martes, 28 de septiembre de 2010

Ese


Mencionan su nombre con respeto y temor, es verdad. Se lo ganó gracias a sus aventuras, sus idas y venidas, en muchas tierras, en muchas lenguas, algunas de las cuales ni siquiera comprende.
Lo comparan con cientos de animales diferentes para dar a entender sus habilidades; es un león, un oso, un cóndor, un albatros, una hormiga y una cigarra. Es fiero y fuerte, ve más allá de los ojos normales y llega más lejos que cualquier otro, es el cocinero y el músico de las noches de fiestas.
Se cuentan leyendas de sus acciones, desde antes de su nacimiento. Porque nadie lo conoce, nadie sabe de dónde vino, qué camino siguió para llegar al vasto mundo. De igual manera, nadie conoce cuándo ni cómo se irá.
Sabemos que antes no estaba, sólo porque algunas canciones de cuna no lo mencionan. Pero no queremos imaginar cómo sería vivir si él no estuviera allí para rescatarnos, para cobijarnos. Para decepcionarnos de sus falencias, los hombres; para reconocer que nunca sería por él amadas, las dóciles doncellas que aceptan unirse en matrimonio con cualquier otro para olvidarlo, para dejar que sus sueños se marchiten.
Nadie, a decir verdad, asegura haberlo visto. Sólo se encuentran las huellas de su andar, de su mano, de su cálido aroma de ébano.
Siempre atentos a lo que podría suceder, esperamos, ansiamos, poder, siquiera, verlo, aunque más no sea, una vez.
Mientras esto no suceda, seguiremos hablando de él como un inalcanzable, como una idea, como la potencia de ser sin esforzarnos en serlo.

8 comentarios:

Geraldine, dijo...

Mientras no aparezca no desepcionará a nadie, la imaginacion idializante nunca se equivoca.

Mareada* dijo...

jajaja, no es egoísta...
es un subliminalmente "no te enamores de mí..."
eso no es egoísta, es cuidarlo..
esta bueno buscarse, no hay que buscar algo, si no buscarse a uno mismo...
lindo lo que escribio!
besote grande.

Joe dijo...

Esta buena la idea de necesitar aferrarse a una, me gusta como interpretaste ese sentimiento de necesidad de creer en algo, no entiendo porque nadie puede creer en La Naturaleza, en vez de un Dios que nadie tuvo el "gusto" de conocer.

Había pergreñado una idea de un juicio absurdo donde la defensa no tenga salida ante un planteamiento de una acusación tan carente de idea que no hubiera otra que la pueda rebatir. Un victimario que pone en jaque a la victima y esta termina sin poder defenderse y queda como el victimario, tan estúpido como es la justicia. Después te cuento.

jlg

Anónimo dijo...

Que buen escrito!
Me encantó la parte que menciona a las canciones de cuna. jaja
Te sigo.

Saludos.

NoeliaA dijo...

Y, si somos semejanza suya, ya tenemos noción a qué atenernos.
Y si todo es por su voluntad, vaya que cuesta encontrarle una razón que lo exima de la perversión.

Caro Pé dijo...

¿Quién será este ser? todopoderoso tal vez? Quién sabrá?
salu2le!

Anónimo dijo...

Geraldine: Esa es la mejor parte de las leyendas.

Mareada: Gracias por la visita. Una búsqueda personal, y un poco de egoísmo, siempre fortalecen el espíritu.

Joe: Dios y Naturaleza son la misma cosa con diferentes nombres. Pero si lo aceptáramos así, una institución milenaria muy poderosa perdería su sentido de ser… Y nadie quiere eso. ¿Verdad?

Bey0ndinvisible: Muchas gracias por la visita. Nos estamos leyendo.

NoeliaA: Nunca se sabe lo que podemos llegar a encontrar en el mundo. Por eso hay que estar dispuestos a aceptar lo que se viene, lo que se de y lo que no se de.

Caro Pé: Gracias por la visita. Y ojala algún día sepamos de quién se trata.

Saludos a tod@s

J.

Anónimo dijo...

Un García González (de oro) al comentario de JLG..

Y como decía Django..

Ese hombre,, ese hombre soy yo..