lunes, 27 de febrero de 2012

Circo y más Circo


Porque está tan caro el pan, el alimento, el sustento, que cuanto nos queda es divertirnos para olvidar nuestros estómagos fríos y hambrientos. Moriremos de inanición, pero felices, nos han dicho los que dicen tener las riendas del poder y lo único que poseen es un mandato usurpado, un puesto inventado, una mentira muy bien disimulada.
¿Qué se hace cuando se tiene hambre? Nada. Porque la verdadera pregunta es qué no se hace cuando se tiene hambre.
Fácil respuesta. Con hambre no se puede hacer nada, sin los nutrientes básicos para el cuerpo no podemos ni pensar en revelarnos contra la opresión del otro. De cualquier otro, ese que controla los recursos, los medios y los usos del tiempo.
Cuando otro ajeno a uno mismo nos dice cuándo se puede hacer algo, cuando se puede hablar, pensar o expresarse libremente es que, precisamente, hemos dejado de ser libres. Llamemos a ese otro estado o monopolio de la fuerza; multimedios o monopolio de la verdad.
Cualquier acaparación de recursos debe ser mal recibida. ¡Y combatida!
Porque quien mucho tiene, más quiere. Y el que no posee ni su sombra, puede hacerlo tambalear y caer si se lo propone.
Quien debe asistir al circo permanentemente para no notar que su estómago está vacío y su cuerpo se deteriora, ya no le queda nada por perder.
Pero tiene todo por ganar y repartir.
Las cartas nunca son eternas.
Y aún la mesa más firmemente construida, puede tambalearse si pierde una, dos, tres o todas sus patas.

10 comentarios:

Noelia A dijo...

Creo que lo había leido en una cita de Belgrano, eso de que los que no tienen qué perder son los más "peligrosos". En este caso, útiles.

Bien dicho.

Saludos

dejatellevar dijo...

"¡Ay, Patria Mía!" ¿Cuantos mas van a seguir siendo los dolores que nos quedan?¿Cúando vamos a encontrar esas libertades que nos faltan?

Geraldine, dijo...

eso de engañar al estómago no sé si será demasiado cierto...pero me imagino que el habre va invadiendo el cuerpo partiendo del estómago para finalmente invadirte la cabeza...

Alejo Z. dijo...

Hambre del despertar, de no seguir el hipnotismo de un circo que solo lleva a desviar la atención de eso: del hecho que hay hambre.

Esilleviana dijo...

Sufrir la escasez y la penuria no permite enriquecer el alma, la mente y en general, el cuerpo. Quiero creer que se trata de un ciclo que debemos cruzar, solo que en el trayecto se pierden muchas oportunidades, así como tantas conformidades e igualdades.

un buen texto, pensador.

un abrazo

Andrea dijo...

¡Bravo!

efa dijo...

qué se hace con hambre...

Salir a matar o morir.

Thor_Maltes dijo...

¿Podría ser el progreso y la libertad una ilusión creada por el hambre?

Pazchi dijo...

Con hambre no se puede pensar...

gracias por pasar, siempre un gusto =)

mili dijo...

La vida te pone a pruebas de forma constante, pero siempre encuentras la manera de salir a flote
Abrazote