Es cierto,
no lo hace.
no lo hace.
Pero puede educársele para que engañe.
Por alguna razón que sólo el dueño de blogger tal vez conozca, todos los textos y comentarios que publiqué desde el inicio de Proyecto Azúcar hasta principios del 2011 hoy figuran como si los hubiera realizado un Anónimo. Sepan pues, dos cosas, Uno: todos los textos publicados son de mi autoría. Dos: los mensajes firmados como J., son respuestas a los comentarios de quienes me leyeron. Los otros comentarios anónimos seguirán de esa manera. Gracias
Si no dice "esta foto es mía", es porque la saqué de la red. No son de mi autoría, ni de ningún conocido mío, no las utilizo con fines de lucro sino para ilustrar para el contenido de mis textos. Y si alguien se ofende o se molesta, problema de ese alguien.
Gracias.
José A. García
8 comentarios:
Hace años que lo vengo intentando...
J.
el espejo no miento, quien miente es nuestra percepción.
saludos!
Iba a responder lo mismo, me ganaste de mano y de espalda!
Si encontrás el modo avisá ;)
Me enganché leyendo las otras entradas, no conocía este espacio tuyo, es muy muy interesante.
Saludos
Ps, un total acuerdo con el comentario que dejaste en mi blog, no lo había pensado desde tu punto de vista y me trajo alivio tu pensamiento.
Un mismo espejo y una misma imagen pueden antojarse tan diferentes según el observador. No hace falta mentirle, sólo aceptar y aprender a amar lo que muestra.
Un saludo.
Son nuestros deseos/sueños/aspiraciones los que consiguen que el espejo nos muestre lo que anhelamos.
buen post.
un abrazo José A.
El espejo siempre refleja lo que ve de nuestra mirada, nuestro rostro, incluso, hasta lo que de nuestro interior queramos esconder.
Me gustó esta entrada.
Un beso.
Con mirar de reojo al espejo, tenemos de sobra.
Saludos y buena tarde de domingo.
siento el terror borgiano frente a los espejos.
Salud!
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