—¡El sol se está apagando! —gritaba el viejo en
medio de la habitación vacía.
Las otras camas de la sala de
internación común, estaban desocupadas. Él era el único allí, un privilegio
teniendo en cuenta el estado calamitoso del sistema hospitalario.
Pero la razón de su soledad era
otra.
—¡El sol se está apagando! —gritó
con más fuerza, sintiendo como cada palabra le raspaba la garganta.
La Junta Médica que se ocupaba de su
caso había decidido encerrarlo en esa sala a pesar de los costos que
produciría. Querían evitar que el virus se propagara.
—¡El sol se está apagando! —repitió
el viejo.
Aún no sabían cómo frenarlo, o que
desataba ese mal que se extendía, lenta pero decididamente, por la población
del país.
—¡El sol se está apagando! —repitió.
Podían descartar la idea de una
locura colectiva, porque era algo más, algo mucho peor.
—¡El sol se está apagando! —y repitió.
Un mal que tenía nombre y síntomas
definidos desde la antigüedad. Un mal conocido, pero sin cura. Sin tratamiento,
sin esperanza. Sin nada.
—¡El sol se está apagando! —y repitió.
El síndrome de Casandra se extendía
mientras los incrédulos doctores creían que una simple catarata explicaba los
gritos del viejo loco de la sala seis.
—¡El sol se está apagando! —sin
cansarse.
Por suerte los doctores saben a
quién hacerle caso.
Por suerte.
12 comentarios:
¿Por suerte?
Así les fue a los que desoyeron a Casandra.
Abrazo.
Casandra seguirá enredando el entendimiento de los hombres, que no le creerán. Pero el viejo tiene razón. El sol se está apagando, solo que le llevará unos cinco mil millones de años más, lograrlo del todo.
Como siempre, quizás yo forzando los textos: "el sol se está apagando" es que no estamos quedando ciegos.
A mí me encanta la anécdota esa de Diógenes saliendo con una lámpara a pleno día.
Buen relato.
Un abrazo
El sol siempre se apaga. pero revive. Es un fenix...
Saludos y buen sábado.
Siempre digo que los médicos en un 50% saben y el otro 50 la pegan de pura suerte...beso enorme y no se pierda como yo...jajajaj....
el humano siempre será un animal alarmista
Qué curioso que esos doctores creyeran en la suerte.
¡Muá!
No sè cual es su condiciòn (elecciòn) ante estas fechas, pero igualmente se le saluda, amigo: Feliz Dìa (siga produciendo).
(medio) Abrazo de Manco Cretino
En la sala seis de cualquier hospital pasan cosas muy raras. Me consta.
Emilia: Para algunos la suerte es lo único que tienen. Y dicen que cuanto más conocimiento acumular, más en la suerte crees. No sé, yo no sé muchas cosas todavía.
Mikkonoss: Si seguimos a éste ritmo, el hombre no llegará a ver nada de eso.
Noelia: Saramago, totalmente.
La Sonrisa de Hiperión: Revive cada día. Los egipcios estarían de acuerdo con nosotros, si.
Geraldine: Los médicos más saben por lo que ignoran que por lo que aciertan.
Thor Maltes: El humano siempre será animal.
Espérame en Siberia: En algo tienen que creer…
Manco Cretino: Como diría el spot publicitario de los 80: Mi elección es clara.
Hombre de Neanderthal: No preguntaré cómo lo sabes…
Saludos y Gracias tod@s
J.
Gritos en el día gris que se oyen y se sienten.
Me gusta tu blog.
Saludos.
Gracias, Maria, por la visita.
Saludos
J.
Publicar un comentario