Comenzamos algo que no podremos
finalizar. Algo que otros continuarán cuando ya no estemos. Y aún otros vendrán
después de ellos para continuar. Tal vez desconocerán los por qué, pero nunca
dudarán del para qué. El problema, quizá, sea que ninguno de nosotros, ni de
los nuestros, podrá ponerle fin a lo que iniciamos, por lo que nos rodea
permanentemente una sensación cercana a la insatisfacción.
Emprendemos un
camino que continuará hasta que todo vuelva a ser del mismo modo en que todo
fue al comienzo. Un comienzo que ignoramos, que desconocemos pero anhelamos; un
comienzo con el soñamos, que imaginamos a partir de las sagas de antiguos
héroes que no se parecen a nosotros, pero nosotros ansiamos ser como ellos.
Dudamos de que
exista la posibilidad de retornar a ese comienzo, a ese inicio ideal del
cosmos, a ese estado de perfección del que nunca tuvimos noción hasta que
inventamos ese término, esa idea, esa posibilidad, sin embargo, lo intentamos.
Tal vez sea aburrimiento, tal vez alguna otra razón; ese punto, pero sólo ese
punto, preferimos evitar cuestionarlo.
Intuimos
que, como ninguno de aquellos que finalmente logren alcanzar ese estado de paz,
armonía, libertad, igualdad y fraternidad —luego de que también hayamos
inventado los significados para esas palabras— recordará qué era lo que
buscábamos cuando iniciamos nuestro tao, serán incapaces de reconocerlo.
Llegaremos, porque siempre hemos cumplido aquello que nos proponemos, pero
imposible saber si, una vez que nos encontremos allí, no anhelemos continuar
buscando algo más.
Continuar
tan sólo porque sí…
9 comentarios:
Y continuar...
Saludos,
J.
Pd: La ausencia se debió a motivos de inspiración, sabrán entender (pero yo no).
continuo Buenas Noches
Eso le daría sentido a la vida... quizás sí.
Saludos.
Yo cada vez tengo menos momentos de inspiración, quizá sea porque me estoy haciendo ya demasiado vieja y cada vez entiendo menos las cosas, o las tolere...
besos
El ser humano es insatisfecho por naturaleza o por miedo y seguirá buscando y siempre encontrará algo más que buscar.
Muy filosófico, José.
Saludos.
Por supuesto. Siempre hay màs!
Nos leemos.
Me gustan tus relatos en donde se aclara poco y uno es el que tiene que completar.
En mi caso, tal vez influenciado por el gráfico que pusiste, tu relato me lleva a pensar en el subte (líneas o estaciones que arranca algun dirigente y lo termina una tercera o cuarta generación de delincuentes, ja), o tambien en aquellos tipos que cavan túneles que luego siguen otros. O tal vez en la metáfora de nacer en un mundo que ya está construido y uno tiene que lidiar con eso y resolver qué hacer.
Me hiciste acordar que tengo una entrada vieja, muy vieja y obsoleta. Aprovecho para el chivo:
https://frodorock.blogspot.com.ar/2011/12/viaje-en-el-viaje.html
Abrazo! Y a seguirla
Gracias a tod@d por los comentarios y visitas, incluso para aquellos que pasan, miran y no dicen nada.
Nos leemos,
J.
la perfección se escapa de nuestras manos, el valor de las cosas es subjetivo y el precio justo es una de esos desatinos que unos siguen creyendo
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