Oscuros ribetes adornan ésta historia que, de
pasión, tal vez, no tiene poco y, quizá, de verdad, mucho menos. Pero la
carencia de algunos periódicos elementos no desmerece a los demás, al
contrario, los enaltece.
El origen del Recolector de Lágrimas
Solitarias no nos fue dado a conocer. Sin embargo, son varias las tradiciones
que pretenden ocultar nuestra ignorancia. Claro que nada cierto hay en ellas.
Sólo un hecho parece ser el
fundamental en éstas historias. Cada hombre, cada mujer, ha llorado en secreto
por lo menos una vez. Ese llanto que nunca traspasa de las primeras lágrimas
inundadas de dolor o desesperación, frustración o impotencia, son el alimento
predilecto del Recolector.
Pero no son sólo las lágrimas lo que
se lleva, sino también el recuerdo de lo que las produjo. El dolor, el golpe o
el motivo de la lágrima solitaria que escapa de nuestros ojos y que al poco
tiempo ya ni siquiera recordamos cómo ni por qué. Ese es el signo de que el
Recolector dirigió sus pasos hacia nosotros.
Habrá quienes, sin dudas, digan que
su accionar es beneficioso, porque nos regala la tranquilidad, la liberación de
nuestros pesares. Nos sentimos mucho mejor, más livianos, luego de que esa
lágrima huye de nosotros. Tal vez sea cierto, pero no se preguntan si eso es
suficiente.
Otros se preocupan por lo que pueda
ocurrirle a las personas que se acostumbran a ese llanto minúsculo sin liberar,
nunca, lo que les oprime el corazón. Porque no se permiten sanar del todo sino
solamente paliar su enfermedad.
Y si ningún corazón es eterno, mucho
menos uno enfermo.
Lo que nadie se ha preguntado nunca
a lo largo de ésta historia, es el por qué del accionar del recolector. ¿Por
qué quiere nuestras lágrimas de tristeza? ¿Qué hace con ellas? ¿Qué ocurre con
nosotros cuando dependemos de él para olvidarnos de nuestro dolor? ¿Qué?
6 comentarios:
¿Para qué quiere las lágrimas?
Para dejarlas llover sobre la gente impaciente y perdida en las calles, caminando sus desgracias, para eso.
Saludos
Lo que sí está claro es que no le falta material de trabajo. Y dificilmente le falte.
¿Las vende?
Quién sabe que hace, tal vez las recicla y las vende como agua mineral.
mariarosa
La propuesta de María Rosa es más que suficiente y original, pero puestos a imaginar, quizá pretenda acabar con la tristeza de ahí que reúna y amontone todo el dolor en una misma tinaja para que fermente, hasta alterar el sentido del mis producto, agriando el pesar...
:))
un abrazo
Que ganas de llorar a veces y cuanto hay que aguantar. Pero en toda vida siempre hay alguien dispuesto a ayudarnos. Siempre.
Cami Love.
Malquerida: No lo sé, la duda queda.
Demiurgo: Lo dicho, difícilmente le falte trabajo.
María Rosa: ¿Cómo será el mercado negro de lágrimas? Una buena idea para explorar.
Esilleviana: Si dicen que Cleopatra se bañaba en leche, ¿por qué no será posible que él se bañe en dichas lagrimas?
Miss Love: ¿Sólo a veces? Algunas personas no saben vivir sin lágrimas.
Gracias a tod@s por sus comentarios.
J.
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