Una situación ideal, idílica
diríamos, para no seguir llenándola de sinónimos. Era una situación diferente a
las demás. Y eso ya es decir suficiente. Porque no siempre sucedía. No siempre.
No.
Las murallas
del ego y la esquizofrenia se confundieron con el vacío; en aquel instante todo
podía suceder. O puede no suceder nada en lo absoluto.
Pero acabaría
sucediendo. Si. Porque aún la voluntad más férrea necesita un descanso. Y el
momento era el perfecto.
No había nadie
en los alrededores. Las ventanas del cielo y los pisos superiores estaban a oscuras,
nubladas, cerradas o tapiadas. No había testigos que pudieran elevar su voz,
gritando, señalando diferencias.
Podía hacerlo,
llevar el momento hasta el final y darle un sentido más o menos extravagante,
más o menos bueno. Podía. ¿Lo haría?
Ni siquiera
miraría con mis propias pupilas delatoras. El movimiento mecánico y conocido
hacia la perfección se ejecutará por sí sólo. O, de otro modo, no lo sería.
Cerró, pues, los
ojos y dejó hacer, intentando no percatarse de nada. Intentándolo con fuerzas,
porque la astucia era mucha aunque las ideas escasearan.
Luego de que
todo se detuviera, contempló los garabatos de aquellas letras escritas con
apuro y poca tinta. Reconoció los párrafos de un cuento, el único escrito aquel
año.
Por lo menos
el único que recordara. Pero ya la aleccionada mano buscaba el encendedor en
uno de los bolsillos del pantalón.
Meses de
autocontrol había sufrido para evitarlo. Pero la naturaleza no puede negarse. Y
la más mínima flama es suficiente para que el papel que nadie más había visto,
ardiera por y para siempre.
7 comentarios:
muy perfeccionista o muy obsesivo...sin rastros de lo escrito de lo dicho o lo hecho...no hay arrepentimiento ni pruebas ni explicaciones.
Borges alguna vez dijo que a un escritor se lo conoce más por lo que desecha que por lo que publica. Tu cuento me hizo acordar eso, y a la vez añadió una nota de duda. ¿No estará ese cuentero quemando un relato único y genial?
Cuanto protocolo el de este escritor.
Destruir el único cuento escrito en un año debe ser tremendo, a mi me duele romper hasta el más miserable de mis escritos.
Un saludo.
Seguro que era el nobel de literatura, y lo perdió, a veces pienso que en un informe policial pueda estar el cuanto mejor narrado de la historia también.
Ah, por lo que me pediste ayer, done.
jlg
Dicen que sin testigos no hay delito. Yo diría que el peor testigo es la conciencia.
Besos
Geraldine: Miedoso más que nada.
NoeliaA: Lo que fuera que haya escrito, se lo quedó la Nada, y de la Nada, nunca nada regresa.
Torcuato: Ultimamente estoy tirando mucho de lo que escribo porque siento que no sirve, pero también, sufro, es como un desgarramiento del alma.
Joe: En los lugares mán inesperado podemos encontrar las mejores cosas. Acordate de Inana...
Luna: Tal vez, por eso mismo. hizo lo que hizo.
Saludos a tod@s.
J.
Estoy leyendo un libro que le podría gustar a tu protagonista: "Bartleby y compañía, de Enrique Villa-Matas - una historia de la literatura no escrita, de la negación de la escritura.
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