La mejor forma de escapar de un laberinto es
nunca haber entrado.
sábado, 5 de noviembre de 2011
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Por alguna razón que sólo el dueño de blogger tal vez conozca, todos los textos y comentarios que publiqué desde el inicio de Proyecto Azúcar hasta principios del 2011 hoy figuran como si los hubiera realizado un Anónimo. Sepan pues, dos cosas, Uno: todos los textos publicados son de mi autoría. Dos: los mensajes firmados como J., son respuestas a los comentarios de quienes me leyeron. Los otros comentarios anónimos seguirán de esa manera. Gracias
Si no dice "esta foto es mía", es porque la saqué de la red. No son de mi autoría, ni de ningún conocido mío, no las utilizo con fines de lucro sino para ilustrar para el contenido de mis textos. Y si alguien se ofende o se molesta, problema de ese alguien.
Gracias.
José A. García
6 comentarios:
Algunas verdades son tan obvias que se las olvida fácil.
Muy fácil.
J.
Lo que pasa es que algunos laberintos son irresistibles.
Pero sí, habría que pegarse esta frase en el espejo.
Un beso
En la frente de los demás, para verla a cada instante.
Salvo que seas un ermitaño y vivas en el medio de la nada, pero bueno, ese no es el caso, creo.
Saludos
J.
ok... ahora es un poco tarde para decirlo o decirme o enterarme... porque estoy en el cuarto de los espejos y no veo a nadie... ni a mi
Nirmia: Ni al menor de los reflejos de la continuidad... Todo es nuevo, todo está por hacerse...
Saludos
J.
Acabo de ver esta colección de "pensamientos". Este primero me parece genial. Es una verdad absoluta. Un homenaje a la simpleza, que en definitiva es lo que la vida debería ser.
Seguiré leyendo otro día.
Abrazos, J.
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