viernes, 22 de julio de 2011

Credo


¡Malditos sean todos! Pensó el exhausto caminante al llegar, con los pies ensangrentados, las rodillas vencidas y la espalda quebrada por el peso de la mochila, al final del camino.
¡Malditos sean todos! Los que se rieron cuando planteó su idea, descabellada según algunos, quimérica según otros, ridícula según la mayoría.
¡Malditos sean todos! Los que se burlaron. Porque ahora, allí estaba, en el límite del mundo. Al final de los caminos que milenios antes condujeran a Roma, la ciudad que nunca había existido porque no era más que una mera leyenda.
¡Malditos sean todos! Pensó arrodillándose para llorar de alegría, de cansancio, de hambre. Acababa de demostrar que el mundo no era un círculo, que el mundo era finito y limitado en todas sus direcciones.
¡Malditos sean todos! Los que no lo verían volver  porque ahora que se encontraba allí sabía cuál era su destino. Había visto la verdad, había encontrado el principio del universo, el camino a la nada; no volvería atrás.
¡Malditos sean todos! Gritó antes de arrojarse al vacío que se tragó su cuerpo, sus gritos y el recuerdo de ese loco que decía que el mundo era cada vez más pequeño.
¡Malditos sean todos! Los que nunca creyeron.

14 comentarios:

José A. García dijo...

Estoy corto de tiempo últimamente. Espero éste fin de semana ponerme al día visitando los blogs de tod@s mis lector@s.

Gracias por sus comentarios.

Saludos y Suerte,

J.

fea dijo...

... me dieron ganas de tirarme a mi también.

Esilleviana dijo...

No te preocupes, a tus lectores les gusta pasar por aquí y repasar tus palabras, para las cortesías siempre se encuentra un momento.
Con el tiempo voy aprendiendo que cuando una idea es diferente a todas las demás, tal vez algo, pueda fallar en esa idea... no sé si será conformismo o resignación, tal vez jaja.

un abrazo y buen fin de semana.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Aquel que no cree en nada, cree en todo...

Saludos y buena tarde de sábado.

Veronika dijo...

bienaventurado seas!porque al decir las maldiciones tendrás la libertad de pensamiento!

Espérame en Siberia dijo...

¡Malditos sean todos estos comentarios que te dejamos!




Muá.

Caro Pé dijo...

la verdad!
el principio del universo! cuánto anhelo!

pd:"Aquel que no cree en nada, cree en todo..." me quedó rebotnado el comentario de La sonrisa de Hiperión.

Saludos!

mili dijo...

Malditos sean todos los que creen en una quimera...
Malditos sean todos los que no me creyeron..

Maldito el poco tiempo por no poder leerte más, intentaré andar más seguido :)

Besos

Noelia A dijo...

No entendí muy bien qué cosa maldice, pero dan ganas de hacer causa común y ponerse al a par a maldecir también.
¿Habrá maldecido así Galileo?

Un abrazo

Nelson dijo...

hay algunos que hacen las cosas sólo para satisfacer sus ganas de demostrar, otros sólo las hacen. Los últimos me caen mucho mejor.

eMiLiA dijo...

Un Casandra en masculino?!?

Malditos, de veras, los que no escuchamos.

Abrazo.

paranosotros nada dijo...

malditos malditos los que no creen, y los que creen en todo/s

siempre un gusto leer

alear dijo...

hahahaha Scott Pilgrim, tuve que ir a rentar la pelicula corriendo porque no entendi tu comentario, y me encanto!! pero no, no era por eso hahahaha :)

...ameee el texto, me encanto!!! ¡malditos sean todos!

besos :*

mflorencia dijo...

Bendito sea usted, che.