Me interné en el Parque Rodó sin certeza alguna, esperando que me sorprendiera lo que pudiera encontrar allí. Lo había visto desde lejos en mis visitas a las pequeñas mini-playas, pero había decidido dejarlo para otra ocasión, para otro momento que, indefectiblemente había llega. Y aquí estaba ahora.
Internarme en sus caminos bien delimitados, típicos de fines del siglo XIX me llevó a contemplar árboles sin dudas centenarios, si es que no más, junto con los diferentes adornos que se encontraban desperdigados entre el verde del césped bien cuidado sin señal alguna de la evidente presencia humana. Todo tan similar pero diferente a los parques que conocía; porque uno siempre hace eso, aunque intente evitarlo, siempre termina comparando lo que está descubriendo con algo que ya conoce, para tener un marco de referencialidad, para no sentirse abrumado por la novedad o para rebajar lo nuevo a algo ya visto, conocido, experimentado y factible de ser rechazado sin más. A lo sumo una fotografía para compartir en alguna red asocial y ya.
Todo sin haber mencionado todavía las manchas marrones de los lagos artificiales del mismo color que el río que se encontraba tan cerca como el cruzar una calle. Me llamó la atención y pensé, en el caso de que fuera la misma agua del río, cómo lograban mantenerlos sin que el olor, el estancamiento, y todo lo demás se hiciera evidente. Incluso me pareció ver algunos peces nadando en esas aguas.
La duda estaba planteada, pero no encontré a nadie que me supiera explicar. Es cierto que tampoco busqué con mucha dedicación, porque la idea es, siempre, mantener algo de misterio. Además de que llevaba la mayor parte de la mañana practicando eso de caminar con el termo bajo el brazo y no me estaba yendo muy bien que digamos.
Sin embargo, y siendo tan poco adepto a los paseos en medio de un paisaje tan poco natural, tan poco humano, no puedo negar que el parque tiene algunos atractivos. La moda de salir a correr en círculos por los caminos de cualquier espacio verde citadino no había irrumpido en Montevideo —al menos no en la época de esta visita—, por lo que se podía caminar con tranquilidad, sin constante sobresaltos de ver surgir a nuestra espalda esos cuerpos tensos y sudorosos que se apartaban de nosotros como si fuéramos un problema a superar. Para no mencionar los olores tan o más rancios que el agua de río estancada.
Ese detalle sumaba a favor del Parque Rodó.
23 comentarios:
Para los que no saben y creen que solamente en los Parques de Palermo (BsAs) hay lagos...
Y ya que estamos en el tema, en serio, ¿qué es lo que corren? ¿Dónde quieren llegar? ¿De dónde quieren escaparse?
En fin, cuestiones pseudofilosóficas para los pseudodoctores de la televisión.
Saludos,
J.
Si. Bah, creo que se corre en todos los parques. No solo en el Rodo ni en Palermo, tambien en el Parque Centenario, Parque Chacabuco ( Buenos Aires). Coreern como si fuera la carrera de su vida. A mi me gusta caminar No correr. Y me pasan por al lado como si seria una especie de estorbo. Pero bueno. Cada cual con su mambo. Abrazos
En Córdoba también se corre y tiene ese olor tan particular, tanto el corredor y el lago (es un mas o menos lago que rodea una pequeña isla)
Yo suelo ir a caminar
Abrazos
No está visitar un lugar con detalles que suman a su favor.
Saludos, colega demiurgo.
A mi tampoco me gusta correr, me siento galgo gordo corriendo tras un chorizo que nunca alcanzaré,.
Saludos agradecidos
Fabulous blog
Lo importante, es que cuando hagamos visita a un parque, algo nos deje de inquietud, y no se convierta en una visita que deja regularmente la misma impresión: no presenta novedad, no tiene misterio, y cuando uno se enfrenta a espacios de este tipo, va dispuesto al asombro y no a la defraudación. Un abrazo. Carlos
Aguas contaminadas, corredores "de fondo", árboles centenarios, y es que los parques urbanos son un ecosistema en sí mismos...
