Hay quienes postulan que llegó la hora de dejar
a un lado las máscaras de lo cotidiano y ver lo que nuestros rostros esconden.
Ignoro en qué fundamentan un razonamiento tan trivial como el que supone que
todos nos engañamos a nosotros mismos, no sólo a los demás, creyendo ser lo que
no somos.
Porque están equivocados.
Los rostros son la mentira, los que
engañan, los que cualquier bisturí puede alterar.
Si ha llegado la hora de algo es la
hora de dejar estos rostros falsarios de sí mismos a un lado para mostrar la
máscara que escondemos debajo de ellos. Cada uno posee infinidad de rostros,
uno para cada situación, para enfrentarnos a cada persona; pero solamente una
máscara, única, irrepetible, propia. Inexpugnable, la mayoría de las veces,
para uno mismo.
La máscara nos dice quienes somos,
los rostros son circunstanciales.
¿Quién estaría dispuesto a dar
inicia a algo semejante?
7 comentarios:
En la esquina superior izquierda de la imagen dice quién es el autor de la misma.
Me pareció la más interesante para ilustrar éste texto, de entre todas las que encontré en la red.
Saludos
J.
Y he aquí la respuesta a mi duda porcentual y el fin de mi curiosidad física.
Un abrazo.
Invitación
Yo soy brasileño, y tengo un blog, muy simple.
Estoy lhe invitando a visitar-me, y se posible, seguimos juntos por ellos.
Fuerza, Alegría y Amizad.
Ven para acá.
http://www.josemariacosta.com
Será quizá que le tenemos tanto miedo al sufrimiento que la única forma de protegernos es a través de una mascara. No condeno a nadie, solo creo que cada quién utiliza las armas que tiene o que quiere.
Yo he preferido ser juzgada mil veces y odiada otras mil por ser quién soy.
Creo que el que muestra un mascara, se esta perdiendo el más extraordinario placer humano, el "sentir"... Sentir ser odiado, ser querido, sentir el sufrimiento, sentir ser apreciado por quién eres realmente. Sentir... sentir en definitiva que estamos vivos, y que somos al fin de cuentas lo que queremos ser.
Un abrazo
Josefa...
Descubramos nuestro interior, desnudemos nuestras miradas, para dejar de lado el rostro de la máscara.
Un beso.
Descubramos nuestro interior, desnudemos nuestras miradas, para dejar de lado el rostro de la máscara.
Un beso.
¡Gracias chicas por sus comentarios! A todas, son muy importantes sus palabras.
Saludos
J.
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