En la sala del teatro había cinco personas,
entre las que pude reconocer a la madre, la esposa y la hija del director de la
obra, quien espiaba detrás del telón.
—Estamos
casi a sala llena —le dije con ironía.
—Es
fantástico —estaba tan exultante que, pensé, para qué contradecirlo.
Además,
en cualquier momento lo descubriría por sí mismo.
O
no.
2 comentarios:
Algunas personas no saben ver lo que tienen frente a sus ojos...
Saludos
J.
Es verdad ,si nuestra mente se aleja podemos no ver ,incluso por un momento, no sentir el torno del dentista Martha
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