El arsenal (ostentoso nombre para
un galpón de cuarenta metros de largo, seis de ancho y doce de alto), se
encontraba cubierto por una gruesa capa de polvo hundido en el silencio.
Junto con mis
dos ayudantes recorrimos el interior llevando los aparatos de medición y precisión
reglamentarios para éste tipo de casos. No todos los días se encuentra uno con
la posibilidad de analizar un viejo depósito de armas del siglo anterior.
El suelo lleno
de sedimentos acallaba nuestros pasos. El sabernos protegidos por la unidad post-militar
que nos aguardaba en el exterior no nos hacía sentir menos presionados por el
panorama que recogían nuestros ojos.
Recorrimos de
extremo a extremo la vetusta construcción mirando cada viejo aparato, cada cosa
que encontrábamos. Revisamos hasta la última mota de polvo.
El miedo y el
entusiasmo del descubrimiento dieron paso al tedio y la desazón.
Poco más de
dos días requerimos para confirmar lo que sabíamos prácticamente desde el
momento del descubrimiento: Ninguna de aquellas antiquísimas armas servía para
nada. Sus vetustos componentes ni siquiera podían ser reciclados.
Presentamos el
informe de rutina y la Junta de Protección Medioambiental procedió a demoler
aquel ominoso complejo, mientras me dirigía, junto con mis ayudantes, con suma
urgencia, a otro sitio similar localizado apenar unos kilómetros más al norte.
9 comentarios:
Umm, mi duda es: si todo se demolió... por qué se prepara para una Guerra Futura?? Un beso.
LADY JONES
Porque la Guerra Futura se servirá de otros medios. Es un intento de alegoría de que a veces lo que hoy es importante puede no serlo mañana.
Saludos
J.
Demoler el pasado es lo que vamos haciendo en el día a día, pero no sabemos cual será el arsenal del mañana... o, si acaso, lo adivinamos...?
Un saludo
...Como nada había en la tecnología actual que nos permitiera revertir ese status que habíamos alcanzado, la antropología arqueológica se había tornado en la única esperanza de encontrar algo en antiguas etapas evolutivas. Algo que lograra devolvernos nuestra condición de mortales.
una guerra de aforismos y sarcasmos sobrevendra..
Creo que esto es un vaticinio, que a su vez me retrotrajo a la Guerra de Malvinas. Con NADA fueron los tipos... y ya todos conocemos el final.
Ojalá antes de llegar a una guerra (con armas porque en "guerra" vivimos a diario) exista esa capacidad Humana, simple y compleja, llamada COMUNICACIÓN.
Besos José!
http://www.romanticallyapocalyptic.com
divertíos!
"El sabernos protegidos por la unidad post-militar que nos aguardaba en el exterior no nos hacía sentir menos presionados por el panorama que recogían nuestros ojos."
Apa
que buen texto
saludos...
Antonio: Hace rato que dejé de jugarme por la adivinación. Más que nada porque el hombre ya ha demostrado ser el peor enemigo de sí mismo. Y tiene una creatividad increíble en esas cosas de la destrucción.
Mikkonoss: Resta saber si algún día lo encontraremos, o si seguiremos lamiendo las mismas viejas heridas del pasado muerto.
Oenlao: Después de la guerra del agua, seguro.
Andreita: El problema con la comunicación es que esta sobrevalorada, o eso quieren hacernos creer los detentadores del poder. Ojo al piojo.
Mitófago: Gracias
Georgeligne: Muchas Gracias, la verdad es que lo escribí sin saber qué quería decir.
Saludos a tod@s
J.
Publicar un comentario