sábado, 16 de febrero de 2019

La propuesta


El joven mozo se acercó primero al Embajador plenipotenciario de Neoegipt, aproximó la bandeja a la mesa y esperó a que el hombre tomara una de las copas.
—Gracias Jamir —dijo el segundo hombre más poderoso de su país—. Y bien, señor Representante, ¿qué le parece?
Kashizmer, Representante de la Liga Sudafricana de Naciones Libres, se inclinó una vez más sobre el mapa del continente que ocupaba la totalidad de la mesa. El sello real de Neoegipt iluminaba las cuatro esquinas del rectángulo de papel entelado.
—Debo decir que cuando me encomendaron responder a su invitación tan, digamos, informal, Señor Embajador, no me esperaba algo tan serio. Algo como esto seguramente demande semanas, si no meses, de discusiones. Por otro lado, debo decirle que la tajada que ha elegido es la más grande. No puede dividirse el continente por la mitad con una línea arbitraria y dejarnos la más pequeña; en el norte hay más tierra que en el sur, como bien sabe.
—Más arena querrá decir —intervino el Embajador—. Solamente el 30% de nuestro territorio es habitable, la cuenca del Nilo, la franja de tierra que moja el Mediterráneo, la que es bañada por el Atlántico y poco más. El resto es desierto o selva. Por otro lado, contemple esto.
La mano del Embajador señaló la isla de Madagascar.
—La mina de diamantes más grande del mundo…
—Parcialmente agotada —acotó el Representante.
—Que aún guarda un importante remanente, ambos lo sabemos. Y quedaría en manos de la Liga. Sin contar con el coltan que obtendrán de aquí —dijo el embajador señalando el interior del continente.
—¿Qué pasará con las zonas aún no controlan efectivamente?
—Ese detalle nos incumbe sólo a nosotros. De igual modo que ha de ser secreto de Estado lo que ustedes harán con las tribus disidentes en este del río —respondió el Embajador tocando el mapa para señar a qué río se refería y lo bien que conocía la situación interna atravesada por la Liga.
El sudafricano pasó la mano por el mapa para quitar la arena arrastrada por el viento y acompañada por el calor, entraba constantemente en la tienda.
—¿Seguro que no pueden encontrarnos? —preguntó.
—La tela que nos cubre es del  color del entorno, y no es natural, es sintética; un polímero que no puede ser detectado por los satélites de vigilancia. Se comparta como si fuera arena para quien esté mire. Nadie del exterior sabe lo que hacemos aquí.
—Es algo muy arriesgado lo que propone. Nunca antes en la historia de África, no… del mundo, se ha intentado nada similar.
—Son tiempos arriesgados Kashizmer. Piénselo. Australia ya no existe. Los interminables campos de soja de la China arden por las bombas. El Missisipi nos muestra su lecho en época de crecidas. Todo esto lo han provocado ellos —el Embajador señaló el techo de la tienda—. Ahora combaten por Siberia creyendo que el vencedor obtendrá los restos de sus pozos petroleros. Su atención no caerá sobre nosotros hasta que estemos muy avanzados en el proceso.
—¿Por qué cree que serán tan fácil? Explíquemelo otra vez.
—Primero debemos acordar seguir un plan común ambos países para…
—Somos una Liga de Naciones Libres, no somos la URSS —interrumpió el Representante de la Liga.
—Por ahora. Nosotros también lo fuimos, al principio. Pero Neoegipt nació cuando las fronteras del viejo Egipto, Sudán, Marruecos, y el resto de los países de los que ya ni siquiera recordamos sus nombres, dejaron de tener importancia. Cuando, como una unidad, pudimos controlar el avance del Sahara; y ahora nos planteamos obligarlo a retroceder —dijo el Embajador con un discurso muy bien estudiado—. Ustedes pueden hacer lo mismo, para que donde antes hubo muchas en el futuro haya solo dos naciones, las nuestras. Y, en un futuro aún más futuro, sólo una nación africana social, política y militarmente unida, económicamente autosuficiente, y con la capacidad de mostrarle al mundo nuestro ejemplo. Un continente unido por su propia gente, no por un colonizador extranjero.
—Imponer su ejemplo, querrá decir.
—Suponemos que ello no será necesario, y que, cuando salgamos nuevamente al mundo, aún pueda hacerse algo por él —dijo el embajador.
—Somos parte del mundo, si ellos lo destruyen nos destruirán a nosotros también.
—Olvida Señor Kashizmer —dijo el Embajador reclinándose en su incómoda silla— que el mundo ha estado en peligro de destrucción varias veces, y hemos sobrevivido. ¿Sabe por qué?
—Dígame, ya que al parecer lo sabe todo y le resulto tan ignorante —respondió el Representante de la Liga agotado por el calor y la dificultad que el mismo le generaba para respirar libremente antes que ofendido por las palabras de su interlocutor.
—Porque aun el más fuerte teme morir. Aniquilar la vida en la Tierra implica eliminar tanto al vencedor como al vencido. Y eso, mi amigo, a nadie le conviene.
Kashizmer secó el sudor de su frente con un pañuelo. El desierto le desagradaba cada vez más.
—Será una masacre —dijo—, téngalo por seguro.
—Es cierto. Pero es la única forma de que, de una vez, los africanos recuperemos nuestra tierra, nuestra libertad —dijo el embajador cerrando el puño sobre el mapa en señal de unidad, de fuerza, de poder.
En ese mismo instante, como si hubiera estado esperando aquel gesto tan casual, la tiendo entera desapareció tragada por el sol, el calor, la arena y la explosión de un solitario misil. Ni siquiera el menor rastro quedó de los embajadores, el mapa intervenido por le servicio secreto neoegiptiano ni de la tela de la tienda que debería haberse comportado como parte del entorno para cualquiera que la mirara.


