Capítulo 10 – Del sonido
—Pensaba —comenzó el ketchup de
algún otoñal y apacible abril—, que ignoro cómo hacemos para escucharnos…
El ketchup de
octubre nada dijo, dejó que su compañero de deriva cósmica, continuara con su
soliloquio.
—Porque la
lógica de cualquier razonamiento indicaría que, para escuchar, es necesario un
órgano capaz de captar las ondas de sonido. Algo, por minúsculo que sea.
La verborragia
habitual del aderezo de abril, ahora que las irónicas palabras del otro sobre
de tomate triturado no la interrumpían, se mostraba con todo su esplendor.
—Y nosotros,
tú y yo, en medio de tanta noche, tanto vacío, no somos más que nosotros. Dos
pobres sobres de ketchup flotando sin más, quizá las inteligencias más
brillantes del universo —dijo el sobre de abril.
El ketchup de
octubre mantenía su obstinado silencio.
—Pero
carecemos de todo órgano, de todo complemento orgánico que nos permita
escucharnos. Sin embargo, nos venimos comunicando desde hace tiempo,
intercambiando ideas y pareceres, casi todos los días. ¿Cómo es posible?
El silencio
fue toda la respuesta que obtuvo a sus dudas.
—Claro que,
tampoco, tenemos boca, y no es que necesitemos gritar, pero creo que ha de ser
necesaria para hablar —dijo el reflexivo sobre de abril—, y tampoco la tenemos.
Carecemos de tantas, tantas cosas. Oídos, bocas, neuronas quizás. Pero aquí
estamos, siendo nosotros… como ha de ser.
—Disculpa…
—dijo el ketchup de octubre—, dormía. ¿Decías algo?
—No, nada
—respondió el ketchup de abril flotando, como siempre, como nunca, en el frío
vacío cósmico.
6 comentarios:
La ironía en el trato de estos dos seres no deja de sorprenderme...
Saludos y Suerte
J.
:)
Jaja, pobrecito, tanto discurso dilapidado. Menos mal nos llegan ecos de su soliloquio. Decile ketchup de abril que a veces lo seres con oídos no oyen nada nada, capaz le sirva de consuelo.
Muy bueno, José. Saludos
*decile al... quise decir!
¿como se comunican? Podría ser por telepatía, podrían comunicarse por radioondas, alterando la gravedad, por sentidos ajenos a lo que conocemos.
Por un momento me reflejado... rojo, muy rojo.
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