lunes, 10 de septiembre de 2012

Malditas Niñas

Fue una época de Caos Relativo. Las teorías dicen que se debió a la combinación de varios factores múltiples. Entre ellos podemos mencionar a la política del hijo único en la República Popular China, la caída de la virilidad en los estados unidos de norteAmérica producto de las sucesivas guerras en las que sus ejércitos fueron derrotados, así como la división en castas impuestas en toda Europa tras la crisis del euro a finales de la misma década.
Esto condujo a un mundo en el que por cada 0,5 mujeres por cada 6,3 hombres. Es decir, existía una sobrepoblación de hombres que se vio agravada luego de la conquista sexual de Latinoamérica por los gigantes asiáticos. Cosa no se debe meramente a la fábula de la fogosidad de las mujeres latinas, sino a la carencia de mujeres orientales con las cuales aparearse como conejos.
La etnia sino-tibetana superó a la indoeuropea en menos de dos generaciones. Pero el problema no logró resolverse. Al contrario, veinte años más tarde las estadísticas hablaban de la existencia de un 0,2 mujeres por cada 9 hombres. Las noticias mencionan las verdaderas fortunas que llegaban a pagarse por el sólo derecho de relacionarse con una mujer genéticamente verdadera; porque, por supuesto, al mismo tiempo surgió el debate de si era ético o no que se realizaran operaciones de cambio de sexo masivas y tratamientos hormonales sobre la población carcelaria y grupos de disidentes políticos.
Pero las mujeres escaseaban y no había tiempo para debates de esa calaña. Más teniendo en cuenta que las pocas mujeres que se encontraban en edad de reproducirse, no hacían otra cosa que parir niños y más niños. Y sólo muy de vez en cuando una niña que tomaría su lugar a los pocos (muy pocos) años.
Niña que debía ser tratada como una verdadera diosa encarnada si queríamos que llegara con una excelente salud a la adolescencia y su vida de embarazo permanente para la cual se la preparaba. Por suerte, al parecer, a estas niñas les divertía sobremanera usar a niños de su misma edad como esclavos hasta los ocho o nueve años, obligándolos a hacer cualquier cosa que sus imaginaciones enfermas inventaran. Ellos, de más está decirlo, no podían negarse. Así lo decía la ley.
Puede sonar carente de lógica, o de sentido común, pero era necesario deshacerse de la posible competencia que estos niños podrían representar en el futuro. Por eso mismo, las niñas tenían derecho sobre sus vidas; aún así, fueron pocos los niños muertos en manos de sus amas.
Lo verdaderamente terribles fue que no pocas de estas niñas acabaron sus días degolladas por algún fastidiado niño; a quien se castigó con la muerte por su atroz acto. A la niña, por supuesto, ya no podía recuperársela.
La población mundial descendió al tiempo que comunidades completas de solteros pusieron en práctica el suicidio colectivo con el pobre fin de aliviar sus penas.
La especie humana peligraba y la mayoría de las mujeres que llegaban a adultas (a los 12 años de edad biológica, según la nueva ley del estado global), se obstinaban en permanecer vírgenes. Algunos científicos desesperados arriesgaron la teoría de que un grupo de lesbianas ocultas en las escasas hectáreas que perduran de la antigua selva del Amazonas, habían descubierto la forma de reproducirse sin necesidad de intervención masculina.
Quizá sea cierto, quizá no. Yo sólo sé que va siendo hora de que comience mi periplo en busca de una de las contadas mujeres de la comarca que, según se comenta, han aprendido el arte del camuflaje y sólo se muestran ante aquellos hombres que despiertan su interés. Años de gimnasio y teoría psico-sexual me dicen que estoy preparado para algo semejante.
Aún así, espero estar a la altura de la situación sea cual sea la verdadera verdad.

5 comentarios:

José A. García dijo...

Me encanta el rostro de Judy Garland en ésta fotografía...

Saludos

J.

Sole dijo...

Bueno... entonces te deseo mucho éxito en tu tarea. Y creeme que somos muchas más de las que pensas las que buscamos más allá del estado físico, pero qué se yo... yo soy de otro planeta,¿no?.
Un abrazo grande.

José A. García dijo...

Gracias Sole, por el comentario, pero yo no soy el personaje de mi historia. Ni es, tampoco, mi deseo, ni mucho menos. Pero tampoco mucho más...

Saludos

J.

Anónimo dijo...

Como siempre José sorprendes
con el montaje de este post
por momentos brillante.

Este relato es muy cinematografico
y el lector puede intuir las imágenes


Enhorabuena!

Esilleviana dijo...

jajaja
por tanto, esta es una posible explicación a la crisis financiera; "cuando las mujeres escasean, los hombres gastan más dinero".

encontré este artículo
http://alt1040.com/2012/02/cuando-las-mujeres-escasean-los-hombres-gastan-mas-dinero

no sé si será real, ficticio, inventado o la página será solvente y demostrable, pero me hizo gracia leerte y leer el artículo.

Un abrazo escritor :))