Como ocurre siempre con lo que en verdad
resulta trascendental, al principio primó la incomprensión. Porque ninguno de
nosotros estaba preparado para el significado de esas palabras. Porque
carecíamos de la habilidad para decodificar esos términos tan comunes, que
podían oírse cualquier día, es cierto, pero que presentados de ese modo, en
nada se parecían a la realidad.
Al
menos a la realidad más común, a la de todos los días, esa que a veces
nombramos como rutina es un arrebato de creatividad.
Claro
que existen rutinas y rutinas, pero, a pesar de sus diferencias, resultan por igual
de aburridas y repetitivas.
A
pesar de nuestra ignorancia, lo tomamos como el ritmo de nuestro corazón, de
nuestra época, casi que de nuestra generación.
Sabíamos
que, al igual que nosotros mismos, los otros, los que carecían de importancia,
los que en nada se parecían a nosotros, tampoco comprendían nuestro cantar.
Eso,
por supuesto, nos ayudó a sentirnos un poco menos perdidos en aquel universo de
insatisfacción.
Porque
cantábamos con voz de trueno aunque estuviéramos solos, como queriéndonos
convencer a nosotros mismos antes que a los demás. Cantábamos ese único y
primitivo verso que nunca nos fue enseñado por voz alguna, sino que nacía de
nuestro más humilde y humillado interior.
Cantábamos
despertando sospechas, miedos, ira, desesperación, alegría, indiferencia, amor,
odio, pasión, desenfreno, muerte y, también, vida. Poco importaban las opciones
que para nosotros representaban más de lo mismo.
Alguien
señaló la incongruencia de cantar algo como ahogados
por la tristeza, cataremos, diciendo que si alguien se ahoga, imposible
resulta que cante. Pero sabíamos que, quienes escuchaban solamente el sonido de
nuestras voces, eran quienes menos comprendían de entre todos los hombres.
8 comentarios:
Algunas veces la incongruencia es el único camino para seguir viviendo.
Saludos
J.
Yo a veces tarareo musical instrumental, como La marcha del Imperio de Star Wars y tema intro de Dr. Who.
Dicen que el que canta su mal espanta, incluso en la realidad rutinaria, del ruido, que no voces de la contaminación acústica del ser humano.
Y la nuestra esa voz que esta y que no oímos pq somos...eso...
Pues a veces mejor la callamos.
Me quedo si no te importa.
Me gustaría que tu en el mio, así siempre veré cuando publiques.
Saludos
elblogdemaku.blogspot.com
Bueno cuando google me deje claro...
Todo tipo que canta, por alegría o para expresar su insatisfacción, suele llamar a sospecha...y al menos cantar como protesta también es positivo, al menos para el que saca al son de un ritmo su bronca.
muy buen fin de semana.
mariarosa
Estamos con el tema de la división, los que cantan y los que no escuchan?
Estamos con el tema de la esperanza, con un canto que trae muerte pero también, al final, vida?
Me gusta esta última lectura. Por instinto :)
Otro texto impecable que nos plantea preguntas.
Un beso.
Cantar con sentimiento siempre es positivo, a veces hay que sacarse lo que uno lleva adentro.
Son como cantos de sirena que esconden una mentira o una seducción, sabiendo que no llegaran a aclarar o esclarecer dudas.
un abrazo
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