domingo, 29 de enero de 2012

Cuestiones


¿Cómo definir lo que no se conoce? ¿Qué palabras utilizar? Las cosas, ninguna, debería ser tan difícil como cruzarse con algo que de tan nuevo escapa a toda lógica estudiada y aprendida a fuerza de repetición. ¿De qué sirve creer que se posee el conocimiento absoluto sobre la totalidad, si siempre es factible dar con lo ignorado? Sin vuelta atrás, sin poder regresar a la etapa de los aprendizajes para subsanar esa falencia. Sin nada más que el miedo, el desconcierto y la paranoia acompañando el momento.
Sin otras fuentes a las que recurrir, sin nuevos saberes para incorporar, sólo carencias y el descubrimiento que no se es cuanto se creía ser, que es imposible serlo y que la ayuda, suponiendo que exista, nunca llegará. Soledad y desconcierto, la única combinación capaz de derrumbar la catedral del conocimiento auténtico devolviéndonos al saber sin conocer, a descubrir lo que está ahí afuera, al alcance de los dedos fríos, rígidos, por la erosión del descubrimiento.
Construir y destruir son apenas diferencias de grado, aspectos de una misma cosa, basamentos para la personalidad que se forja a contragolpe, chocando con lo establecido, rompiendo lo esperado. O no. Haciéndolo todo según un modelo, sin inventar o revolucionar el entorno con la sola presencia.
Muchas cosas pueden aprenderse al tiempo que muchas otras se ignoran abriendo el camino del descubrimiento, placentero o plagado de dolores, aburrido o adrenalítico.
Opciones existen a montones, valientes que se atrevan a demostrarlo, apenas unos pocos.
Pero, ¿cómo se describe lo nuevo si no es a partir de lo viejo? ¿Cómo se define la muerte sino es como ausencia de vida?

9 comentarios:

Sole dijo...

Es difícil poder definir lo que es indefinible de forma ajena a lo demás y aún peor encararlo desde positivo en la sintaxis.
Aún así pareciera ser que hasta lo indefinible DEBE tener definición.

Jen! dijo...

La muerte como no vida. Lo vivo pensando.

Anónimo dijo...

Interesante texto. Henry Miller decía que la aventura más grande del ser humano era hacia el interior de sí mismo. ¿Encontrárarmos lo que encontráramos?

Saludos, José.

oenlao dijo...

la poesía eres tu, mujer.

La sonrisa de Hiperion dijo...

la muerte es la puñada definitiva...

Saludos y un abrazo.

Esilleviana dijo...

Seguramente que conoces qué es el aprendizaje significativo: ampliar y progresar en la diversidad de conocimientos a partir de lo que ya se posee, de lo que se conoce, de lo que existe. Por tanto, estoy de acuerdo contigo, el progreso depende de las transformaciones del presente, del ahora y de lo ya sabido. Dependemos de lo que hasta ahora nos ha servido para vivir, solo que hay que encontrar pequeños matices que nos animen a continuar y avanzar.

me gustaron tus reflexiones.

un abrazo

Alejo Z. dijo...

Es curiosa la capacidad que tienen ciertas personas de deconstruir esa realidad tan cómoda que le sienta al cerebro. Poder visualizar soluciones sencillas a cuestionse que otros pasan por alto y de cierta forma trastocar el conocimiento ya establecido: mirar más allá a partir de lo que se tiene. Definitivamente en un mundo de lógicas como el nuestro la creación a partir del caos constituye una delgada línea entre el visionario que se olvida de las reglas lógicas y el loco que nunca encaja las realidades. Al menos hay algo claro: no son la mayoría quiénes se aventuran a caminar entre la genialidad y la locura para echar luces sobre el redescubrimiento de lo oculto.
Me encantó el texto José, un abrazo fuerte.

Noelia A dijo...

Sin duda, todo conocimiento se edifica sobre la base de lo previo y de esa manera se enuncia. Algo de eso quería decír Saussure cuando enunciaba los "valores puros" de la lengua: A es A, porque no es B, ni C, o sea, por contraposición: una cosa es una cosa porque no es otra cosa.
Y que para conocer hay des-contruir, eso totalmente. Así lo piensan las culturas budistas. Me acuerdo el ejemplo aquel: "yo no le enseñaría a un niño que un elefante es un animal grande, pues eso sería reducir el conocimiento, quizás, en todo caso, le diría que un elefante es un animal más grande que un puerco, o más grande que un ser humano"

Saludos

Martha Barnes dijo...

¿Quién puede asegurar, que lo que llamamos vida, es en realidad muerte y lo que creemos conocer como muerte, es vida? Martha