domingo, 25 de septiembre de 2011

Convergencia


Cuando no había nada, la nada lo era todo. Cuando algo más comenzó a existir, la nada dejó de serlo, y se refugió en otro lugar, siendo otra nada. Para que ese algo nuevo pudiera multiplicarse, difundirse, crecer y prevalecer.
Tarde se dio cuenta, quien supo serlo todo, que se convertía en la nada más absoluta.
Cuando fue así, poco era lo que podía hacer. Tanto tiempo transcurrió desde que caminó en retirada que el camino ya no estaba allí. Sus propios pasos habían borrado las huellas que, de haberlo querido, hubiera podido seguir.
La nada quedó vacía del todo. Y el espacio cubierto de destrucción entrópica.
Es muy tarde ya para quitarse la máscara.
Si es que no lo fue siempre.

15 comentarios:

Martha Barnes dijo...

¡Me gustó lo que leí!Saludos Martha

Espérame en Siberia dijo...

Es lo que tiene: nunca sabremos.

Esilleviana dijo...

no te convertiras en la nada absoluta porque algo siempre encuentras para escribir.

gracias por tu visita.
espero que tus problemas de conexión hayan desaparecido.

un abrazo

Torcuato dijo...

Nada y Todo.
¿No son la misma cosa?
La una sin el otro no tienen sentido.
Un abrazo, Jose.

Alejo Z. dijo...

Un oxímoron nostálgico, que quizá, ya del todo no vale.
Un abrazo José.

Alejo

Jorge Maseda dijo...

I M P R E S I O N A N T E

Jodidamente genial,
te felicito.

Luna dijo...

Gran tema la nada. Coincido con Alejo, da para crear oximorones.


Besos

eMiLiA dijo...

Sigo con la máscara puesta, de puro cobarde.

Abrazo.

efa dijo...

Prefiero dejarme el antifaz y seguir filosofando en prosa.
La nada siempre encuentra sitio. El todo es el que no existe.
Salud!

Malena dijo...

Hace falta muchos algo para llenar tanta nada.

Nelson dijo...

Sartre dijo que la vida es un paréntesis entre la nada y la nada.

mili dijo...

Melancolía sin control, pero sabes el todo siempre es relativo y la nada, no existe es solo que a veces, te sentís en la nada, sin estar del todo sin nada...

Abrazote de todos colores :)

Noelia A dijo...

Cómo se acercan en tu cuento la noción de nada a la noción de todo. Si la nada puede llegar a ser todo, entonces qué paradoja, ¿no? Y viceversa.

Un beso

serafin p g dijo...

desdichada nada, atrapada en su ser, ¿ o en su no ser?
genial usted con sus palabras!
saludos

José A. García dijo...

Martha Barnes: Gracias por su visita.

Espérame en Siberia: Y tal vez eso sea lo mejor, nunca saber y confiar, en lugar de la nada.

Esilleviana: Gracias por tus palabras, y si, por ahora esta “solucionado” el problema, veremos cuánto dura de éste modo.

Torcuato: Son hermanas gemelas que siempre viajan juntas, para ahorrar, y porque no pueden estar muy alejadas…

Alejo: Muchas cosas ya no valen para nada, sin embargo, seguimos creyendo en ellas.

J. Maseda: Gracias, esperemos que lo pueda repetir.

Luna: Es cierto, la nada es todo un tema. Cuac…

Emilia: Muchos vivimos de ese modo.

Efa: El todo es difícil de aguantar, es cierto.

Malena: Así es. Y mucha gente no hace mucho para llenar ese vacío. Aunque no creo que nadie se de cuenta nunca de lo que hace y/o deja de hacer.

Hombre de Neanderthal: En éste caso, comparto la opinión de Sartre, en muchos otros, la misma es discutible.

Mili: Es posible, pero siempre habrá algo que te recuerde cuál es el error que te dejará, para siempre, en la nada.

Noelia: Parafraseando al Indio Solari, la vida sin paradojas es matar el tiempo a lo bobo. Y si no las hay, nos la creamos adrede.

Serafín: A veces parece que somos algo que no somos, pero tampoco nos acercamos al concepto contrario, entonces terminamos quedándonos en el medio. Eso, la vida misma, el hombre mediocre, como diría Ingenieros…

Gracias a Tod@s

J.