Estaba enojada, enojadísima, sumamente enojada,
a punto de estallar. Ya no daba más del enojo.
Y las frases similares continuaban,
en el mismo tono, durante horas, días, años. Por suerte aprendió a ignorar, y
que cuanto dijera pasara junto a él como lo que era, una bocanada de aire
mezclado con sonidos articulados.
¿Qué culpa tenía él? Bastante. El
quedarse, el permanecer allí pese a cuanto sucedía, como si careciera de
límite, lo convertía en culpable.
Inteligencia.
Sentido común.
Años atrás se miraban más seguido,
directo a los ojos, para decirse lo importante, lo medianamente de interés y lo
trivial.
Ahora se daba cuenta de su error, de
la pérdida de valor y su ceguera.
Pero tenía los ojos enormemente
abiertos y ni siquiera era capaz de mirarla. Las imágenes se superponían, el
recuerdo sobre la realidad, el enojo sobre cualquier otro sentir. Ni aun
parpadeando más de mil veces, esa imagen cambiaba. No.
Incrustado frente a sus ojos,
encriptado en palabras tan largas como irreconocibles, el recuerdo persistía, mucho
más que la nalga de Lenin en el cuadro de Dalí.
Mucho más.
Quizá si hiciera el esfuerzo de
volver a mirarla y enfrentar que el tiempo pasa, pasaba y pasará para cada ser
vivo, efímero o inmortal, humano o degradado a divinidad tribal. Pero no podía
hacerlo, no quería destruir su profunda felicidad, que era cuanto le importaba.
Por eso mismo, si igual que cuando
hablaba y no la escuchaba, la miraba pero sus ojos estaban fijos un poco detrás
de ella, tan atrás como los años que llevaban diciéndose que se aman.
5 comentarios:
Sí, la culpa la tienen las canciones de Luis Miguel y las películas de Hugh Grant, porque lo que en realidad importa en estas cosas es la rutina y la costumbre.
Un abrazo.
Sospecho que el tiempo no solo asesina la pasión, asesina todo.
Y después de esta frase, me voy a pegar un corchazo, como se decía en lucy y su cielo.
saludos gran José!
sera
El paso del tiempo puede llegar a ser capaz de todo.
Un beso.
Hola, saludos, que tengas un lindo inicio de semana, un gusto visitar tu blog, yo te invito a visitar el mio (El Blog de Boris Estebitan) y leer un poema mio titulado "The Ballad of Boris Esteban", es un poema a la esperanza.
Conozco perfectamente esa mirada. Me revolviste el estómago -que no es poco.
Un saludo =)
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