lunes, 24 de enero de 2011

Susurros


Tú boca pide disculpas, en cierto. Pero antes debes saber qué es lo que quiere tú torvo corazón. Al contemplar tus acciones todo me hace pensar que ni siquiera lo sabes.
Así que, por una vez en la vida, no me arriesgo a decir que por primera vez aunque sé que debe de ser así, tienes que detenerte un momento, contemplar lo que te rodea y decidir qué hacer. Ya no puedes continuar como hasta ahora, tú también lo sabes.
La vida, lamentablemente, es una sola. Y, al igual que el agua de un torrente, una vez que ha pasado, no puedes volver atrás.
Para ese entonces, sólo quedan los recuerdos, las arrugas en la piel y las cicatrices en el sentimiento.
Te digo esto ahora que pareces dormir en medio de mi lecho, y con la esperanza de que alguna de mis palabras penetren tú sueño y desde allí, imperceptiblemente, logren prosperar.

12 comentarios:

Hatshepsut dijo...

Creo que no hay nada mejor que plantarse en la vida y decidir que se quiere hacer con ella. La sinceridad con uno mismo es el primer camino a recorrer... Genial José, usted si que hace a uno reflexionar.

Cariños.

Sole dijo...

No puedo menos que sentirme tocada. Alguien me hizo comentarios parecidos, pero con resultados infructuosos. Esto es un recordatorio más que exacto.
Un abrazo.
Sole.

Antonio dijo...

La boca, regida por el cerebro, engaña al corazón o disimula el sentimiento...
Un saludo

Anónimo dijo...

Además volver atrás es desgastante.

El Titán dijo...

Dios se gastó fortunas en crear la vida y mirá vos como la vituperás...

qué decir, delicioso como siempre...

Caro Pé dijo...

"Tienes que saber antes qué quiere tú torvo corazón." ay ay ay. El corazón tiene razones que la razón desconoce.

Un gran saludo!

Noelia A dijo...

Sí, hay pedidos de disculpa que son más bien manotones de ahogado. Nada que se sienta de veras, una reacción refleja. Pero te digo, a engañado consciente no se le chifle el moño...
Abrazo

José A. García dijo...

Hatshepsut: Ser sincero con uno mismo es la parte difícil del todo.

Sole: Es que las palabras dichas entre sueños no surten el efecto esperado, como las confesiones en el cadalso, están teñidas de irrealidad.

Antonio: La boca siempre está preparada para engañar a todo el que sea. Por más esfuerzo que uno haga, son otras las palabras que terminan pronunciándose.

Ro: Por supuesto, pero es lo más fácil, ¿no?

Titán: Yo creo más bien que se la ganó jugando a la lotería, y como no sabía qué hacer con eso la tiró a la primera bola de barro que encontró. Y muchísimo tiempo después llegaron los agnósticos y los ateos.

Caro Pe: Siempre hay razones que debemos convencer para poder hacer otras cosas. El problema es darse cuenta de ello (de los problemas).

Noelia: Esas acciones reflejas son las que más molestan en esos momentos en los que el otro/a ya no está ahí para darse cuenta de ellos, o no los interpreta, o no les importa.

Gracias a tod@s.

Saludos cordiales,

J.

mili dijo...

Lo que dices es como si lo hubiese pensado yo. "Qué quiere tu corazón, qué siente.." Muchas veces, intentamos no escucharlo, habría que saber su motivo para no andar en arenas movedizas

Besines

Torcuato dijo...

Parece un intento infructuoso. Llegados a una edad o cambiamos nosotros o no nos cambia nadie.
Un abrazo, José A.

José A. García dijo...

Mili: El mundo, la vida, es un gran banco de arena movedizas, si nos quedamos quietos, si dejamos de escuchar, nos hundimos, irremediablemente, en él. Por eso, nunca, bajo ningún condicionamiento, hay que cerrar los sentidos a lo que ocurre, a lo que nos ocurre. Sino estaremos muertos aún antes de darnos cuenta de ello.

Torcuato: No nos cambia nadie, nos focilizamos muy rápido.

Saludos

J.

Raymunde dijo...

Si lo consigues, avísame y correré de la voz de que es posible que aquellos a quienes queremos escuchen nuestros buenos consejos y cambien para bien....