La sentencia, como era de esperarse, no demoró
ni siquiera los tiempos legales estipulados en la ley. Porque, para qué cumplir
con lo establecido cuando el acusado ni siquiera sabe defenderse, y la justicia
ama proteger al poderoso arruinando al pobre.
En eso, aunque no sea en lo único, la
historia nunca ha cambiado.
Ni lo hará mientras continuemos
dándole valor a un trozo de papel.
Declararme inocente es, para ellos,
parte del juego, ese que representan ante cada oportunidad. No les importaba lo
que pudiera decir. La justicia parcial había tomado su postura siglos antes de
mi nacimiento. Mi sangre estaba condenada, mi persona sería exterminada, mi
vida olvidada, para que el mecanismo continuara funcionando.
Ese mismo sistema que nos dice que
siempre debemos confiar en la corrupta policía, en los jueces sobornados, en
los políticos de cabaret, en las estrellas de cine que adoptan un niño en cada
continente subdesarrollado, y en los deportistas drogadictos. Ese sistema que
se fagocita a sí mismo y destruye los sueños que se construyen desde abajo, o
que intentan transitar un camino diferente.
Ese maldito sistema que han
denominado democracia aún cuando nadie conoce la raíz de la exacta de la
palabra, el sentido peyorativo de su división de clases, y el rebaño, el
pueblo, los que seguimos a la masa, creíamos en ellos, los mismos de siempre,
como conductores.
Me encierran ahora por demostrar sus
falencias y negociados; por decir que no queda ningún político honesto, porque
nunca hubo ninguno; por decir que todos los policías son asesinos a sueldo que
tienen un orgasmo con cada disparo; que los jueces sólo saben de sentencias
compradas escritas por otros; y que el vicio arruina al pueblo.
Me condenan hoy por incordiar sus
falsas morales y sus dobles discursos. Pero no saben que la única forma de
libertad posible en esta pobre versión de una puta democráticamente violada, es
vivir tras las rejas.
Pero no serán las rejas de ninguna
cárcel las que podrán contenerme.
En eso también se equivocan.
5 comentarios:
En otras palabras, entrada número 600 de éste longevo blog...
Suerte para tod@s.
J.
Uy la democracia, da mucho que hablar, pero eso de libertad tras las rejas, habria que contrastarlo... creo. Saludos, tienes un blog interesante.
Un texto muy actual donde la corrupción impera sobremanera sobre la "democracia".
Saludos
Una entrada actual.
Creo que todos en algún momento hemos sentido la misma bronca. No sé desde dónde escribes, en mi sentir de argentina tu mensaje es muy actual, creo que medio país siente la misma impotencia ante la actualidad.
mariarosa
Gracias gente por sus comentarios.
Nada mejor que sentir el apoyo de los lectores para saber que se debe seguir escribiendo.
Saludos y Suerte
J.
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