lunes, 28 de marzo de 2011

Percepción


Decía poder ver lo imperceptible. Y, cuando le señalábamos que lo imperceptible era, necesariamente, imposible de reconocer con los sentidos, aclaraba: puedo ver lo que para otros es imperceptible.
Nada tenían sus ojos de especiales. Eran marrones y tristes como los del resto de  los hombres del pueblo. La suya, aclaraba, era una tristeza más profunda. Por eso era capaz de ver lo que otros apenas podían imaginar.
Por supuesto, nunca podía describir lo que decía ver. Las palabras, aclaraba, no fueron hechas para ello, sino sólo para lo que de físico tiene el mundo. El espíritu, el ideal, en cambio, se encuentra más allá de todo, de todos, de lo que era.
A veces nos divertía lo que decía; sobre todo a principios de cada mes, cuando cada uno de nosotros podía pagarle un trago para que se quedara un rato más en la taberna. Siempre lo rechazábamos cuando los días del calendario huían hacia el pasado. En esos desoladores días nadie tenía ganas de escuchar sobre maravillas imposibles de describir.
Esos días, yo tampoco quería oír los delirios del ciego del pueblo.

11 comentarios:

VeroniKa dijo...

creo que me voy a fumar...

Alejo Z. dijo...

De lo que no se entiende, los oídos sordos suelen ser la solución.
Un abrazo,

Alejo

Geraldine, dijo...

me hace acordar a la frase..." en el país de los ciegos el tuerto rey"...
Alucinante que el calendario ande para atrás....

Antonio dijo...

Será, amigo mio, que no se ve solo con los ojos, sino con la mente?

Joe dijo...

Se te está dando cada vez mejor esto de los cuentos cortos, está muy bueno.

jlg

Caro Pé dijo...

"ver lo imperceptible" sabemos mucho más de lo que creemos saber, vemos más de lo que creemos ver...

Daniel Sánchez Sánchez dijo...

Bonito relato José.
Sin el pasado, como a un animal acuático fuera del agua nos falta el aire. Pero cuidado, cuanto más navegamos en los mares del pasado más nos alejamos de la tierra firme.
Saludos

eMiLiA dijo...

Ver con los dedos, ver con la lengua, ver con el alma que se desfiguro al estirar el cuello e ir por más.

Quiero ver como el mejor ciego.

Abrazo!

José A. García dijo...

Veronika: Adelante, puedes hacerlo, mientras no me tires el humo encima.

Alejo Z: Es posible, por eso cada vez más gente sale a la calle con auriculares puestos.

Geraldine: Si, esa frase fue la que disparó éste texto.

Antonio: Puede ser, ¿pero quién está dispuesto a intentarlo hoy por hoy?

Joe: Dicen que hay que probar de todo en la vida… Dicen…

Caro Pé: Somos menos de lo que creemos ser, también.

Daniel Sánchez Sanchez: Hay muchos que no lo creen así y prefieren quedarse anclados en el pasado, viviendo en una época que no fue, ni será posible cambiar. Con un discurso muy cercano a la violencia y la intolerancia. Pero claro, yo no hablo de política.

Emilia: Ver como veía Borges… Sería maravilloso (o no).

Gracias y saludos a tod@s

J.

Malena dijo...

A mi me vino a la mente otro dicho popular: no hay peor ciego que el que no quiere ver.

José A. García dijo...

Dicen que todo dicho popular encierra, en cierta forma, una verdad. ¿Será verdad?

Saludos y Gracias por comentar.

J.