domingo, 14 de diciembre de 2014

Error # 14 (Creer que todo es posible)


Sabíamos que, luego de tanto esfuerzo, nada cambiaría. Pero éramos jóvenes, creíamos que con el simple impulso de la sangre y el interés por realmente hacerlo, teníamos más de la mitad del trabajo realizado y, por supuesto, terminado a nuestro favor. Ni siquiera teníamos tiempo para la duda.
            Tú nunca nos dijiste nada. Eso fue lo que nos impulsó en un primer momento, y nos daba fuerzas para continuar luego de que te presentáramos nuestros proyectos y en tu rostro jamás podíamos adivinar una expresión diferente del tedio o el fastidio.
        Confiamos en que esa era tu forma de decirnos que continuáramos, que ese era el camino a seguir. Claro que era poco lo que podíamos ver más allá de los gestos; éramos jóvenes, como ya dije, y sentíamos una necesidad que nos recorría el cuerpo por embarcarnos en causas tan perdidas como el intento de recuperar tu sonrisa de la que nunca, es cierto, tuvimos no el más mínimo atisbo.
            Lo seguimos intentando a pesar de  que tu rostro sea de mármol, tu cuerpo una piedra a la Miguel Ángel, nuestros cabellos se tornen cada vez más grises y el brillo ya no se distinga en nuestros ojos. Seguimos intentando.

3 comentarios:

José A. García dijo...

Todavía quedan de esos que no se dan por vencidos nunca...

Saludos

J.

la MaLquEridA dijo...

Bien por ellos, el mundo es suyo.

Saludos

José A. García dijo...

Gracias por la visita y el comentario MalQuerida

J.