En cuanto
lo vi, supe que algo andaba mal, porque él no solía hacer ese tipo de cosas,
nunca, ni de casualidad.
Le miré directo a los ojos, esperando descubrir
en ellos alguna respuesta; pero sólo encontré indiferencia y mal humor.
—Que raro verte tan desalineado —sé que dije.
Él miró sus manos, sus ropas, el frente y
atrás, buscando a qué me refería.
—¿De qué me hablas, linda?
Señalé, disimulando mi acción, porque señalar
es de mala educación, su pantalón.
Y él volvió a mirar.
—¿Esto? —preguntó señalando una diminuta
salpicadura de barro en el interior del dobladillo.
—Si —dije yo.
—Pero es barro, afuera llueve, y casi no se ve.
—Yo lo vi —respondí.
Supe que algo había cambiado, que la magia
entre nosotros se había roto y que, a pesar de que lo intentaríamos, ya nada
podría repararla.
—Será mejor que me vaya —dijo él.
—Si —respondí en voz baja, casi un susurro— Será
lo mejor.
Lo vi desaparecer como un jirón más de la
niebla que rodeaba mi vida.
Otro sueño fracasado.
El sol rompía el manto de negrura en el lejano
este.
El día sería tan largo y solitario…
11 comentarios:
Algunas personas se fijan mucho en los detalles.
Mucho.
Saludos
J.
Sí, bueno yo tengo algo así, pero con las etiquetas de las remeras... A veces es así.
PD: para ser poe tenes que quedarte callado frente a tu hermanita altruista. ja, esa conversación da para hacer un estudio sociológico.
Un abrazo (y si queres no lo publicas)
gente obsesiva al mango...o mujeres que tienen muchos pretendientes de los cuáles elegir....
La magia es así, llega y así como llega desaparece.
Un beso.
Esa obsesión por los detalles es sin duda el fin la magia. Un terrible bajón!
Muy lindo post. saludos!
Una historia de amor/desamor. Y sí, ella era algo quisquillosa pero cuando desaparece el encanto o el hechizo no puedes hacer nada por la llegada de la desilusión.
Un abrazo :)
Muchas gracias por pasarte siempre y dejar tus opiniones.
Esta entrada me ha llegado al alma especialmente... Quiza son los pequeños detalles los que nos hacen darnos cuenta de los pequeños cambios.
Un saludo!!
A pequeños detalles, grandes consecuencias.
Saludos.
Eso era una excusa, amigo. Cuando algo ya ha finalizado, hasta un hilo en la chaqueta puede parecernos un algo muy desagradable y maloliente... Cuando acaba se acabó, chimpún!
UN beso y un café, me chifló la ligereza de la narración, bravo.
Gracias por sus comentarios, a tod@s, por el apoyo que representa su lectura constante.
¡Nectores del mundo uníos!
Saludos
J.
Publicar un comentario