La ciudad se difuminaba entre la
niebla, el smog y la humedad. Adivinaba contornos y figuras, pero nada
definido, nada sólido.
Caminaba y el
aire se condensaba sobre mi rostro; la ávida necesidad de hallar algo sobre lo
que reposar la mirada ardía en mis ojos. Pero solo vaguedades ilusorias se
descubrían cada pocos pasos.
Las risas y los
gemidos que se escuchaban claramente me decían que no era el único que allí
estaba.
Choqué,
queriendo hacerlo, con alguien.
—Disculpe
—dijimos ambos.
—Me estoy
buscando —sé que dije—. ¿De casualidad no sabe dónde puedo encontrarme?
—Lo lamento
amigo. Quizás la oficina de informes pueda hacerlo.
—¿Y dónde
queda eso? —pregunté sorprendido de no haberlo pensado antes.
—Pregunte en
el puesto de informes.
—¿Y dónde
está? —volví a preguntar temiendo que la respuesta me llevara a un diálogo
circular sin sentido.
—Junto a la
fuente de niebla —respondió antes de alejarse, lo noté por sus rápidas pisadas,
pero no pude ver en qué dirección señalara.
Mis ojos no se
acostumbraban a aquel sitio, y mi intuición llevaba décadas siéndome por
complete inservible. Me movía como un murciélago extendiendo mis brazos,
preguntando a cada persona que atrapaba por la oficina.
Por señas y
empujones pude llegar.
Pero, como no
podía se de otro modo cada vez que intervenía mi maldita suerte, al llegar
encontré la oficina cerrada por reformas.
10 comentarios:
Buenísimo!
Como un turco en la neblina. Recuerda ud. la invasion de niebla y humo que nos asolo luego de la nevada. Nadie puede decir que dos días se parecen.
Que maná de terminar las historias sin final feliz, no ves que la gente necesista saber que todo esta bien?, que no pasa nada?, que estamos protegidos por Dios y la Virgensisima virgen desata scotches?
jlg
Muy bueno, parece hilvanado bajo el influjo de Kafka, ese asunto de preguntarle a otro con total naturalidad a dónde puede ir uno a buscarse y que el otro le responda como si de hacer un mandado se tratara. Me gusta este tipo de relatos, sobre todo porque desde este aborde literario uno puede decir las cosas más crudas sin que caigan como un hacha sobre los prejuicios de la sociedad o los de uno mismo. Es la ventaja del surrealismo, cada cual ve lo que sus ojos le dejan.
Saludos, compañero, y me pareció buenísimo el relato.
La historia de nuestras vidas en esta infame sociedad.
Intentar encontrarse es difícil, pero lograrlo, aterrador.
yo estuve pescando en una laguna en esas mismas condiciones..
Estupendo el relato. Ya se pueden encontrar muchas lecturas, la niebla, las preguntas. Muy bueno.
No quiero crear falsas espectativas en vos.. pero no te extrañes si al momento de abrir (si pensas volver a la oficina) te encontrás con vos mismo, que también te vas a estar buscando... a vos mismo.
...
???
Cree entender... Manco Cretino (que una vez se encontró consigo mismo en el velorio de un pariente; dicho sea de paso, gran lugar de reencuentros)
Dulce Daniela: Gracias
Estúpido: Si que la recuerdo, y también la asocié con El Eternauta. Y de seguro no fui el único.
Joe: Los finales están sobrevalorados. Nunca nada termina, ni bien ni mal.
NoeliA: No sé si será surrealismo o alguna otra cosa. Lo que sí sé es que mis dedos los escribieron de ese modo.
Anónimo: ¿Hace falta decir más?
Mikkonoss: Algunos caemos en el error de intentarlo varias veces en la vida. O varias veces el mismo día.
Oenlao: ¿Sacaste algo?
Hombre de Neanderthal: Entonces estoy haciendo bien las cosas.
Manco Cretino: Eso es lo que se llama una interpretación de la puta madre.
Saludos a tod@s
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