El joven mozo se acercó primero
al Embajador plenipotenciario de Neoegipt, aproximó la bandeja a la mesa y
esperó a que el hombre tomara una de las copas.
—Gracias Jamir
—dijo el segundo hombre más poderoso de su país—. Y bien, señor Representante,
¿qué le parece?
Kashizmer, Representante
de la Liga Sudafricana de Naciones Libres, se inclinó una vez más sobre el mapa
del continente que ocupaba la totalidad de la mesa. El sello real de Neoegipt
iluminaba las cuatro esquinas del rectángulo de papel entelado.
—Debo decir
que cuando me encomendaron responder a su invitación tan, digamos, informal,
Señor Embajador, no me esperaba algo tan serio. Algo como esto seguramente
demande semanas, si no meses, de discusiones. Por otro lado, debo decirle que la
tajada que ha elegido es la más grande. No puede dividirse el continente por la
mitad con una línea arbitraria y dejarnos la más pequeña; en el norte hay más
tierra que en el sur, como bien sabe.
—Más arena
querrá decir —intervino el Embajador—. Solamente el 30% de nuestro territorio
es habitable, la cuenca del Nilo, la franja de tierra que moja el Mediterráneo,
la que es bañada por el Atlántico y poco más. El resto es desierto o selva. Por
otro lado, contemple esto.
La mano del Embajador
señaló la isla de Madagascar.
—La mina de
diamantes más grande del mundo…
—Parcialmente
agotada —acotó el Representante.
—Que aún
guarda un importante remanente, ambos lo sabemos. Y quedaría en manos de la
Liga. Sin contar con el coltan que obtendrán de aquí —dijo el embajador
señalando el interior del continente.
—¿Qué pasará
con las zonas aún no controlan efectivamente?
—Ese detalle nos
incumbe sólo a nosotros. De igual modo que ha de ser secreto de Estado lo que
ustedes harán con las tribus disidentes en este del río —respondió el Embajador
tocando el mapa para señar a qué río se refería y lo bien que conocía la
situación interna atravesada por la Liga.
El sudafricano
pasó la mano por el mapa para quitar la arena arrastrada por el viento y
acompañada por el calor, entraba constantemente en la tienda.
—¿Seguro que
no pueden encontrarnos? —preguntó.
—La tela que
nos cubre es del color del entorno, y no
es natural, es sintética; un polímero que no puede ser detectado por los
satélites de vigilancia. Se comparta como si fuera arena para quien esté mire.
Nadie del exterior sabe lo que hacemos aquí.
—Es algo muy
arriesgado lo que propone. Nunca antes en la historia de África, no… del mundo,
se ha intentado nada similar.
—Son tiempos arriesgados
Kashizmer. Piénselo. Australia ya no existe. Los interminables campos de soja
de la China arden por las bombas. El Missisipi nos muestra su lecho en época de
crecidas. Todo esto lo han provocado ellos —el Embajador señaló el techo de la
tienda—. Ahora combaten por Siberia creyendo que el vencedor obtendrá los
restos de sus pozos petroleros. Su atención no caerá sobre nosotros hasta que
estemos muy avanzados en el proceso.
—¿Por qué cree
que serán tan fácil? Explíquemelo otra vez.
—Primero
debemos acordar seguir un plan común ambos países para…
—Somos una
Liga de Naciones Libres, no somos la URSS —interrumpió el Representante de la
Liga.
—Por ahora.
Nosotros también lo fuimos, al principio. Pero Neoegipt nació cuando las
fronteras del viejo Egipto, Sudán, Marruecos, y el resto de los países de los
que ya ni siquiera recordamos sus nombres, dejaron de tener importancia.
Cuando, como una unidad, pudimos controlar el avance del Sahara; y ahora nos planteamos
obligarlo a retroceder —dijo el Embajador con un discurso muy bien estudiado—.
Ustedes pueden hacer lo mismo, para que donde antes hubo muchas en el futuro
haya solo dos naciones, las nuestras. Y, en un futuro aún más futuro, sólo una
nación africana social, política y militarmente unida, económicamente
autosuficiente, y con la capacidad de mostrarle al mundo nuestro ejemplo. Un
continente unido por su propia gente, no por un colonizador extranjero.
—Imponer su
ejemplo, querrá decir.
—Suponemos que
ello no será necesario, y que, cuando salgamos nuevamente al mundo, aún pueda
hacerse algo por él —dijo el embajador.
—Somos parte
del mundo, si ellos lo destruyen nos destruirán a nosotros también.
—Olvida Señor
Kashizmer —dijo el Embajador reclinándose en su incómoda silla— que el mundo ha
estado en peligro de destrucción varias veces, y hemos sobrevivido. ¿Sabe por
qué?
—Dígame, ya
que al parecer lo sabe todo y le resulto tan ignorante —respondió el
Representante de la Liga agotado por el calor y la dificultad que el mismo le
generaba para respirar libremente antes que ofendido por las palabras de su
interlocutor.
