ser más pro.

Demiurgo: Demasiado caliente o amargo, casi ácido, son las dos opciones.

Guillermo: Exacto.

Frodo: Algunas veces es demasiado tarde.

Etienne: Sin lugar a dudas.

María Rosa: O un derrotado.

Gracias por sus visitas y comentarios.
Nos leemos,
J.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Pasa. Hay sitios donde el que les queda, lo recalientan, sin importarles el cliente. Saludos.
Carlos

Mista Vilteka dijo...

El café quemado sólo para el fin del mundo.

José A. García dijo...

Carlos Augusto: Es cierto, pasa, muy seguido.

Mista Vilteka: Tal vez ya estemos allí.

Saludos,
J.