El viejo caminaba arrastrando los
pies en la arena, haciendo su avanzar cada vez más lento, con una mano sobre el
hombro de su nieto como única ayuda.
El niño miraba
hacia el frente, donde sólo encontraba arena. Hacia atrás, el mismo
espectáculo. Arenas y zarzas ardiendo bajo el sol.
—¿El pozo está
cerca, abuelo? —preguntó el niño. El recuerdo de la última sombra que
encontraran se confundía con el delirio de la fiebre solar.
—Un poco más
adelante —decía el viejo—, sólo un poco más y verás. Un gran pozo. Agua fresca…
Y dulce… Inmenso.
—Pero sólo
arena veo.
—Y pensar que
ésta región alimentó al mundo conocido…
—Si, abuelo,
lo sé. Cuando eras niño esto se llamaba la pampa húmeda, era verde y estaba llena
de árboles. Pero ahora solamente tú lo recuerdas, abuelo. Deja ya eso. Concéntrate
en encontrar el pozo.
El viejo
caminó en silencio, casi empujado por el impaciente y sediento niño.
—Se hace de
noche otra vez —dijo el viejo, cansado del inútil avanzar.
—Tonterías,
abuelo. Es pleno mediodía —respondió el niño, ya no sentía la pesada mano
muerta sobre su cuello, ya no sentía nada. Igualmente, continuó.
Allí se quedó el
viejo, en medio de la eterna arena, entre recuerdos de un pasado esplendoroso e
inexistente. El niño caminaba en la misma dirección, deseando un pozo
encontrar, y poco más.
Pasaron los
días. El camino interminable carecía de final.
Fue la suerte,
la providencia, alguna otra cosa, lo que logró reunir al desfalleciente niño y
el pozo cuando, en su cansancio sin igual, tropezó en su lento andar, y rodó
por una larga pendiente.
Cansado, derrotado,
apenas se percató de que caía y no pudo detenerse, ni siquiera cuando vio pasar
bajo su cuerpo una hilera de ladrillos y se encontró cayendo por un cilindro de
roca que se oscurecía poco a poco.
De existir
algo similar a la suerte, el niño estaría desmayado, sino algo más, cuando su
cuerpo golpeó, finalmente, con el limo al fondo del vetusto aljibe.
13 comentarios:
Cuando se es joven el corazón puede latir con esperanza, cuando ya uno es viejo y sin ningún tipo de futuro, lo mejor es aceptar que se ha cerrado el circulo.
tiene mucho de ironía....buscamos cosas que creeemos pueden salvarnos y terminan dandonos el último empujón....
gran relato sobre lo que podrá ser de esta tierra ... o ya es?
saludos
lindo relato.
... que desesperación no ver a donde vamos.
Al Baron Samedi se lo encuentra en las encrucijadas, donde las almas de los seres humanos muertos pasan en su camino a Guinea. Es un loa sexual, con frecuencia representado por símbolos fálicos y se destaca por la ruptura, la obscenidad, el libertinaje, y una particular predilección por el tabaco y el ron. Por otra parte, es el loa del sexo y la resurrección y es en relación a esto último que a menudo se recurre a él para la curación de aquellos a punto de morir o en vísperas, ya que sólo es el Barón quien puede aceptar a un individuo en el reino de los muertos. Es considerado un juez sabio, y un poderoso mago. Se le ofrendan puros y ron con el incienso.
como va? el evento no lo organiza la duendes, ellos estan armando algo para mas adelante del año que tambien se viene con todo,diego vallejos es el organizador de este evento.
saludos!!
habrá que seguir...
continuar.
o volver a empezar.
(de la forma que se pueda, al menos)
No hace más que confirmar cuanto de azar hay en nuestras vidas.
Besos
Joe: La edad nos cambia. No hay más qué decir.
Geraldine: La Ironía es mi alimento, aunque a veces me indigesta.
Serafín: No tengo la bola de cristal, pero todo se perfila a ello. Lamentablemente…
Fea: Gracias. La desesperación es la moneda de cambio del futuro.
Mitófago: Gracias.
Salvador Sanz: Gracias por la data.
Georgeline: Lo que más fácil, no más sencillo, no, tampoco. Lo que quede más cerca (la ley del mínimo esfuerzo, viste)
Luna: La vida es un gran azar. Es más, sigo creyendo que el azar es el culpable de la vida.
Saludos a tod@s
J.
Epa! cuanta tristeza, Dragón! Muy bueno, muy lindo volver a pasar por aquí. Salut.
:) Beautifull story, indeed.
The reason why we never stop from our race with and thrwo life, is inside of each one of us...each age with its intensity, with its fears, with its purposes....
Cheers!
No rendirse jamas, no importa lo que pase, uno debe seguir peleando, lo aprendí de Rocky Balboa
Ojalá no sea un cuento predictivo, como lo fueron muchas narraciones.
Los aljibes tienen algo mágico, ¿o será que en el campo de mi tía hace diez años atrás todavía lo usaban y me trae cierta nostalgia su recuerdo?
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