Pues correr es un ejercicio que "engancha", yo misma lo he experimentado durante años, ahora prefiero caminar porque las hernias discales no dan para mucho más:)))).
Buen día
Saludos de un no corredor, ni en círculos ni en cuadrados.
Boa tarde José obrigado por nos trazer crônicas maravilhosas.
Son lindos los parques, te diría mejor que los bosques, que no sé por qué motivo me dan temor. Es cierto que los que corren siempre molestan , pasan como si fueran los dueños de los circuitos.
Saludos.
Pinta bien este parque pues s disfrutarlo y sobre todo a cuidarse mucho.
Abrazote utópico.-
Contesto a tus comentarios sin sentido Sigue escribiendo muchacho,
Tengo pendiente ir a conocer Uruguay, el país o el río, todavía no lo decidí. Estás crónicas han refrescado ese anhelo, y cuando lo sacie me ocuparé de hacer unos kilómetros al trote...no tantos, no sea que termine en la otra orilla.
salute!
Sera
Hola. Soy yo el que scribio antes. No se porque me salio unkown
En ese citadino andar nunca falta la sardina con aires de buen caviar.
Saludos.
A veces parece que ese Río de la Plata más que separar capitales o países separa actitudes y caracteres.
Saludos
Tu relato me trajo a la mente a Harry Haller (el L.E.) narrando sus salidas y sus pensamientos.
no nombraste lo mas importante del parque Rodó: el tren fantasma.
o el gusano.
Cuando voy a Montevideo (ya hace muchos años, puede llegar a hacer casi 10 años) siempre voy al parque porque amo mucho ver el atardecer en la playa que esta enfrente. Se ve el sol acostarse en el agua.
Que manía le ha dado ahora a todo el mundo con correr. No gana una con tanto sobresalto 😜 Saludos.
Unknown/Gustavo: Corren porque se aburren de sus vidas y creen que delante encontrarán algo más interesante. Al menos eso suponen.
Gla: No me queda más opción que ir y conocer.
Demiurgo: Muy pocas veces sucede. Pero tampoco tantas.
Malquerida: Además, ¿para qué si caminando también llegaremos? Aunque más tarde, pero menos cansados.
Rajani: Gracias.
Carlos Augusto: Teniendo en cuenta que las ciudades de todo el mundo se parecen cada vez más entre sí, quedan pocas posibilidades de encontrar algo realmente sorprendente en algún lugar del mundo.
Julio David: Felices ellos, no nosotros.
Ginebra: Un ecosistema que, como muchos otros, se encuentra en peligro de desaparición.
Pitt Tristan: ¿Y qué tal en triángulos? ¿Lo has intentado alguna vez?
Luiz Gomes: Gracias Luiz por pasar y comentar.
María Rosa: Pasan como si fueran dueños de sus vidas…
Utopía de Irma: De eso no hay dudas, es un buen lugar.
Recomenzar: Seguiremos escribiendo.
Serafín: Se pueden conocer las dos cosas al mismo tiempo. Se puede correr como corría Forest Gump…
Gustavo: Entendido. No sé qué es lo que habrá pasado, blogger hace de las suyas todo el tiempo.
Guillermo Castillo: Exacto. Nunca mejor dicho, aunque es la primera vez que lo escucho.
Dr. Krapp: Separa universos. No lo dudo.
Alexander Strauffon: No sé si estaré a la altura de la comparación, pero gracias.
Vodka: Siendo que estoy escribiendo de memoria sobre un viaje que hice en 20…. Puedo haberme olvidado de muchas cosas adrede o no. Pero del Tren ni siquiera me acordaba. Gracias.
Laura: La manía debe ser gastar zapatillas, no encuentro otra razón.
Gracias a tod@s por sus visitas y comentarios.
Nos leemos,
J.
Me gusta disfrutar de la naturaleza sin prisas.
Besos.
nunca fui. Lo vi de lejos, tal como lo habías visto vos en un principio.
Y siempre me lo imaginé como una mezcla entre los bosques de Palermo y la zona del Tigre donde está el Parque de la Costa.
Así de mal funciona, a veces la imaginación. Pero tendré que ir para corroborar.
Abrazos!
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