sábado, 30 de julio de 2022

Sistema

El moderno tren eléctrico traqueteaba sobre las viejas vías, el presupuesto de actualización del sistema de transporte no había alcanzado para cambiarlo todo. Mirando por la ventana de su derecha se encontró con un campo de cultivo de proteínas genéticamente modificadas. Hectárea tras hectárea de plantas idénticas entre sí, clones de una única simiente original, que crecen sin importar el clima ni la calidad del suelo, crecían porque para eso habían sido programadas. No es soylent green, pero casi, pensó distrayéndose apenas del sentido de aquel viaje. El tren llegó hasta una pequeña estación de pueblo que rápidamente quedó atrás cuando nadie subió ni descendió de la formación.
    Luego de los campos de cultivo de proteínas venían campos de paneles solares que acumulan las energía necesaria para alimentar a las siempre famélicas ciudades de los hombres además de al mismo tren. Encontraron otra estación perdida en medio de los paneles, una estación de control en la que el tren ni siquiera se detuvo. Algo, pensó, algo indefinido, no está del todo bien, pensó mirando toda esa extensión de espejos negros. Me gustaría saber qué es, porqué me siento de este modo.
    ¿En qué piensas? ―lo distrajo de su ensimismamiento una voz que sonaba como parte de un recuerdo, pero no lo era.
    ―En que ―respondió mirando a su clon-gemelo de quince años sentado junto a él―, estás a punto de conocer muchas cosas, muchas culturas, muchas personas, muchas novedades.
    ―Lo sé ―dijo el adolescente―. Fue lo que me dijiste antes de que saliéramos de la granja de crianza. ¿Recuerdas?
    ―Claro que sí. Me refería a otras cuestiones, cosas más… digamos que cosas diferentes.
    ―No te entiendo.
    ―Cuando realicé este viaje encontrándome en tu lugar, con el clon-gemelo anterior sentado en mi lugar, con esta misma voz, en estas mismas vías, en un tren que se veía un poco más viejo que este aunque en ese momento era nuevo, ese clon-gemelo anterior dijo algo que me llevó mucho tiempo entender, pero cuando lo hice me sirvió para darme cuenta de varias cosas que no están del todo bien aquí ―se tocó la frente con la punta de un dedo y luego hizo un gesto que pretendía abarcarlo todo.
    El tren continuó avanzando, un poco más lento al ingresar en el distrito de adoctrinamiento universitario.
    ―¿Qué fue lo que dijo ese clon-gemelo anterior? ―preguntó el adolescente.
    ―Dijo que existen personas que creen poseer la profundidad y la oscuridad del océano en su pensamiento, en sus acciones, pero no son más que un charco de agua turbia y estancada. Y también a la inversa. En aquellos que creemos ver un charco de agua turbia y estancada, se esconde la verdadera profundidad, una que no necesita de la oscuridad de un océano para demostrarse.
    Ambos clones-gemelos, el adulto y el adolescente, se miraron en silencio. El adulto reconoció en los ojos del adolescente el mismo desconcierto que alguna vez fuera el suyo. Sabía que el adolescente no preguntaría qué significaba esa frase, así como también sabía que no podría responderle si llegaba a preguntarle.
    El tren se detuvo, abrió las puertas automáticas y los pocos pasajeros que llegaron hasta allí descendieron. Todos eran parejas de clones-gemelos. Todos de la misma serie.
    Bajo un cartel que señalaba el final del andén comenzaba, colina arriba, el camino hacia el brillante edificio universitario.
    ―Hasta aquí puedo acompañarte ―dijo el clon-gemelo mayor a mitad del andén, a unos pocos pasos de donde también se detenían las otras parejas.
    ―Lo sé ―respondió el clon-gemelo adolescente sin el menor atisbo de emoción o interés en lo que sucedía.
    ―Disfruta tus próximos veinticinco años de formación.
    ―Haré mi mejor esfuerzo.
    ―Lo sé ―dijo el clon-gemelo mayor sin el menor atisbo de emoción o interés―. Porque es lo que hice yo, lo que hicieron los anteriores ―Chocaron los puños cerrados a modo de saludo―. Adiós.
    ―Adiós.
    El clon-gemelo adolescente se encaminó hacia el inicio de su recorrido universitario. El clon-gemelo mayor ocupó el séptimo lugar en la línea de espera para ingresar a la unidad de desintegración molecular en el extremo opuesto del andén. Ese era el final de su propio camino.
    El sistema aparenta funcionar bien, pensó el clon-gemelo mayor, y mientras lo haga, las críticas, los comentarios, las suspicacias, no tienen lugar. Espero que él lo haga mejor que yo, pensó sin mirar atrás al escuchar al tren alejarse.

22 comentarios:

José A. García dijo...

Algunos sistemas están pensados a prueba de fallos.
Otros no lo son tanto.

Saludos,
J.

Frases Bonitas dijo...

No se si eso de los clones sea verdad.

Gra dijo...

