martes, 23 de agosto de 2011

La Noche Bajo Cero


Se removía en el lecho; la incomodidad y el peso de las incontables frazadas no le permitían dormir. Cerraba los ojos y, al instante, sentía el peso de su mano sobre la boca del estómago, el codo se le clavaba en un costado o comenzaba a dolerle el cuello por tan incómoda posición y tan pobre almohada.
De continuar así vería como el sol despuntaba del otro lado de la colina, penetrando por el marco roto de la ventana, atravesando la cortina deshilachada, incrustándose en el fondo de sus ojos como un frío cuchillo afilado con la exigua forma de un rayo de luz.
El intenso frío de aquel raro verano le obligó a recorrer el abandonado edificio buscando en cada rincón, oscuro o luminoso, cualquier cosa que le sirviera para cubrirse. Lo que fuera. Fue acumulando manta sobre manta en su espalda, hasta que el propio peso le hizo desistir de continuar con la búsqueda.
Pero el frío no se había ido. Continuaba allí mismo, naciendo de sus huesos, consumiendo sus entrañas, acariciando sus ideas. Para peor, no parecía tener la menor intensión de retirarse a ninguna parte.
Casi que no sabría dónde moverse, o si quedaban otras personas en algún sitio de la ciudad. Explorar no entraba en sus planes ante tanto frío. Amanece. Amanece y hace frío, un frío que ninguna manta, ni todas las mantas del universo conocido, pueden vencer.
Hace frío, ese mismo frío que acaricia las plantas de los pies y sube, lentamente, lamiéndole las piernas. Sabido es lo que pasará después.
Tanto que ni siquiera hace falta escribirlo.

12 comentarios:

José A. García dijo...

Les dejo otro texto para amenizar la espera de que telecom se digne a reparar alguno de sus errores y pueda dedicarme a responder todos los comentarios en los blogs de sus respectivos dueños.

Saludos

J.

Esilleviana dijo...

Has estado sin conexión??
de ahí el frío?

Esepero que se resuelva cuanto antes el pequeño problema de comunicación... y puedas recobrar tu vida virtual.

"El intenso frío de aquel raro verano le obligó a recorrer el abandonado edificio buscando en cada rincón, oscuro o luminoso, cualquier cosa que le sirviera para cubrirse".

un abrazo

Espérame en Siberia dijo...

Un abrazo muy cálido desde mi Siberia entonces.

Muá.

alear dijo...

wow, excelente.. solo se me vino una palabra a la mente... glacial.


besos!

silvia zappia dijo...

me recordaste el ensayo sobre la ceguera, de saramago


besos*
(telecom,aayayay!)

Mixha Zizek dijo...

Me encantó tu texto, aquí en Lima hace un frío horrible, más que todo por la humedad, al leerte lo sentí hasta el hueso, un frío intenso tal cual tu historia, besos

Noelia A dijo...

Cuando el frío nace de adentro es inútil buscar en el exterior el calor: "naciendo de sus huesos"

Un abrazo

Caro Pé dijo...

El frío asesino- The Killer! Ah! ¿No era eso?
Saludos para usted José.

efa dijo...

mi aplauso cerrado por el final!

serafin p g dijo...

que duro suele ser el frío, más aún cuando se gesta en el interior y no hay calor suficiente que lo amaine.

saludos josé!

eMiLiA dijo...

Hice un recorrido por los textos que no había leído.
Siempre un gusto.

Abrazo!

Lluvia azul dijo...

Paso a saludarte corriendito, hace tiempo ya que no tengo un tiempillo para colarme a la red. He regresado a la escuela y con ello otras cosas han surgido. Espero tener comentarios mas detenidos sobre tus escritos. Lo prometo. Un abrazo y saludo.