viernes, 1 de febrero de 2013

Divagaciones


Redacción encontrada, por casualidad, en el interior de una vasija de cerámica quebrada en el fondo de un barranco inaccesible hasta hace unas décadas atrás, cuando se practicó una perforación al pie de la montaña buscando una impracticable salida al mar en dicha dirección:

Creo que ha de ser la primera vez en mi vida que, al momento de encarar una tarea totalmente nueva, no siento ni el menor atisbo de miedo. Difícil de creer, es cierto (yo mismo dudo de ser yo mismo en éste momento de dudar sin dudas), porque el miedo es el principal motor de cualquier acción.
Fue el dudar del cielo lo que nos obligó a tener siempre sobre nuestras cabezas un techo; el miedo a la distancia nos empujó a crear la rueda; el miedo a las bestias nos impulsó a domar el fuego; y fue el miedo a nosotros mismos creó las primeras armas. El miedo, siempre el miedo, como el capítulo inicial de cualquier historia.
¿Qué será de mí ahora que lo he perdido? ¿Seguiré creando? ¿Amaré de la misma forma?
¿Seré capaz de morir?
Ese es el mayor peligro. Si he perdido el miedo a la muerte, ¿Seré eterno o moriré sin pena ni gloria?
Ojala existiera una tercera opción, pues ninguna de las anteriores me resulta atractiva.

Ignoramos quién fue el redactor. No hayamos ningún hueso, ningún rastro de presencia humana, ni siquiera vestigios de que el lugar haya sido utilizado alguna vez. Pero no creemos en el azar.
      Nunca lo hicimos.

7 comentarios:

José A. García dijo...

Ni, tampoco, nunca lo haremos.

Saludos

J.

Manco Cretino dijo...

¿Ni de a ratos?
Terrible duda: ¿podrá morir o no? Para mí que tendría que probar, a ver que pasa, no?

José A. García dijo...

Ponele que sea mortal, sólo lo puede intentar una vez nada más.

Y si sale mal, qué? se deprime?

Será como los struldbrugs? Eso sí que sería una pésima eternidad...

J.

Xindansvinto dijo...

El azar no existe. Cada ser humano es responsable de su propia suerte y, en ocasiones, por activa o por pasiva, también del infortunio de los demás.

Salud.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Muy interesante incognita, ni siquiera está claro que el anonimo autor haya sido humano. Es curioso que la inmortalidad casi tenga tan mala prensa como la muerte.
Un detalle curioso que eternidad es un concepto diferente de perpetuidad, significa todos los tiempos simultaneos. En Sandman, la historieta de Neil Gaiman, se especulado que no implica necesariamente la inmortalidad, de que se puede ser eterno y morir.

En los mitos griegos, Glauco fue revivido, inmortalizado, incluso llamó la atención de Circe. Algo con su lado problematico.

Thor_Maltes dijo...

Y así como el miedo nos dominó como especie. Y extrañamente también nos acercó

efa dijo...

no lo pienso, pero lo temo

sin pena ni gloria