Hola Jose, "El futuro llego.... hace rato" decia el Indio Solari en "Todo un palo", muy buena historia lo voy a tomar como referencia, despues de algunos años voy a volver a ver si algo cambio.
No es mucho 25 años del AUBA seria el (Adoctrinamiento universitario de Buenos Aires) 😊.
Creo que ya existen los clones yo tengo dos, porque siempre me dicen que somos iguales 👩👭.
Excelente relato de ciencia ficcion me recordo mucho a Blade Runner 2049.
Saludos Jose!!

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Está bien el relato de un futuro que podría suceder ahora mismo.
Un sistema con trampas, manipulación pero nada que parezca muy terrible. Lo que ya es algo.
¿Cuál es la habilidad social de los clones, para interactuar con mujeres, que seguro también son clones?

Saludos.

José A. García dijo...

José: Otros sistemas son puro fallos, sin dudas.

Frases bonitas: Tal vez lo sea, tal vez no.

Gra: Gracias. No pensé que pudiera ser BsAs. aunque bien podría serlo. Eso de tener un doppelganger suele ser por demás molesto.

Gracias por sus comentarios.
Nos leemos,
J.

José A. García dijo...

Demiurgo: De seguro habrá también clones-gemelas dando vueltas por el centro universitario. Lo que salga de esas uniones ya no lo sé.

Saludos!
J.

J.P. Alexander dijo...

Genial relato de un mundo que no parece muy lejano. Te mando un beso.

Tot Barcelona dijo...

No ha de tardar mucho en llegar. Ahora ya no hay robots, hay humanoides.
salut

serafin p g dijo...

Muy buena la metáfora "un charco de agua turbia y estancada" aplicada al pensamiento.
Oportuna la semilla de la superación/alteración-del-orden que se insinuá al final del relato.
Salute!
Sera

Jose Casagrande dijo...

Lo que he descubierto clonando moscas es que despues de la copia 50 comienzan a parar cosas raras, digamos la copia 51 ya no es de buena calidad, se enferma facil, muere rapido.

Tendre que seguir investigando, quizas para hacer las primeras 100 copias de buena calidad.

Maldita copia 51

Beauséant dijo...

Así es, mientras nadie se haga preguntas el sistema funciona, el problema es que en algún momento esa copia de clones tendrá un error, un bit erróneo en alguna larga cadenas de ceros y unos que nadie verá... No lo sabrán entonces, pero ese mismo día el sistema estará acabado.

Me gustan estos relatos :)

lunaroja dijo...

Tremendo relato que refleja una futurible realidad...
Magníficos tus textos.
Saludos!

gla. dijo...

Pareciera que nada tiene sentido
Intentar una y otra vez
Si al hacerlo no encontramos satisfacción

Abrazos

lanochedemedianoche dijo...

Ojalá no sea como el relato, seguro es un futuro sin fe.
Abrazo

Tinta en las olas dijo...

Muy bueno, pero espero que el futuro no sea ese, y si llegase a ser, espero que alguno de ellos rompa las reglas.

María dijo...

Seguro que está por llegar, un futuro extraño.

Un placer leerte.

Un abrazo.

beatriz dijo...

Y este cuento está pensado a prueba de fallo, muy bien narrado. Por lo menos a la primera lectura no le encontré fallo.

Saludos, José.

Manuela Fernández dijo...

Por mucho que avance el mundo, por muy alienados que estemos, siempre habrá gente que piense y no se deje arrastrar.
SAludos.

Anónimo dijo...

Qué lástima la gente soberbia que escupe para abajo sin saber que haciéndolo sólo se escupe sus propios pies.

Espero que seas puedas ser feliz, josecito, si te lo permite tu propia soberbia :)

José A. García dijo...

J. P. Alexander: No parece tan lejano porque tal vez ya esté entre nosotros.

Tot Barcelona: Y la derecha vuelve…

Serafín: Gracias, costó darle forma literaria a esa imagen y que no pareciera un simple pastiche.

José Casagrande: Lo que me preocupa es cuando lleguemos a la copia número un millón, ¿Qué ganaremos entonces?

Beauséant: Cuando comenzamos a cuestionar el sistema se nota que no sabemos ni cómo ni por qué, ni por quién funcional. Mucho menos para quién.

Luna Roja: Una realidad que probablemente lleguemos a conocer, muy cierto.

Gla: Nada tiene sentido, pero como no hay cuestionamientos, todo continúa.

La noche de medianoche: Espero lo mismo, pero no creo que hagamos el esfuerzo para que no suceda.

Tinta en las Olas: Cada vez se vuelve más difícil romper las reglas, por eso el sistema la tiene tan fácil para continuar.

María: El futuro es extraño de por sí, cuánto le permitiremos serlo es lo que deberíamos discutir.

Beatriz: Gracias, por la lectura y el comentario. Si no hay fallo es porque el sistema funciona.

Manuela Fernández: La diferencia está en qué hacer con todo ese pensar, ¿nada? ¿algo?

Anónima: Gracias por el comentario. Intentaré tenerlo en cuenta.

Gracias a tod@s por sus visitas y comentarios.

Nos leemos,
J.

Recomenzar dijo...

Felicitaciones
Un gran Texto

Frodo dijo...


¿Saludos de puños cerrados? ¿acaso somos clones-gemelos?

Abrazos