Soy incapaz de decir si aquello comenzó como un
verdadero juego o si, en la cabeza de alguno de nosotros realmente crecía la
idea de organizar una cacería como las de antaño.
Y eso que en la comarca ya ni zorros
quedaban.
Pero, aún así, vestimos nuestras
mejores armaduras, ribeteadas en colores fluorescentes para no perdernos y, más
importante aún, que nuestros propios compañeros no nos atinaran en la noche
confundiendo nuestros entorpecidos movimientos con el quejido de alguna bestia
mitológica. Ataviados de ese modo, nos internamos en la media hectárea de
bosque que sobrevivía del otro lado del río.
Calculo que seríamos unas ciento
ochenta personas moviéndonos por esos parajes, algunos aprovecharon para
atrapar pajaritos, otros para robar huevos de los nidos, incluso vi que algunos
robaban leña de los terrenos reales inflingiendo, claramente, las leyes del
alcahuete del rey. A los pocos días, la mayoría se había desmadrado. El agua
mineral finamente gasificada corría a raudales por allí; y pocos hombres pueden
escaparles a sus encantos.
El juego, estoy seguro, acabó el
mismo día en que nos topamos con un león, dorado, enorme como varios hombres
juntos, con una brillo de inteligencia feroz y suspicaz en sus ojos, y una
melena tan extensa como luminosa.
Nos sorprendió pues nunca vimos
criatura semejante en estas latitudes tan alejadas del mundo civilizado. Pero
el león no hizo caso de nosotros, ni de nuestras armas, y, diciendo
—Con permiso
por favor, que voy a pasar
Desapareció siguiendo su camino sin
que nadie se atreviera a seguirlo, lanzarle una red o dispararle.
La mayoría simuló no haber visto
nada.
Por mi parte decidí, por las dudas,
regresar al otro lado del río.
6 comentarios:
Si, hace referencia a una canción en el título, pero después nada que ver...
Creo, porque nunca la escuché entera.
Saludos
J.
Caramba, un proyecto semejante con 180 personas. Y apenas un animal que piensa más en la larga historia de su grandeza puede con todos...claro, es que el orgullo de la razón es para todos, hasta para los que razonan, también efímero. ¡Un abrazo! F:
Queda demostrado una vez mas que el hombre es el peor animal, el de los bajos instintos....
bravo! aplaudo de pie!
abrazo*
Si uno no quiere, el juego no sigue. La fuerza no lo es todo.
Saludos.
Gracias,
a veces un juego de palabras nos alegra momentáneamente el día. Otras veces se necesita algo más elaborado.
Saludos a tod@s!
J.
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