domingo, 25 de mayo de 2014

Collar de fuego

Arde mi cuerpo y lo que siento en nada se parece a la fiebre. Arde mi pensamiento y duele mucho más que las nuevas ideas. Arden mis ojos. Arden mis dedos, y sé que las palabras que antes me obligaban a moverlos frenéticamente huyen de mí. Arde mi interior, y el sol de verano nada tiene que ver en esto.
            El calor, siempre el calor, proveniente de otro lado, de otro mundo, de alguien más.
            Es éste collar de fuego que me envuelve quien no me permite dejar de morir, lo que enciende mi cuerpo, lo que mueve mis músculos. En algún momento dejé de gritar, al menos creo haberlo hecho, o quizá mis oídos ya no estén allí. Mi lengua quizá ya sea parte del fuego con que antes supo hacer incendiar mis palabras, mis consignas y mi odio hacia ellos, quienes ahora me miran arder.
            Ellos, siempre ellos, arruinando nuestros sueños, quedándose con nuestras vidas, silenciando nuestras palabras.
                 Ellos, siempre ellos.

11 comentarios:

José A. García dijo...

Sé que parece ser brutalmente absurdo, pero cosas como estas sucedieron en Haití y en varios puntos de África en los últimos años.
La brutalidad humana, como se ve, no ha encontrado aún su límite.

Saludos

J.

taty dijo...

Qué fuerte.

Hace falta un optimismo incalculable para hacer un texto que ilustre esta barbarie.

Extraña manera de comenzar la semana, así, con los ojos bien abiertos.

Un abrazo.

censurasigloXXI dijo...

Así es, entre la brutalidad física y la psicológica de quienes nos presionan una y otra ves, cada vez a un lugar más hondo y más oscuro, el humano no tiene fin en su maldad, en su ilimitada crueldad.

Somos los depredadores más brutales del cosmos.

Y las vejaciones de castración de niñas...
Y la caza al albino en África...
Y las 300 niñas secuestradas...
Y los bebés robados para venderlos a los bancos de órganos de afamados hospitales...

Y la quema de seres humanos por distinto color, creencia, lugar de procedencia...

Ay, amigo. Real entrada nos traes hoy.

Esilleviana dijo...

Tristemente, hay muchas acciones y actos que se escapan a toda la razón y la lógica. Coaccionar, intimidar, forzar e imponer están fuera de todo entendimento y capacidad de asimilar.
Nuestra parte irracional se deja ver en muchas ocasiones...

un abrazo
ps: perdón por el retraso en comentar.

Xindansvinto dijo...

Y con el fuego el humo denso que ciega...

Salud.

Javier dijo...

¿Quemaron vivo a un hombre metiéndole la cabeza en un neumático encendido?

La gente es muy sádica.

José A. García dijo...

Javier

Eso fue lo que hicieron sí. Y no es la primera vez que lo hacen, al menos tuve varias noticias de hechos similares en África.

La crueldad humana no parece conocer límites.

Saludos

J.

Vale dijo...

El mismo terror de siempre ahora en 3.0

¿Duele, verdad?

Limeña introvertida dijo...

A veces "ellos" somos nosotros mismos.

Saludos.

la MaLquEridA dijo...

¡Que horror!

mariarosa dijo...

Impresionante.

Parece increíble que por pensar diferente ser termine así con una vida humana.

mariarosa