—Entonces con esto podemos captar las ondas de
radio que lleguen a la tierra emitidas por cualquier otra inteligencia —explicó
el profesor señalando con orgullo el invento que presentaba.
Si
bien entiendo poco de ciencia, y mucho menos de ciencia aplicada, lo que
señalaba se parecía mucho más a un walkie-talkie que a cualquier otra cosa.
El
resto del público, unas cinco personas además de mí, aplaudían con énfasis y
entusiasmo.
—¿Ya
comprobó si funciona? —pregunté.
—¿Cómo
quiere que lo haga? —Respondió el profesor—. Si ni siquiera sabemos si hay
inteligencia fuera de la Tierra y, si es que la hay, si utilizan las ondas de
radio como método de comunicación.
—Ah,
claro… —dije. El resto de los reunidos parecían no haber escuchado nuestro
intercambio, continuaban igual de felices que antes mirando el diminuto aparato
sobre la mesa.
Quise
retirarme de aquel salón pero no encontré puerta por dónde hacerlo, me quedé
contra una pared, viendo la situación desde afuera.
4 comentarios:
Problemas de comunicación habrá por siempre y para siempre.
Suerte!
J.
Con todo y los adelantos tecnológicos.
Un abrazo José
Excelente.
Sueño perturbador y claustrofóbico
Abrazo!
Sera mejor que dejes de soñar y comiences a trabajar.
mariarosa
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