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En el número 36 de la revistadigital El Narratorio encontrarán publicado el relato “La chica del helado”, ya conocido por los lectores de Proyecto Azúcar, pero en otro formato.
Les recomiendo que visiten la página de la revista.

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13 comentarios:

José A. García dijo...

Y con este relato, luego de más de 11 años, llegamos a la entrada número 950.

Nos leemos,

J.

Cayetano dijo...

Un nuevo reparto de África sin Conferencia de Berlín ni Bismarck que valga. Solo que la tarta, en vez de con cuchillo, algunos la quieren partir a bombazo limpio.
Saludos.

unjubilado dijo...

No me extraña que el cielo se les haya caído sobre sus cabezas, habían puesto el mapa de África al revés.
Saludos

Eme dijo...

Y así les fue!

Me gustó el ralato. Voy para El Narratorio, excelente revista virtual.

Saludos y felices 950 entradas.

Frodo dijo...

Qué lindo es dar vuelta los mapas, y las historias.
Estuve leyendo a Sagan y toca estos temas, descentraliza las historias yanquis y habla mas de conciencia planetaria y de posible autodestrucción en nuestra "adolescencia tecnológica".

Felicitaciones por los 11 años y las 950 entradas.
Te meto presión:
vamos por las mil... ¿este año?
Abrazo!

Doctor Krapp dijo...

Una idea sugerente, magníficamente contada, con un final impactante.
Felicidades por los 11 años, yo empecé en el 2005.
Saludos

Manuela Fernández dijo...

El mundo está en manos de unos cuantos, aunque parezca novelístico, es un hecho.
Dicen que los días del mundo de los blogs ya quedaron atrás, tú llevas 11 años, yo 12, quienes hablan así se equivocan. Por cierto, no hemos coincidido en la blogosfera hasta ahora!!

Ronilda David-Loubah Sofia dijo...

Citanto você:

"...-Porque até os medos mais fortes morrem."

Extraordinária essa frase, imensamente poderosa.

Agradeço por ler.

Boa semana

Ginebra dijo...

Los continentes deberían cambiar de situación geográfica, socio económica y política, tal vez así el mundo rico reconociera y sufriera por la indiferencia con la que siempre ha visto a la mayoría de los países emergentes o en vías de desarrollo.
Feliz cumple al tu blog!!!!

Ulisses de Carvalho dijo...

Me gustó leer este relato, seguir los pasos de estos pensamientos - que se abren para otros pensamientos, así como hay muchas áfricas en una. Abrazo.

ოᕱᏒᎥꂅ dijo...

primero que todo felicitarte por tantas entradas....
2° me da asco la política, siento ser tan sincera, prro no podía adornarlo de ninguna forma!
un beso

Raul Ariel Victoriano dijo...

La imaginación puesta en la trama del relato nos acerca a la hecatombe del mundo que vivimos. Me gustó, sobre todo, el inesperado desenlace.
Ariel

José A. García dijo...

Cayetano: En algún momento sucederá algo similar, cuando los pueblos que ahora son utilizados como balas de cañón se percaten de la forma en que los desechan…

Un Jubilado: Bien pensado, y tiene cierto sentido también.

Eme: Gracias por la visita y el comentario. El Narratorio es una publicación interesante.

Frodo: Sagan no es para cualquiera… Hay que tener muchas ganas de aceptar algunas de sus ideas, pero toda lectura en bienvenida. La idea es llegar a esa cantidad, pero me parece que no me dan los tiempos…

Doctor Krapp: En 2005 no tenía aún acceso a internet con cierta continuidad… Gracias por la visita!

Manuela Fernández: Dicen muchas cosas, la mayoría de ellas sin mucho sentido. Gracias por tu comentario.

Ronilda; Muchas gracias por tus palabras. Nos leemos, Buena semana para ti también.

Ginebra: Sería un mundo en verdadero movimiento constante. Algo interesante de ver, aunque también muy poco práctico.

Ulisses: Hay muchas Áfricas, muchas Américas, muchas Asias, pero siempre miramos hacia los mismos lugares…

Magne: La sinceridad siempre es útil para marcar hasta dónde estamos dispuestos a llegar.

R. Ariel: Gracias por las palabras. Intenté varios finales diferentes antes de decidirme, tenía algunas dudas, pero al final quedó así como fue publicado. Gracias por la visita y el comentario.

Gracias tod@s.
Nos estamos leyendo!

J.