domingo, 15 de junio de 2014

Estén prevenidos


Ésta prisión carece de muros. Pero, así de sencillo como suena, jamás es fácil comprender lo que aquí ocurre. Nadie dice que las cosas siempre resultan bien y, al contrario, siempre puede suceder lo contrario, algo diferente, algo feo, algo horrible.
            Esta ausencia de muros evidencia, también, la falta de sentido de mucho de lo que vemos. Los guardias cambian sus ropajes constantemente, pero, aún así, el aura del centinela los delata. Cuando están cerca no pueden disimular la sed del dolor ajeno, el aroma de la pólvora, el murmullo de los huesos quebrándose y la saliva que corre por la comisura de su boca. Cualquiera puede verlo, pero pocos pueden entenderlo.
            Los muros invisibles intentan que nos sintamos a gusto con nuestra situación, y evitemos, por supuesto, cualquier rebelión. Pero si este tormento es eterno es porque algo en el mundo comenzó a funcionar mal. Y lo ha hecho hace tanto tiempo que los errores, el odio, los problemas y el sufrimiento se han naturalizado hasta tal punto que más violencia, mal o bien dirigida, en lugar de producir algún cambio, confirma que aquello en lo que vivimos y denominamos sociedad es, tan sólo, una prisión de muros dilatados y nada más.

11 comentarios:

José A. García dijo...

La cuestión es, no sólo saberlo, sino también hacer algo con dicho conocimiento.

Suerte

J.

la MaLquEridA dijo...

¿Como salir de ella si ni siquiera sabemos quienes somos?

Xindansvinto dijo...

Lo que define una cárcel no son sus muros... sino sus presos.

José A. García dijo...

Exacto, Xindansvinto, a eso mismo me refería.

Saludos

J.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Tal vez el miedo a los guardias haga innecesarios a los muros. Miedo y tal vez paranoia, tal vez algunos supuestos guardias no lo sean. Pero la paranoia puede estar justificada. El miedo a guardias pueden ser que algunos se comporten como tales, sin serlo.

taty dijo...

¿Pero cómo puede alguien tenerle miedo a los guardias, si ni siquiera sabe que está preso?

Punzante. Abrazos.

censurasigloXXI dijo...

Aparte de la lima dentro del pan, hay algunas formas de evadirse, pocas pero las hay.

Podemos vivir en el monte solos...
Podemos eliminar prejuicios impuestos y sin juicio...
Podemos saltarnos alguna norma para favorecer a los necesitados...

Pero hay tantos que disfrutan del dolor, la necesidad, los malos resultados, la humillación, la pobreza o la muerte ajena, que da miedo hasta pensar en qué razones tendrán ¿O no tendrán ninguna y simplemente son unos miserables?

Demasiado altos son los muros invisibles. Hoy nos han negado ayuda alimentaria entre carcajadas por ser de un municipio que no está en la lista,,, y no lo está por un simple olvido.

Un abrazo y tu cafelito, amigo.

José A. García dijo...

Gracias a todos por sus comentarios. Ayudan a seguir escribiendo con ganas de hacerlo.

Saludos!

J.

Giovanna dijo...

Es como cuando Pizarnik dice: "La jaula se hizo pájaro, ¿qué haré (ahora) con el miedo?"

Esilleviana dijo...

La cárcel del pensamiento cuadriculado... buena metáfora.

un abrazo

thor_maltes dijo...

Acabas de describir lo que es la prisión de cristal y hasta la situación de mi país (Venezuela) con respecto a su "segunda independencia"