lunes, 21 de agosto de 2017

Error # 21 (Prófugo)

Quizá haya creído que era posible algo así como huir. Tal vez supuso que sería viable triunfar allí donde tantos otros antes, y después, que él, no habían logrado más que frustración. Era probable, también, que su razón haya sido alguna otra y que su motivación radicara en otra parte. Sea como sea, hizo su intento; lo que es, de por sí, demasiado.
            Se desentendió de lo virtual, no porque pretendiera regresar a lo real, sino porque nada disimulaba el vacío que sentía crecer en su interior llenando cada rincón de su ser —claro que hablar de la nada llenándolo todo parece una contradicción—. No hizo más fotografías, no respondió los comentarios a los comentarios de los comentarios que otros comentaban. Dejó de dar perdidas señales de su presencia con símbolos que reemplazaban las palabras. Hizo de su vida algo privado, algo personal, algo por extremo suyo. Sin dudas, no lo sabía, pero su rebelión era, en verdad, una restauración del sentido común.
            La primera semana nada sucedió.
Tuvo más tiempo para sí mismo, que debió utilizar en otras actividades, en otros lugares; como ser la recreación fuera de las paredes de su encierro doméstico, volver a sentir el sol acariciándole la piel, el aire meciéndole el poco cabello que le quedaba, los aromas del mundo dándole un incómodo picor en la nariz, como cuando niño. En esos días, empujado por la vorágine de la permanente actualidad, de las noticias repetidas presentadas como algo diferente a lo que acabamos de escuchar y ver, su decisión pasó inadvertida. Su desconexión transcurrió sin sobresaltar a nadie, sin generar problemas, sin alterar la continuidad del universo. Aún comía, viajaba hacia su trabajo, leía y miraba series como antes, pero no se lo anunciaba a quien se encontrara del otro lado de las pantallas.
Durante la siguiente semana comenzó a notarse la ausencia de sus símbolos, sus repetidas palabras, sus comentarios comentando comentarios y sus fotos carentes de cualquier tipo de valor estético. Comenzaron algunos a preocuparse, no porque temieran por su seguridad, o por el valor de una vida que tal vez se hubiera perdido, sino por su utilidad como seguidor. No se trataba de un interés real, se entiende, tan sólo era mero interés práctico. En el hipotético caso de que tal diferenciación aún pueda realizarse.
Al comenzar la tercera semana, cuando cualquier desconexión accidental o excusa similar había perdido atisbo de realidad, se lo señaló como un prófugo, como un rebelde, como un inadaptado que creía que escapar era realmente útil, además de posible. Después de todo, sistema alguno de Internet permanece caído durante tantos días, eso sólo sucedía a principios del siglo XXI y en Argentina, ningún teléfono pseudo-inteligente demoraba tanto en autorepararse, nadie dudaba durante tantos días en adquirir un aparato nuevo, nadie sobrevivía sin recibir símbolos a cambio de palabras, ni comentarios comentando sus comentarios a los comentarios comentados por alguien más.
Ese mismo día, comenzó la persecución.
La sociedad no toleraba a los prófugos del sistema.
Eso sí que no.

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Acaba de aparecer el número 34 de la Revista Próxima, de Ediciones Ayarmanot. ¿Por qué menciono esto? Es debido a que cuenta entre sus páginas con un cuento de mi autoría, Navegando las cuerdas del acordeón. Cuento que, para orgullo de mi persona, comparte el espacio con un relato de Mario Levrero.
            La revista salió en estas semanas, por lo que aún es fácil de conseguir, o pueden comunicarse con la gente de la editorial en el enlace anterior.


Por otro lado, en a publicación digital de la Revista Pélago número 26, que pueden descargar de aquí (http://revistapelago.blogspot.com.ar/), pueden leer otro de mis cuentos, Sal de mis sueños, se cosecha un poco anterior, pero también fruto de mis (pobres) ideas.

Saben que cualquier comentario sobre los mismos es bienvenido y aceptado.

Fin del Espacio Publicitario.

8 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

¿Es posible huir de lo virtual? Incluso puede ser que se esté indirectamente al interactuar con alguien que sigue conectado.
Lo segundo es preguntarse si es deseable. O tal vez sea lo primero.

Te felicito por tus cuentos publicados.
Me gusta la tapa de PROXIMA.

Saludos

nilda dijo...

felicitaciones por rebasar el domestico espacio de tu blog y proyectarte hacia otros espacios donde lo propio reluce, porque hay un otro que se reconoce la valía y lo incorpora, como cuando el bloguero elige algo ajeno, pero mas. Mas.
No se si es mas real el entorno que nos cobija o las palabras virtuales. Yo jamas alabo en lo virtual algo que no me gusta y para buscar espejos huecos no estan los comentarios.
Se ve que hay un verdadero horror vacui en el que escribe. Sera todo una apariencia?

mariarosa dijo...


Me da miedo seguir comentando, yo tengo la costumbre de desaparecer por algún tiempo... voy a cumplir con mis obligaciones y seguir comentando...

felicitaciones po las publicaciones.

mariarosa

Nino dijo...

Hola, José:
Excelente tu relato, tiene una cadencia narrativa que va aumentando el interés con cada párrafo. Además, me identifico con el personaje de tu relato.

Por otro lado, te agradezco el que nos brindes la oportunidad de descargar en pdf el ejemplar de la revista “Pélago”. ¿Se puede publicitar para que así otras personas puedan descargarlo?
Enhorabuena por tu reciente publicación en la revista “Próxima”.
La mayor de la suertes, José.

gla. dijo...

Me ha gustado tu relato
Sin embargo pienso que tus ideas no son pobres
Felicitaciones por tus logros
Me gustan las personas con ideas y pensamientos diferentes
Abrazos

Frodo dijo...

Felicitaciones por las publicaciones J.
En algo tiene razón Nilda, en poner en duda este espacio. Pero creo que el precio que se paga por la llegada "fácil y rápida" a un mayor número de gente, es la frivolidad.
Tu salto hacia otros espacios, es un orgullo.

Con respecto a tu relato, existe una frase de Solari que reza "...dice desde la TV que no quiere estar jamás en la TV".
Difícil escapar.

Abrazo!

serafin p g dijo...

Bien por la novedades José! está bueno que sigas encontrando espacios para publicar tus letras. ¡Que se multipliquen!
saludos!
Sera

José A. García dijo...

Gracias por las visitas y comentarios, como siempre.

Claro que pueden compartir el enlace de la Revista Pélago, cualquier ayuda en su difusión en bienvenida.

Saludos y Suerte

J.