La policía demoró, sutilmente, demasiado en
encontrar al atacante. Hasta su séptima aparición, dijeron, no dejó rastro ni huella
alguna.
Solamente luego de que se confiara,
de que creyera que era capaz de burlarse de todos y todas, de crear sus propias
versiones del mundo, que cometió todos los errores posibles.
Dejó que su última víctima viera su
rostro, le quitara un mechón de pelo y robara su billetera. Con tan pequeñas
pistas, un adn, un dni con nombre, apellido y dirección, la policía pudo dar
con el terrorista de la belleza.
Sabía que el nombre les traería
recuerdos, porque a pesar de que no pasaron más de tres meses desde su
detención, los medios de comunicación se olvidaron de lo referente al caso. La vida continúa, dicen. Claro que, las
víctimas, y los verdugos, siempre piensan de manera diferente.
El juicio al ciego que atacó
brutalmente a las siete modelos publicitarias duró, apenas, tres días. Las
pruebas, los testimonios, las filmaciones, la negativa a declarar por parte del
acusado, todo estaba en su contra. Así que, ¿para qué derrochar parte del presupuesto público en un caso cuya resolución
era por demás clara?
Sí, lo condenaron sin atenuantes de
ningún tipo, y a pesar de su discapacidad. Los rostros desfigurados de por vida
de las siete mujeres, pesaban, ante los ojos de los jueces, abogados y
fiscales, más que las arrugas del invidente.
El veredicto estaba cantado. Allí no
hubo justicia ni búsqueda de explicaciones, razonamientos ni justificaciones.
No hubo nada.
Sólo al final del último día,
conocida la sentencia, mientras los amantes de la falsa belleza impuesta
festejaban, el ciego quiso hablar, decir sus últimas palabras quizá. Pero nadie
estaba dispuesto a escucharlo.
Solamente una persona, que se sentó
muy cerca del ciego en todo momento, dijo haberlo escuchado.
—En el mundo audiovisual en el que
la imagen es lo único que poseemos, ¿qué otra cosa podía hacer para acercarme,
mínimamente, a la realidad?
Pero, por supuesto, nadie creyó en
la memoria de aquel sordomudo ni entendió, tampoco, su frenético lenguaje de
señas.
6 comentarios:
Quiero aclarar que 'El Informe sobre Ciegos' de Ernesto Sábato NO sirvió de inspiración para éste escrito.
Quedan avisados.
Saludos y Suerte
J.
Nos recordó la película Acción Mutante, de Alex de la Iglesia. Con esa delirante canción de Def Con Dos:
Mens sana in corpore tullido.
Esta consigna nos mantiene siempre unidos.
Mutilación obligatoria, amputación por decreto:
queda prohibido ser un hombre entero.
Salud!
jaja, un cuento con humor y crítica a la vez, es algo difícil de lograr, tú lo has conseguido.
Este tipo de cuentos y asuntos me interesa demasiado.
Saludos.
Castiguenlo, se lo tiene merecido. ¿quien se cree que es para agredir a la belleza? Algo real, no falso.
Tal vez no era la intención del relato, pero ¿quien dijo que dos demiurgos tienen que estar de acuerdo?
Ese personaje me resultó odioso.
Xindansvinto: cuanta verdad encerraba esa película olvidada en el recuerdo. Si, muy cierto.
Beatriz: Gracias por tus palabras, no sé si tendrá mucho humor, pero que la crítica abunda no lo niego.
Demiurgo de Hurlingham: Nadie dice que debemos estar de acuerdo en todo, en muchas cosas ni siquiera estoy de acuerdo conmigo mismo...
Saludos
J.
Este señor invidente se vengó de todos aquellos que se sienten aislados y retirados de las costumbres y normas sociales. Si no eres delgada, te arreglas, llevas zapatos de vestir, no vas a la moda, los demás en parte e indirectamente, te rechazan y se resisten a conocer con cierta profundidad, a esa persona. Por tanto, entiendo que este asesino tomara cierta actitud radical y extremista.
un abrazo
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