viernes, 8 de octubre de 2010

Desengaño

Llenando sus pulmones con orgullo además de aire, el Ingeniero señaló sus más reciente obra, un robot humanoide de doce metros de altura, totalmente equipado con armamento militar de última generación.
—¿Y? —dijo—. ¿Te gusta?
La mujer, esmirriada, rubia y con gruesas gafas de sol escondiendo sus ojos, miró largamente el armatoste de metal mientras el viento jugaba con el corto volado de su vestido.
—Es feo —comentó.
—Es funcional —corrigió el Ingeniero.
—Los colores de la pintura no combinan.
—Es una prueba, puede repintarse a gusto del consumidor.
—Tiene muchos ángulos, le da un aspecto muy rudo.
—¡Son quince toneladas de acero! —gritó el ingeniero con principio de fastidio.
—Si, bueno Pero podrías haber hecho algo más estético. ¿No lo crees?
—Es un arma, no un adorno para el escritorio.
—Si, si —dijo la mujer volviendo la vista hacia otro lado—, como tú digas.
El Ingeniero comenzó a bajar por las escaleras de metal, abandonando la plataforma en la que se encontraban junto la cadera del robot.
—¿Dónde vas? —preguntó, preocupada, la mujer.
—Debo revisar algo en el panel de control. Por favor, quédate dónde estás. ¡No te muevas!
—OK —respondió la mujer suspirando.

Al día siguiente, los diarios titularon la tragedia como un accidente en el que la bella y sensual esposa del Ingeniero murió cuando, inexplicablemente, el prototipo robótico NK37 se activó debido a un sobrevoltaje en la red eléctrica.
     Las revistas del corazón estuvieron de acuerdo en que aquella era una terrible pérdida.

17 comentarios:

Caro Pé dijo...

Una terrible pérdidaaaaaaaaaa y el ingeniero se deshizo de esa hincha pelotas insufrible.
Tenía que ser rubia, tarada, bronceada , aburrida y me dice ¿Por qué te pelaste? perdón me cope con la canción.

Lo de rubia tarada es un prejuicio nomás, nadie lo vaya a tomar a mal.
Basta de excusas! Se entiende NO?

Anónimo dijo...

Se entiende, se entiende, despreocupate, que todos pensamos lo mismo...

Saludos

J.

Noelia A dijo...

La estética del cuerpo (hay que aclarar, el arte en general se dice que busca la estética, aunque no estoy de acuerdo en eso tampoco) me parece algo tan insignificante, tan de pérdida de tiempo, y que encima se use para devaluar a las personas y, como es este caso, al robot.
Habría que hacer unos cuántos de esos, que reaccionen a la estupidez con sobrevoltaje.

fea dijo...

es una copia de Masinger Z, ese ingeniero es un trucho!
... la rubia merecía morir.

Georgia SinClaire dijo...

TRANSFORMEERRSSSSSSSSSSS!!!!

(Concuerdo con Caro Pé que bien cita el tema de Las Pelotas..)

Muy ocurrente su post.
Saludos.

serafin p g dijo...

entre la rubia y el ingenioso, me quedo con la rubia, que por lo menos no anda inventando armas y tampoco se enoja porque otros no logran apreciar "su grandeza creativa".

buen relato che

saludos!

Mareada* dijo...

Apa! Qué finalcete!
Le tendríamos que haber dicho a la rubia que lo esencial no esta en los ojos no le parece?
Uff que díficil es comunicarse...
Con tanto palabrerío al final, decir lo de adentro es lo que más cuesta..
BEsos José.
gracias por seguirme siempre!

Juan Carlos Eberhardt dijo...

creo que en realidad los culpables fueron los ketchup caducos ,todos lo saben y lo ocultan,en el careo se contradicen mas que graiber

eMiLiA dijo...

Jajaaj, qué cruel!

No se acepta la crítica constructiva??!?!

:P

Un abrazo!

A dijo...

jajaja la "tragicomedia" de la rubia, sin duda eldulzó el día. Bueno por lo menos la hincha pelotas (como lo señló Caro Pé) sirvió para engrosar los tabloides así como los bolsillos!

Saludos

Alejo

Joe dijo...

Es lo que quisiéramos todos un robot que saque lo pero de nuestras vidas!

Bien contado!

Ya subí las paginas!, saludos!

jlg

oenlao dijo...

era un robot para matar a todo las mujeres?

budin dijo...

Esto me hizo reconfirmar que la Ingenieria y el Diseño no van de la mano.

Los unos están para calcular y los otros para desarrollar la estética.

Me fui por la rama, pero fue inevitable recordar algunas cosas. Y te digo, creo que está bueno que tus textos disparen la neurona hacia cualquier dirección.

Un beso José!

Noelia A dijo...

Ahh, no quise decir lo del ingeniero, para ver si alguien lo decía. ¡¡Bien por serafín!!
No sé si la crítica ha sido deliberadamente doble, Dragón, pero se ve bien claro que si por un lado la frívola mujer ésta se pone a ver detallitos estéticos, el ingeniero por otro, se ha puesto a construir un arma masiva.

Unknown dijo...

y cómo se hace para distinguir un idiota entre la manada?

le pido que levante la mano?


(qué miedo)


gracias por leer,
compañero docente...

(?)

L.

Unknown dijo...

AMÉN!



el arte por el arte.
en mi caso siempre se transforma en "por algo" aunque solo por arte arranque.
(mi inconsciente sabe que no solo por arte arranca, pero eso es otro tema)

salut,



L.-

Anónimo dijo...

A veces la frivolidad sirve como un parámetro estético, para definir e identificar los detalles, no llega a ser un arte pero suele ser una manía por hallarlos, cambiarlos, erradicarlos. Somos, todos en ese caso un poco rubios, bronceados y con gafas D&G y por ello no estamos exentos de que un enorme robot parco y metálico nos aplaste la cualidad meticulosa.
Celeste, siempre Celeste!