Ciertas noticias duelen más que otras. Son las
que impactan de una manera en los cimientos de nuestro ser que resulta
imposible de explicar —o comprender— cómo es ello posible. Sin embargo, sucede
de la manera más inesperada. Tragedias mayores acontecen, traumas que pocos
podrían superar y que en nada nos afectan; son otras situaciones, mínimas e
inesperadas, las que se visten con los ropajes más devastadores.
De
nada sirve armar una lista con las situaciones más atroces que deberían realmente
afectarme, porque poco aportaría a mi particular sentir y, en verdad, tampoco
viene al caso. Y es que lo personal tiene una característica singular que lo
vuelve individual y perturbador en cierto modo, porque todos estamos un poco
perturbados aun cuando no queramos aceptarlo o nos preocupemos más por negarlo
que por aceptarlo.
Es
cierto que, viviendo aislados en el extremo del mundo, llegué tarde a su mejor
obra —algunos sostienen que se trata de su única obra, no discutiré con ellos—.
Un cuarto de siglo después de su estreno, veía sus inverosímiles y coloridas aventuras
en una televisión plagada de aburrimiento y formalismos. Varias generaciones
quisimos ser como él; supongo que la de los finales de la década de 1980 habrá
sido la última, allí se cortó la cadena. Fue entonces cuando la luz se volvió
oscuridad, la alegría se tornó en pesadumbre y la diversión comenzó a parecerse
demasiado al dolor como para poder disfrutarla.
Años
transcurrieron, incluso habrá quienes piensen que fue lo mejor que pudo haber
sucedido, acumular cantidad de años entre eso que fue y esto que se es ahora.
El tiempo, por su parte, nunca dirá nada, continuará avanzando en silencio,
como siempre lo ha hecho.
Un
mundo más tarde, luego de uno o dos intentos de cumplir con los mandatos
sociales autoimpuestos, con una sucesión de fracasos cotidianos y una rutina
detestable e inestable solo cuento problemas de salud que ni siquiera deberían
de ser una preocupación. El fiasco se refuerza al ver cómo se replican una y
otra vez los mismos guiones en la televisión local —por no hablar de las mismas
personas no sabiendo fingir frente a las cámaras—, con actividades repetitivas,
elecciones que no representan ninguna posibilidad de opción y un vocabulario
cada vez más reducido. Los días luciendo un poco más grises cada vez y la
amenaza de un definitivo final, nos llevan a ocultarnos de muchas cosas, de las
que tienen valor real o figurado. Aún cuando sea lo mismo, porque todo valor es
relativo.
Un
día como cualquiera de los descriptos en el párrafo anterior, nos llegó la
noticia de su muerte y ya no fue un día más. Imposible que lo fuera.
Se
transformó en un día para rememorar la infancia, lo vivido en ese pasado que no
volverá, lo que se fue y lo que se perdió en el camino. Un día o dos, tal vez
tres, de nostalgia, de añoranza y de melancolía, de revisar viejas diapositivas
de memorias luminosas y alegres, felices y vivaces.
Días
de recuerdos que acabaron en una ridícula epifanía de autoconocimiento mezclado
con toques de hedonismo y algunas pizcas de otros condimentos que no vienen al
caso. Momento que llegó luego de hurgar en la memoria y aceptar, de una manera
u otra, por propia voluntad u obligados por las circunstancias, que, después de
todo, esa infancia que pretendíamos recuperar, esa infancia que es mi infancia
y la de muchos otros, lleva años muerta. Y esta despedida no hace más que echar
sobre tantos recuerdos, sobre mi memoria, una palada más de la siempre
necesaria tierra del olvido.
Hasta
pronto Adam West, te llevas contigo la mayor parte de mis alegrías. Espero que
las disfrutes tanto como supe disfrutar de tus aventuras.
Ya quisiera más de uno tener semejante bronceado...
Y no hablar de esas tablas
11 comentarios:
Hasta pronto Adam.
Saludos y suerte
J.
Hizo bastantes cosas como actor en off, en una serie animada al estilo de esa serie.
Pero creo que lo mejor que hizo fue en Batman la serie animada, como el actor que personificó a The Gray Ghost, El Fantasma Gris. En una serie que inspiró al pequeño Bruce Wayne para ser Batman. El episodio cuenta también los problemas de actor a l no ser contratado, teniendo que ver incluso el disfraz que usaba en la serie. Que es devuelto por Batman.
El episodio se llama Cuidado con el Fantasma Gris.
PARTE DE BATMAN SE FUE CON ÉL.
ABRAZOS
Se fue la ilusión de muchos que disfrutamos de sus aventuras con ruido de piñas agregados. "Wooow" "Pafff"
maiarosa
Sin dudas el verdadero batman, sin tantos efectos especiales, 3d y esas cosas de hoy...
Me encanta este texto
Me gusta como lo has escrito
Un abrazo grande desde la noche de Miami
bueno, no podemos ser eternos.. por cierto, no conocía a este señor
besos
Paz a sus restos, la verdad se lo merece el señoron
Mira vos que bien se te dan las crónicas y escritos personales J.
Nostalgia, pura nostalgia esa entrada. Me impacto esa metáfora de las paladas de tierra
Abrazo grande de alguien que siempre tuvo a Adam West como personaje para el chiste fácil , y que sin embargo reconoce que trajo mucha alegría a este mundo
Batman el primer y único superhéroe que podía ver sin aburrirme. (Los demás ni siquiera llamaron mi atención).
Un abrazo
Magnífica necro.
Qué de recuerdos.
Abrazo, José.
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