—Porque aun el
más fuerte teme morir. Aniquilar la vida en la Tierra implica eliminar tanto al
vencedor como al vencido. Y eso, mi amigo, a nadie le conviene.
Kashizmer secó
el sudor de su frente con un pañuelo. El desierto le desagradaba cada vez más.
—Será una
masacre —dijo—, téngalo por seguro.
—Es cierto. Pero
es la única forma de que, de una vez, los africanos recuperemos nuestra tierra,
nuestra libertad —dijo el embajador cerrando el puño sobre el mapa en señal de
unidad, de fuerza, de poder.
En ese mismo
instante, como si hubiera estado esperando aquel gesto tan casual, la tiendo
entera desapareció tragada por el sol, el calor, la arena y la explosión de un
solitario misil. Ni siquiera el menor rastro quedó de los embajadores, el mapa
intervenido por le servicio secreto neoegiptiano ni de la tela de la tienda que
debería haberse comportado como parte del entorno para cualquiera que la
mirara.
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Inicio de Espacio Publicitario:
En el número 36 de la revistadigital El Narratorio encontrarán publicado el relato “La chica del helado”, ya conocido por los
lectores de Proyecto Azúcar, pero en otro formato.
Les recomiendo que visiten la página
de la revista.
Fin de Espacio Publicitario.
13 comentarios:
Y con este relato, luego de más de 11 años, llegamos a la entrada número 950.
Nos leemos,
J.
Un nuevo reparto de África sin Conferencia de Berlín ni Bismarck que valga. Solo que la tarta, en vez de con cuchillo, algunos la quieren partir a bombazo limpio.
Saludos.
No me extraña que el cielo se les haya caído sobre sus cabezas, habían puesto el mapa de África al revés.
Saludos
Y así les fue!
Me gustó el ralato. Voy para El Narratorio, excelente revista virtual.
Saludos y felices 950 entradas.
Qué lindo es dar vuelta los mapas, y las historias.
Estuve leyendo a Sagan y toca estos temas, descentraliza las historias yanquis y habla mas de conciencia planetaria y de posible autodestrucción en nuestra "adolescencia tecnológica".
Felicitaciones por los 11 años y las 950 entradas.
Te meto presión:
vamos por las mil... ¿este año?
Abrazo!
Una idea sugerente, magníficamente contada, con un final impactante.
Felicidades por los 11 años, yo empecé en el 2005.
Saludos
El mundo está en manos de unos cuantos, aunque parezca novelístico, es un hecho.
Dicen que los días del mundo de los blogs ya quedaron atrás, tú llevas 11 años, yo 12, quienes hablan así se equivocan. Por cierto, no hemos coincidido en la blogosfera hasta ahora!!
Citanto você:
"...-Porque até os medos mais fortes morrem."
Extraordinária essa frase, imensamente poderosa.
Agradeço por ler.
Boa semana
Los continentes deberían cambiar de situación geográfica, socio económica y política, tal vez así el mundo rico reconociera y sufriera por la indiferencia con la que siempre ha visto a la mayoría de los países emergentes o en vías de desarrollo.
Feliz cumple al tu blog!!!!
Me gustó leer este relato, seguir los pasos de estos pensamientos - que se abren para otros pensamientos, así como hay muchas áfricas en una. Abrazo.
primero que todo felicitarte por tantas entradas....
2° me da asco la política, siento ser tan sincera, prro no podía adornarlo de ninguna forma!
un beso
La imaginación puesta en la trama del relato nos acerca a la hecatombe del mundo que vivimos. Me gustó, sobre todo, el inesperado desenlace.
Ariel
Cayetano: En algún momento sucederá algo similar, cuando los pueblos que ahora son utilizados como balas de cañón se percaten de la forma en que los desechan…
Un Jubilado: Bien pensado, y tiene cierto sentido también.
Eme: Gracias por la visita y el comentario. El Narratorio es una publicación interesante.
Frodo: Sagan no es para cualquiera… Hay que tener muchas ganas de aceptar algunas de sus ideas, pero toda lectura en bienvenida. La idea es llegar a esa cantidad, pero me parece que no me dan los tiempos…
Doctor Krapp: En 2005 no tenía aún acceso a internet con cierta continuidad… Gracias por la visita!
Manuela Fernández: Dicen muchas cosas, la mayoría de ellas sin mucho sentido. Gracias por tu comentario.
Ronilda; Muchas gracias por tus palabras. Nos leemos, Buena semana para ti también.
Ginebra: Sería un mundo en verdadero movimiento constante. Algo interesante de ver, aunque también muy poco práctico.
Ulisses: Hay muchas Áfricas, muchas Américas, muchas Asias, pero siempre miramos hacia los mismos lugares…
Magne: La sinceridad siempre es útil para marcar hasta dónde estamos dispuestos a llegar.
R. Ariel: Gracias por las palabras. Intenté varios finales diferentes antes de decidirme, tenía algunas dudas, pero al final quedó así como fue publicado. Gracias por la visita y el comentario.
Gracias tod@s.
Nos estamos leyendo!
J.
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