sábado, 31 de agosto de 2013

Espíritu democrático


La sentencia, como era de esperarse, no demoró ni siquiera los tiempos legales estipulados en la ley. Porque, para qué cumplir con lo establecido cuando el acusado ni siquiera sabe defenderse, y la justicia ama proteger al poderoso arruinando al pobre.
En eso, aunque no sea en lo único, la historia nunca ha cambiado.
Ni lo hará mientras continuemos dándole valor a un trozo de papel.
Declararme inocente es, para ellos, parte del juego, ese que representan ante cada oportunidad. No les importaba lo que pudiera decir. La justicia parcial había tomado su postura siglos antes de mi nacimiento. Mi sangre estaba condenada, mi persona sería exterminada, mi vida olvidada, para que el mecanismo continuara funcionando.
Ese mismo sistema que nos dice que siempre debemos confiar en la corrupta policía, en los jueces sobornados, en los políticos de cabaret, en las estrellas de cine que adoptan un niño en cada continente subdesarrollado, y en los deportistas drogadictos. Ese sistema que se fagocita a sí mismo y destruye los sueños que se construyen desde abajo, o que intentan transitar un camino diferente.
Ese maldito sistema que han denominado democracia aún cuando nadie conoce la raíz de la exacta de la palabra, el sentido peyorativo de su división de clases, y el rebaño, el pueblo, los que seguimos a la masa, creíamos en ellos, los mismos de siempre, como conductores.
Me encierran ahora por demostrar sus falencias y negociados; por decir que no queda ningún político honesto, porque nunca hubo ninguno; por decir que todos los policías son asesinos a sueldo que tienen un orgasmo con cada disparo; que los jueces sólo saben de sentencias compradas escritas por otros; y que el vicio arruina al pueblo.
Me condenan hoy por incordiar sus falsas morales y sus dobles discursos. Pero no saben que la única forma de libertad posible en esta pobre versión de una puta democráticamente violada, es vivir tras las rejas.
Pero no serán las rejas de ninguna cárcel las que podrán contenerme.
En eso también se equivocan.

5 comentarios:

José A. García dijo...

En otras palabras, entrada número 600 de éste longevo blog...

Suerte para tod@s.

J.

aristio dijo...

Uy la democracia, da mucho que hablar, pero eso de libertad tras las rejas, habria que contrastarlo... creo. Saludos, tienes un blog interesante.

la MaLquEridA dijo...

Un texto muy actual donde la corrupción impera sobremanera sobre la "democracia".


Saludos

mariarosa dijo...

Una entrada actual.
Creo que todos en algún momento hemos sentido la misma bronca. No sé desde dónde escribes, en mi sentir de argentina tu mensaje es muy actual, creo que medio país siente la misma impotencia ante la actualidad.

mariarosa

José A. García dijo...

Gracias gente por sus comentarios.

Nada mejor que sentir el apoyo de los lectores para saber que se debe seguir escribiendo.

Saludos y Suerte

J.