domingo, 3 de julio de 2016

Año Dieciséis, Semana Cincuenta

Haciendo gala del conocimiento que poseo sobre las metáforas deportivas puedo decir que me encuentro en la recta final del año en cuestión, el decimosexto, faltando solamente dos semanas para concluir el mismo y que, indefectiblemente, comience el decimoséptimo (sería demasiado raro, incluso para mí mismo, que luego del años dieciséis comenzara el dieciocho y no el diecisiete, pero dudo que mucha gente se percatara de ello, la mayoría seguramente continuaría con su rutina como si nada. En ese caso sería el único que sabría que hemos perdido un año pero ante cada intento por convencer a otra persona de que eso lo que ha sucedido nadie me creería, porque nunca nadie cree en lo que digo). Por otro lado, claro que si en la mayoría de los circuitos de carrera se hace necesario colocar una recta al final, que también es el principio, del trayecto, dicha metáfora carece de mucha imaginación.
            En cambio la idea de que el final es también el principio, o que el principio no es más que el final, es mucho más poderosa en diferentes aspectos. Más mitológico, más relacionado con las raíces de la cultura humana (no solamente occidental, porque los occidentales suelen olvidar que también hay humanos en otras latitudes del mundo y que en muchos casos esos humanos existen desde hace mucho más tiempo que los propios occidentales pero, en fin, esa es otra discusión).
            De allí que en el instante mismo en que algo se termina comenzamos a pensar en lo que vendrá después, en lo que sucederá una vez que la realidad actual cambie y todo cuanto creíamos ya no sea relevante en lo más mínimo. Debemos aprender entonces a pensar de otro modo para que no sea la realidad quien se imponga sino nosotros sobre ella aún cuando suena a tarea que ni siquiera Hércules, Atlas y Aquiles trabajando al unísono podrían realizar (suponiendo que pudieran ponerse de acuerdo sobre de qué manera hacerlo).
            Para evitar continuar acumulando referencias mitológicas sin mucho sentido, pasaré a cosas más importantes.
       En el número 30, Especial de Otoño, de la Revista Próxima pueden encontrar, y leer si así lo quieren, el cuento Para restaurar el universo; ilustrado en este caso por Martín Gimenez. Es el primer relato de mi cosecha que se publica de manera independiente, es decir fuera de un libro, en una revista seria y en formato físico y no solo en formato digital, como lo es Próxima. Más aún siendo específicamente del género fantástico y de ciencia ficción, dos géneros que en este relato se encuentran entremezclados de tal manera que os dejará pensando en las cosas que hacemos de manera cotidiana, según palabras del propio autor (que sí, soy yo, pero de vez en cuando hablo de mí mismo en tercera persona, más que nada para poder criticarme). Por supuesto que la última palabra al respecto la tienen los lectores, que sí, son ustedes.


Si, si, el García de la portada es mi apellido...

10 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Me parece que todavía falta la mitad del año, pero entiendo tu planteo.
Publicar un cuento en una revista como esa, es todo un logro.
Y me gusta el título.
Saludos.

José A. García dijo...

Demiurgo, no sigo el calendario. Cuento desde otro punto de inicio, que es más o menos dentro de dos semanas. Tampoco es mi propio calendario ni nada, es como una suerte de aniversario de algo. Por eso en dos semanas más comienza otro año.

Saludos!

J.

Frodo dijo...

Suele pasarme a mí también eso de contar el año desde un punto cualquiera. Por ejemplo mi Blog cumple años el 14 de agosto, y casi nadie (el Demiurgo y algún otro) lo sabe. Yo cuento los años desde ahí y en el eslogan lo voy modificando, como así también la imagen de portada. ¿A quién le interesa eso? Creo que solo a mí.
Con tu entrada recordé las ruinas circulares de Borges, a Nietzsche y los Chalchaleros
Éxito con la publicación en la revista

Abrazo!

censurasigloXXI dijo...

Si los míseros mortales no nos ponemos en sinfonía con nosotros mismos, cómo iban a hacerlo las divinidades, semidioses o los héroes con la de humos que se gastan.

No me perderé ni las comas, espero poder leer ese relato; sobre todo teniendo en cuenta que sale del cerebro de la pulcritud por excelencia en los textos.

Me he quedado con ganas de definirme la diferencia entre la fantasía y la ficción, veremos si estoy en lo cierto o tengo que poner un poco de detergente a ideas mal asimiladas...

Mucho éxito, amigo. Eres el mejor.

Un beso.

Crónicas vienesas dijo...

Enhorabuena por esa publicación. POr lo demás, tu post me viene muy bien para el momento que estoy transitando.
Un abrazo.

Mirella S. dijo...

Creí que se podía acceder a la revista para leer el cuento, pero veo que no.
Todo lo mejor con la publicación.
Saludos.

mariarosa dijo...


Imagino tu emooión, al ver tu nombre en una revista y verte publicado. Todo es cuestión de dar el primer paso y seguir andando. Voy a ver si puedo leer el cuento.

Ahhh...eso de hablar en tercera persona, no me gusta, me recuerda a Maradona. Claro que me guste o no, a vos no te tiene que interesar, lo digo no mas.
mariarosa

taty dijo...

Fabulosa nota sobre los olvidadizos occidentales, a menudo su visión del resto del planeta me crispa los nervios.

Gotitas de Valeriana aparte, te felicito por la publicación!

Abrazos!

Dyhego dijo...

¡Enhorabuena!

José A. García dijo...

Frodo: Es que el tiempo es tan insustancial que cada uno puede darle la linealidad o la circularidad que prefiera mientras lo comprenda. No todos tenemos la suerte de la iglesia que logró imponer su visión del calendario a todo el mundo.

Censuras Siglo XXI: La revista se vende, en papel, por Internet, aunque no sé si llegará a España, eso es algo que desconozco. Así como límite entre la ficción y la realidad, ya que en las últimas décadas la realidad parece cada día más una ficción muy mal escrita.

Crónicas Vienesas: Desconozco cuál sea ese momento, pero si mis palabras te han servido de algo haces que me sienta mucho menos inútil que el resto de los días.

Mirella: La revista es el papel, no digital. Por eso mi interés, todavía me queda cierto fetiche por el papel.

María Rosa: Lo de hablar en tercera persona es parte del chiste, para descolocar a la gente. Y si, recuerda al personaje que mencionas, pero por suerte en poco me parezco al mismo. Ni siquiera tengo rulos ni me gusta el mismo deporte.

Taty: Occidente no conoce al resto del mundo, pero se asegura a como de lugar, que el resto del mundo conozca a occidente, tanto en lo bueno como en lo malo, sin dudas.

Dyhego: ¡Gracias!

Nos leemos,

J.