Hace tiempo que sueño con ella, si, así es. Lo
confieso porque creo que comenzar un diálogo de ésta forma es tornarlo más
sincero, más verdadero quizá. Aunque quede muy poca gente que le de importancia
a cosas tan simples como las palabras, y menos aún si esas palabras no van
acompañadas de alguna imagen ilustrativa.
Y ese es otro problema, no poseo
imagen alguna de ella más que las diapositivas que mi memoria baraja y muestra,
de vez en vez, en el mundo onírico que me supera. Fue tan breve la experiencia,
y tan largo el dolor. Tan, tan largo.
Años más tarde, uno, cualquiera de
nosotros, pensaría que esa situación estaría, si no olvidada, por lo menos
sepultada por la avalancha de memorias nuevas y sensaciones. Yo mismo lo
creería así, en la vigilia.
Claro que, nadie es conciente de sí
mismo durante todo el trascurrir.
Por eso mismo, hace tiempo que sueño
con ella, sin poseerla, sin verla siquiera de lejos, sin saber nada de lo que
sucedió después. Soy todo ignorancia, pero la veo, la siento, la reconozco, tal
y como fue, en ese momento, en ese recuerdo, en ese sueño.
No me martiriza el recuerdo; al
contrario, es lo único que me satisface porque es cuanto que tengo. He
aprendido a vivir de viejas memorias, reales o ficticias, y no me molesta en lo
más mínimo, ni siquiera cuando vienen acompañadas de frases de canciones de
otras épocas.
7 comentarios:
Muchas gracias! Yo te vengo leyendo en forma esporádica me encanta tu blog. Todo un tema el hecho de reinterpretar la información episódica ,sobretodo si hablamos de amor. Nuestras cabezas son increíbles salas de edición al momento de trabajar con recuerdos.
Casi como vivir en un sueño. Muy sincero =)
un gusto, como siempre!
Entonces hiciste de tu recuerdo, una realidad. Así pasa.
Besitos, besotes.
te entiendo.. los recuerdos pueden llegar a ser demaciado fuertes.
besos!! :*
Los versos de las canciones se entretejen en tantas historias... Las historias de infinitas formas se repiten, y las canciones lo saben.
Estupendas las cosas que nos dejas. Siempre genial.
Saludos y un abrazo.
He notado una hermosa coincidencia en tus palabras respecto a algo que algún día te contaré.
Por otro lado (o tal vez el mismo), así son los oficios de la soledad.
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