Una gran incomodidad, eso era lo que sentía encontrándome
rodeado por toda esa gente. Desconocidos vestidos de gala, imitando un antiguo
baile ancestral, del que ni el nombre se conservaba, parecían divertirse sin
miramientos.
Pero aquella sensación no opacaba lo
otro que sentía, el saberme perseguido y la sensación de que un agujero negro
(enorme, absorbente, frío) ocupaba mi estómago. Y la acidez se tornaba más que insoportable.
Escurriéndome entre los que bailaban
recorrí los oscuros rincones del salón, asegurándome que nadie se escondía
allí. Pero la sensación de que me observaban continuaba inmutable. No tenía
hambre, pero mi estómago crecía y crecía, devorando lo poco de mi interior que aún
permanecía en su sitio.
Es incómodo saber que tu cuerpo se
consume desde sus entrañas teniendo que simular la alegría de la fingida
cordialidad en una celebración de etiqueta a la que no recuerdas haber sido
invitados; ni cómo habías llegado, con lo cual no sabían cómo podías retirarte.
Ya fuera fin de año, doce de octubre o nueve de marzo, no importaba, la fiesta
no debía ser interrumpida.
O todos se darían cuenta.
De lo incómodo que me sentía.
Del agujero en mi estómago.
Pero nadie notaría que me vigilaban.
El ese salón lleno de espejos y
vacío de reflejos alguien me observaba.
Y yo, único movimiento entre tanta
quietud, no sabía quién más estaba allí.
12 comentarios:
El baile del silencio entre cuerpos que se consumen simulando alegría fingida...
Bellísimo tu texto.
Un beso.
Me gustó mucho la frase final. La dejé un rato bailando ante mis ojos. Preciosa.
Abrazo.
Parece el relato de una pesadilla.
Buena esta parte:
"Es incómodo saber que tu cuerpo se consume desde sus entrañas teniendo que simular alegría de fingida cordialidad en una celebración de etiqueta"
Saludos
Me gusta mucho este texto es muy poético. Donde todos esperan que suceda algo para seguir...
Sabes el 9 de marzo es mi cumpleaños, me dejas pensando en ese baile,
besoss
que tensión, muy bueno.
A todos nos toca bailar a oscuras en algún momento, a pesar de la amargura y la acidez en el estómago. Pero lo importante es que alguien estaba a su lado, vigilando (esto puede ser positivo?).
un texto curioso.
un abrazo
¿Cómo se reflejará el silencio en los espejos? Como un agujero negro que engulle las miradas seguramente. Muy buen texto José, sin duda todos bailamos al compás de sus letras.
Un abrazo.
Que estupendas cosas nos dejas.
Saludos y buena tarde!
Me pareció un poco tétrico. ¡Felicidades!
María: Gracias.
Emilia: Los finales tienen que ser así, impactantes, de otra forma no son finales. Gracias
Noelia: Y pensar que lo soñé…, si, por eso está en Oníricas.
Mixha Zizek: Las reuniones sociales son como un gran vacío en el estómago de todos.
VDC: Gracias.
Esilleviana: ¿Alguna vigilancia es positiva? No lo creo, pero si es lo único a lo que nos podemos aferrar…
Alejo: Un agujero negro muy hambriento, ya que luego de miradas continuará por los gestos, los movimientos, las expresiones...
La Sonrisa de Hiperión: Gracias.
Espérame en Siberia: Era un ambiente muy turbio, muy oscuro, con mucho de telón flameando allí donde no hay viento…
Gracias a tod@s
J.
Es el baile de Macri?
Me acorde del Sr de las maracas mudas en Todo por $2
Ahh... con frecuencia no leo las etiquetas.
Saludos
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