miércoles, 11 de febrero de 2015

El mar de la tristeza absoluta

Parece el título del último disco de una banda de pop inglés, rock melódico yanqui, cumbia colombiana, jazz canadiense, zarzuela española, malambo argentino o libro de pseudo-autoayuda al mediocre estilo de la mayoría de los autores de dicha temática.
            Pero no. Es el título de un texto que, con un poco de suerte, jamás será escrito; con la excepción de que alguien más lo tome prestado y lo haga por mí. En todo caso, nunca lo sabré.
            Ni haré, tampoco, demasiados aspavientos. Si tiene que pasar, que pase.
            Es un buen título, pero la hoja continúa en blanco debajo de él y lo único en lo que puedo pensar ahora mismo es en que me quedan un par de renglones más por cubrir para poder dedicarme sin culpa a cualquier otra actividad. Porque cuanto acabe con esto habré cumplido mi tarea autoimpuesta de, por lo menos, hacer el intento de producir un par de líneas al día.
            Entonces, quizá mañana, resulte más sencillo.

4 comentarios:

José A. García dijo...

Cosas que pasan, dicen los que saben.

Saludos

J.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Me parezco en eso.
A veces tengo buenos comienzos, tengo bastantes textos que son sólo comienzos.

Martha Barnes dijo...

La página en blanco , es muy común ,La mirás t no se "descuelga" ninguna idea , se de que estás hablando , Cariños Martha

taty dijo...

El mar de la tristeza absoluta es blanco, blanquísimo como un papel sin escribir. Suspiro.

Abrazos.