La de hace unos pasos, la rubia que camina
frente a mí, la otra rubia un poco más adelante, la que crucé apenas salir de la
casa, esa que tenía el suéter verde, y la del abrigo marrón que cruzó la
avenida a mi lado. También, y como olvidarla, la morena que sonreía mirando el
sol de la mañana, con la alegría jugando sobre su piel y la fantasía jugando en
mi imaginación.
Seis mil historias de amor
inconcluso por día, tal vez más, tal vez menos; número arbitrario, sí, pero
suficiente para darle forma a la idea. Mis ojos se enamoran a cada paso que
doy, con cada mujer que se cruza con mi mirada, incluso aquellas que nada saben
ni imaginan.
Sobre todo ellas.
La de la argolla en la nariz, la que
trabaja en la panadería, la que paseaba aquel perro, y la que la acompañaba
hablando por teléfono móvil. La que respondió a mis ojos con una mirada de
desprecio. La de más allá, la de más acá, las que están cerca, y las
inalcanzables.
Todas, cada una de ellos, son mi
amor imposible de concretar. Amor que nace, florece, muere y pasa al olvido en
los pocos segundos que tarda una imagen en ser reemplazada por otra.
Un parpadeo, dos como mucho.
Y después hablan de que la esperanza
no ha de morir jamás. Conmigo ha fracasado estrepitosamente, aunque mejoró con
creces su habilidad para multiplicarse, para estar siempre latente.
Aquella, la de las pecas; la de los
rizos; la de las botas negras.
Todas.
Cada una de ellas.
¿Cómo puede soportar tanto un
corazón? ¿Mi corazón?
A veces creo que lo mejor sería
arrancarme los ojos. Pero nadie me asegura que haciéndolo dejaría de ver las
imágenes que se acumulan en mi memoria.
Seis mil historias de amor.
Inconclusas.
Todas.
Cada una de ellas.
Para siempre, mientras la rueda sea
rueda y se mantenga girando.
6 comentarios:
sincero interludio...
así acudieron las palabras.
Salud!
¡¡¡Hay!!!,cuanto gasto de energia evolutiva.
¿dónde irá toda esa lìbido desperdiciada?
saludos.
El INADI estaría orgulloso.
Comprendido por completo.
(Tristemente, peco de ser selectiva con los hombres, así que supongamos que mi promedio es la mitad del tuyo).
Muy linda nota, un abrazo grande.
Este tema que tratas hoy, en un momento de mi vida se había vuelto una obsesión: tantas historias de amor posible y yo que aprovechaba apenas 6 o 7 por semana. Por suerte me calmé, las cosas no me iban del todo bien de esa forma.
Un abrazo.
HD
Es una forma simpática de ver la vida. llegará un momento en que esas botas, pecas, rubias y morenas se convertirán en materia descolorida e insípida porque tendrás el frasco de sal en tu mano. Y si no? Pues a seguir soñando que es gratis.
Un beso y cafelito mañanero.
¿Dejará uno de ver sus obsesiones por la sola carencia de los ojos? ¡Qué buena pregunta haces! Yo creo que no. La que ve es la mente inasible y no la herramienta. Habrá que probar...
¡Saludos! F:
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