Arde mi cuerpo y lo que siento en nada se
parece a la fiebre. Arde mi pensamiento y duele mucho más que las nuevas ideas.
Arden mis ojos. Arden mis dedos, y sé que las palabras que antes me obligaban a
moverlos frenéticamente huyen de mí. Arde mi interior, y el sol de verano nada
tiene que ver en esto.
El
calor, siempre el calor, proveniente de otro lado, de otro mundo, de alguien
más.
Es
éste collar de fuego que me envuelve quien no me permite dejar de morir, lo que
enciende mi cuerpo, lo que mueve mis músculos. En algún momento dejé de gritar,
al menos creo haberlo hecho, o quizá mis oídos ya no estén allí. Mi lengua quizá
ya sea parte del fuego con que antes supo hacer incendiar mis palabras, mis
consignas y mi odio hacia ellos, quienes ahora me miran arder.
Ellos,
siempre ellos, arruinando nuestros sueños, quedándose con nuestras vidas,
silenciando nuestras palabras.
Ellos, siempre ellos.
11 comentarios:
Sé que parece ser brutalmente absurdo, pero cosas como estas sucedieron en Haití y en varios puntos de África en los últimos años.
La brutalidad humana, como se ve, no ha encontrado aún su límite.
Saludos
J.
Qué fuerte.
Hace falta un optimismo incalculable para hacer un texto que ilustre esta barbarie.
Extraña manera de comenzar la semana, así, con los ojos bien abiertos.
Un abrazo.
Así es, entre la brutalidad física y la psicológica de quienes nos presionan una y otra ves, cada vez a un lugar más hondo y más oscuro, el humano no tiene fin en su maldad, en su ilimitada crueldad.
Somos los depredadores más brutales del cosmos.
Y las vejaciones de castración de niñas...
Y la caza al albino en África...
Y las 300 niñas secuestradas...
Y los bebés robados para venderlos a los bancos de órganos de afamados hospitales...
Y la quema de seres humanos por distinto color, creencia, lugar de procedencia...
Ay, amigo. Real entrada nos traes hoy.
Tristemente, hay muchas acciones y actos que se escapan a toda la razón y la lógica. Coaccionar, intimidar, forzar e imponer están fuera de todo entendimento y capacidad de asimilar.
Nuestra parte irracional se deja ver en muchas ocasiones...
un abrazo
ps: perdón por el retraso en comentar.
Y con el fuego el humo denso que ciega...
Salud.
¿Quemaron vivo a un hombre metiéndole la cabeza en un neumático encendido?
La gente es muy sádica.
Javier
Eso fue lo que hicieron sí. Y no es la primera vez que lo hacen, al menos tuve varias noticias de hechos similares en África.
La crueldad humana no parece conocer límites.
Saludos
J.
El mismo terror de siempre ahora en 3.0
¿Duele, verdad?
A veces "ellos" somos nosotros mismos.
Saludos.
¡Que horror!
Impresionante.
Parece increíble que por pensar diferente ser termine así con una vida humana.
mariarosa
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